Estados Unidos
Una polémica entrevista
La reciente detención el pasado viernes del narcotraficante «El Chapo» Guzmán en México ha sacado a la luz sus reuniones con el actor estadounidense Sean Penn y el papel mediador de la también actriz de telenovelas mexicana Kate del Castillo, para una entrevista aparecida en la revista Rolling Stone sólo un día después.
Inmediatamente, la ética periodística de este tipo de entrevistas se ha puesto en cuestión. En primer lugar, por el hecho en sí de ponerse en contacto con un delincuente prófugo de la justicia detrás del cuya captura están México y Estados Unidos, y, en segundo, porque los responsables de la revista había llegado a un «inusual» acuerdo con el narcotraficante: la entrevista se había realizado con la condición de que «El Chapo» tenía que darle el visto bueno antes de su publicación.
La propia revista aclaró que el prófugo, ya en ese momento capturado por la Armada mexicana, no había pedido ningún cambio. Pero, ¿y si lo hubiese pedido?
La cadena de televisión CNN cuestionó ese mismo día la «profesionalidad» periodística de los responsables de la revista. «¿Qué habría pasado si “El Chapo’’ Guzmán hubiera solicitado algún cambio, ¿La revista habría cortado las partes que no le gustaban?», se preguntaban. La cadena, según informaba la prensa mexicana esta semana, planteaba también una cuestión clave: «¿debía Sean Penn la obligación legal o ética de informar a las autoridades de su cita con el delincuente».
Según informaron el actor estadounidense y la actriz mexicana, Penn acudió a México y pasó unas horas con el capó de la droga, momento en el que ambos posaron para la foto que publicó la revista, que se justificó como una prueba que la reunión había tenido lugar realmente. «El Chapo» relató sin tapujos cómo, entre otras cosas, podía «proporcionar más heroína, metanfetamina, cocaína y marihuana que nadie en el mundo». Varios periodistas han criticado duramente a Sean Penn y a la revista Rolling Stone por la entrevista y por la falta de escrúpulos con tal de lograr un «pelotazo» periodístico. Craig Silverman, editor del servicio informativo BuzzFeed y exescritor de un blog sobre ética periodística, escribió en Twitter: «Gran regreso de la revista Rolling Stone: convencer a una celebridad para entrevistar a un conocido traficante de drogas y dar la aprobación a este último para que la editara». Pero no todo el mundo cuestiona la ética de la entrevista y son muchos los periodistas que han reconocido que, de haber tenido la oportunidad, no habría dudado en hacerla. Según informa el diario mexicano «El Informador», Chris Hayes, comentarista de la CNN, mencionó en una serie de mensajes en Twitter que, aunque no le parece correcto dar la oportunidad al entrevistado de tener la última palabra sobre el contenido de la entrevista, «la pieza va a generar un tráfico enorme», dijo y añadió: «¿Cuántos medios, de haber tenido la oportunidad, habrían hecho lo mismo, ¿cuántos habrían rechazado esos términos?».
En cualquier caso, lo que sí parece claro es que Penn tiene mucho que decir al respecto ya que el Gobierno mexicano quiere interrogarle. De hecho, algunas fuentes creen que podrían haber cometido un delito, pues ni Penn ni Del Castillo son periodistas, aunque nada parece hacerles temer un proceso judicial en Estados Unidos.
También se ha sabido que ambos fueron seguidos cuando se iban a encontrar con Guzmán y que, de hecho, estuvieron a punto de capturarle nada más hacerse la entrevista, aunque consiguió escapar.
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