Adiós al látigo de Merkel

Quiebra «Financial Times Deutschland». Seguramente, el periódico internacional que peor ha tratado a nuestra querida España. «Descanse en paz», aseguró en un twitter el economista José Carlos Díez. Fue el periódico alemán el que en 2010 anunció en exclusiva, en una información firmada por tres periodistas, que Europa preparaba un rescate inmediato para España. No sucedió. «Creo que muchas cosas que se han dicho en los últimos días sobre la situación española forman parte de la rúbrica de exageraciones interesadas», aseguraba en respuesta a la publicación Jean Claude Juncker, presidente del Eurogrupo. Y hace poco, el mismo periódico aseguraba en primera página también que España tenía el récord mundial de paro, aunque luego, más abajo, reconocía que había muchos países donde la estadística no era nada fiable.

Era (y es hasta el 7 de diciembre) un periódico orgulloso, que presumía de haber cambiado la prensa económica europea, a la que acusaba de ser conservadora. Y cuyas portadas o editoriales tenían un evidente impacto en el resto de Europa. Como el otro económico, el «Handelsblatt», y otros medios alemanes, parecía imprescindible tener su aprobación para hacer cualquier movimiento económico. Ellos daban la receta y vigilaban. Ellos sabían el camino a seguir. Hasta los ministros españoles iban a Alemania a conceder entrevistas, casi a examinarse.

Luego el periódico era duro con las reformas a realizar. «Pienso que traté bien a España, pero escribimos algunas cosas que tenía que hacer, algunas cosas que tenía que cambiar. Por ejemplo, que había que rescatar a sus bancos. Lo dijimos antes que nadie y no se nos quería escuchar. Si eso se considera que es criticar...», dice Birgit Jenner, corresponsal en en España del «Financial Times Deutschland».

El periódico sabía lo que España estaba obligada a hacer, pero no supo cómo cuadrar sus cuentas. Desde su creación, en el año 2000, no ha conseguido beneficios y ha llegado al punto en el que no podía continuar, pese a tener una media de unos 100.000 lectores diarios. «Los periódicos están bajo presión, en particular los del sector económico. En este contexto no veo ninguna manera de mantenerlo», aseguraba en un comunicado Julia Jäkel, la directora de Gruner+Jahr, la editora de la publicación. No se esperaba. «Creíamos que iba a haber una reestructuración, pero no un cierre», continúa Birgit.

«La Prensa centra la visión con la que nos ven en otros países, es el modo que tienen de acercarse a nuestra realidad -asegura Francesc Pujol, profesor de la Universidad de Navarra y que estudia cómo se maneja la marca España fuera de nuestras fronteras-. No se inventa historias, sino que la miran con sus ojos y sus gafas y tienen su forma de contarlo.

Para relatar la realidad de un país, lo que cuenta es la base real, más un componente habitual del peso del pasado y la imagen que te has creado con tus éxitos y fracasos anteriores». Es imposible hablar de España sin los prejuicios que los alemanes tienen de nosotros.

Los derrochadores, el sur de Europa. «En Alemania no existe una predisposición contra España. Lo que sucede es que no hay afinidad entre ambos países. No hay mala imagen -insiste Birgit Jenner-. Pero sí problemas estructurales tan profundos que alguien tiene que cambiar y Alemania sola no puede hacerlo. Aunque tiene la voluntad de ayudar, no lo va a hacer a toda costa. En nuestro país tenemos un alto nivel de deuda y estamos empleando el dinero del futuro. Ahora no hay. Obviamente a cambio, Alemania pide algunas cosas».

El FTD es el segundo periódico que cierra en el país germano, tras el «Frankfurter Rundschau». Ambos no han podido evitar la crisis de la Prensa, quién sabe si síntoma de otra crisis más importante. Birgit Jenner, mientras, piensa qué va a hacer ahora. Quizá volver a su país, para ver si encuentra otro trabajo.