Presentación

Anuncios para salvar vidas

La Razón
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Un camión descomunal con más de 15 metros de largo al que es casi imposible adelantar sin jugarse la vida en una carretera de doble sentido. Para solucionarlo, en su parte posterior le colocan una gran pantalla digital en la que se puede ver perfectamente si vienen coches en sentido contrario por la carretera que hay delante del camión, pues tiene una cámara que emite en directo la imagen. Una campaña de Leo Bunett Argentina para Samsung que ha ganado el Gran Premio de Platino del Festival El Sol 2016 o, lo que es lo mismo, la mejor idea creativa del último año en toda Latinoamérica a juicio de los propios publicitarios.

No es la única que demuestra cómo la publicidad cada vez se conciencia y trata de aportar más para intentar ayudar a solucionar problemas. Como la campaña de FCB para Nivea en Brasil para educar a los niños sobre el peligro de tomar el sol sin protección: unas muñecas que se enrojecen como cangrejos si no les aplican crema protectora. También las mochilas «salvavidas» de JWT Colombia para Luki Fruit Snacks: en ese país los ahogamientos son una de las cinco primeras causas de muertes infantiles, y se han hecho unas mochilas que funcionan como flotadores. O los spots de Ogilvy&Mather para la DGT en España, «El porro más caro del mundo», que conciencian sobre las consecuencias de conducir bajo los efectos de las drogas o el alcohol.

Son también ejemplos de nuevos formatos que emplea la publicidad, como el Gran Premio en Contenidos de Marca de Arena Media para Gas Natural Fenosa, un corto dirigido por Santiago Segura con Anabel Alonso, Enrique Villén y Joaquín Reyes. Con una historia de humor negro y asesinatos se dan consejos sobre el consumo responsable, algo también importante en el mundo actual. Como la solidaridad y la importancia de compartir con los demás: Leo Burnett y Lotería de Navidad ganaron por segundo año consecutivo el Gran Premio de Televisión: en 2015 con el bar de Antonio, y en esta edición con los dibujos animados y la historia de Justino, el vigilante nocturno de la fábrica de maniquíes. Excelente muestra de buenas creatividades centradas en el mismo concepto, pues lo que diferencia la Lotería de Navidad del resto de sorteos es que se comparte con la familia, los amigos y el entorno más cercano. Y es muy difícil seguir contando nuevas y bonitas historias con la misma idea y que sorprendan y gusten como la primera, aunque todos ya sepan cómo terminan.