Bonus Track

¡Venga!

Incluso la Unión Europea está ya tocada: al ignorar todo esto que ocurre en España

Instituciones desacreditadas, arrasadas por el poder (no ejecutivo, sino ejecutor), demolidas hasta la raspa por la política: CNI, de rancia (literalmente) tradición borbónica, dedicado muchas décadas a espiar líos de faldas y reales calzones, hoy espía para países «amigos de España» (no quiero ni imaginar lo que hará para los enemigos…). Miles de empresas públicas (mucho y muy públicas, nada empresas), funcionan como Agencias de Colocación. Las antes conocidas Aeci, Instituto Cervantes, incluso embajadas…, hoy Amiguetes Sin Fronteras. El Congreso de los diputados, convertido en sala de espera de verdulería electrónica que, además, siempre está cerrada por vacaciones, confinamientos, conveniencias, cálculos electorales, o por los 00 del mandamás que fuere o fuese (y no hubo nada). Bajo la sombra de la sospecha, Correos: pero si no llega el correo normal, ¿cómo pretenden que lo haga el voto por correo? Indra: qué decir. El próximo asalto será a los Consejos de Administración de grandes empresas, donde se exigirá todo el poder para los soviets. Las fronteras, batiendo récords de entradas ilegales. Ahora tú, natural de Usera, intenta colarte en uno de los países de origen de los inmigrantes ilegales, ya verás la que te espera. Menos control de la Deuda Pública que de virus en excusado sanitario colectivo de una discoteca móvilhome. La Agencia Tributaria, o Tiburonataria, donde se «trabaja» como en el Far West: pensando únicamente en las recompensas que se ofrecen por la captura de los contribuyentes, vivos o muertos. RENFE: desde antes de la guerra civil no se veía tanto tren descarrilado, choques y diversos accidentes de convoyes, túneles nuevos estrechos por los que, estúpidamente, no caben los trenes, retrasos, cortes, averías. Incluso la Unión Europea está ya tocada: al ignorar todo esto que ocurre en España, acepta que comience en Bruselas el principio del fin de ese sueño tan bonito y cuqui que permite a Puigdemont seguir teniendo un escaño, siempre bien remunerado, desde el que vejar e intentar hundir a España. Etc. ¡Pero, venga! ¡Feliz Navidad! Al menos…, hasta que el Portal de Belén sea «okupado».