Internet
«Trending topic»
Los teléfonos inteligentes o smartphones han cambiado radicalmente los usos y costumbres sociales, creando nuevas conductas y prácticas que en ocasiones se convierten en modas que aparecen y desaparecen de forma casi inmediata. Desde los millones de «selfies» y fotos compartidas en redes sociales a las miles de nuevas aplicaciones que pueden descargarse cada día, pasando por todo tipo de ofertas adaptadas al consumidor concreto que además se encuentra en el sitio y el momento adecuado. El «Big Data» es la última revolución en comunicación, pues jamás en la historia las empresas han dispuesto de tanta información de los consumidores para ofrecerles sus productos y servicios de forma directa y personalizada.
Pero los peligros del «Gran Hermano» que todo lo controla profetizados por George Orwell en 1948 están más presentes que nunca. Esta misma semana se ha conocido que Facebook ha «experimentado» con los datos de casi 700.000 de sus usuarios para analizar sus comportamientos en función de las noticias que veían de sus amigos: una parte veía noticias positivas y la otra, negativas. El resultado del estudio es que las personas se influenciaban positiva o negativamente según las noticias que leían de sus amistades, algo que parece bastante lógico. Pero, sobre todo, da auténtico miedo comprobar lo que estas empresas pueden hacer para manipular el estado de ánimo, las emociones, los deseos, ideas e inquietudes de las personas que voluntaria pero ingenuamente han dado permiso para compartir sus datos.
Mientras, las compañías de móviles y telecomunicaciones siguen intentando convencer de las ventajas, no ya de poder compartir todo, sino además de ser los primeros en hacerlo. Ahora mismo hay dos ejemplos peculiares: esa chica cuya mayor diversión en un concierto es grabarlo con su móvil «como varios miles más», pero presume que será la primera en colgarlo en la red para que sea «Trending topic». Y el tipo perseguido por unos matones por un callejón oscuro mientras asegura que «es el mejor momento para ser periodista, son buenos tiempos para conocer la verdad, porque cuando él me rompa el móvil, yo ya lo habré enviado». Ambos reflejan esta obsesión por la inmediatez de compartir en las redes sociales lo que se vive en el mismo momento en que se está viviendo. Casi parece como si la vida no se disfrutase igual si no se puede mostrar en directo, y convertir cada vivencia en «Trending topic».
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