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España en Verano: Banderas gana la guerra de Marbella

El posado del actor con su esposa y Valeria Mazza generó la anécdota de la noche: unas alzas en los zapatos del malagueño que intentaban salvar la altura

Antonio Banderas, Melanie Griffith y Valeria Mazza, en el evento promovido por Ford que tuvo lugar antes de la cena. Foto: Cosmopolitan TV
Antonio Banderas, Melanie Griffith y Valeria Mazza, en el evento promovido por Ford que tuvo lugar antes de la cena. Foto: Cosmopolitan TVlarazon

No hubo color. La Starlite Gala, celebrada ayer en Marbella, congregó a un sinfín de caras conocidas. Por algo es el evento solidario más importante del año. Aunque el tirón mediático que tienen sus padrinos, los inigualables Antonio Banderas y su espectacular mujer, Melanie Griffith (con un vestido en color crema que dejaba a la vista su escultural espalda), también tuvo que ver. Una afluencia muy diferente a la que cosechó Eva Longoria en su Global Gift Gala, donde el famoseo brilló por su ausencia. Este año es el segundo que la protagonista de «Mujeres desesperadas» y el inimitable «Zorro» pasan separados, pero es el primero en el que la tensión ha sido palpable.

A pesar de ello, Marbella deslumbró una vez más con el glamour de sus años dorados y mostró su rostro más solidario en una noche en la que Antonio y Melanie lucharon, como lo llevan haciendo desde la primera edición de la gala en 2010, por hacer de éste un mundo más justo. El dinero que recaudan lo destinan a su fundación, Lágrimas y Favores, por la que Banderas trabaja con más ahínco: a través de ella, financia becas para que jóvenes recién graduados con recursos limitados cumplan su sueño de estudiar en EE UU y Canadá. Banderas, un católico ferviente y devoto, impulsa también las cofradías de la Semana Santa malagueña, a la que es asiduo, a través de la creación de una cátedra en la Universidad de Málaga. Y como la ayuda es especialmente necesaria dentro de nuestras fronteras, el filantrópico actor destina de igual forma parte de lo recaudado a Cáritas y también a programas de enfermos de cáncer a través de la Fundación Cudeca. La mexicana Sandra García-Sanjuán, madrina de la ONG Niños en Alegría, aúna esfuerzos con Banderas y desarrolla proyectos educativos en su país natal para ayudar a niños en situaciones de extrema pobreza. «Fue ella la que me convenció para montar este tenderete», confesaba divertido Banderas. «Y se lo agradezco en el alma». El actor estuvo pendiente en todo momento de su esposa y se excusaba ante los invitados: «Me voy con ella antes de que se enfade».

La fiesta del verano dio comienzo con el evento Ford: donó las dos primeras unidades europeas del modelo EcoSport, que más tarde fueron subastados en la gala. Allí apareció la mediática pareja juntó a Valeria Mazza. «¡Estoy decreciendo!», gritaba Banderas al posar entre las dos mujeres. A pesar de ello, lucía unos zapatos con un considerable tacón para salvar la distancia. Melanie se atrevió con el español –ha mejorado mucho en el último año– al explicar el viaje que hizo el año pasado a Acapulco para visitar los proyectos sociales que desarrollan allí: «Fue una experiencia increíble. Algo fantástico y emocionante. Y los niños tienen ahora una escuela donde antes no había nada». Valeria destacó también la importancia de este tipo de propuestas: «Creo que comienza un nuevo tiempo, vienen vientos solidarios y de respeto». La modelo argentina, espectacular con un palabra de honor en tonos dorados, habló también de los increíbles momentos que pasó con el Papa Francisco: «Es un santo. Hacen falta más hombres como él en la Iglesia».

Poderío marbellí

Alejandro Sanz fue el encargado de amenizar la velada tras recibir el Premio Humanitario Starlite Gala de este año mientras los invitados disfrutaban del menú de lujo cocinado por los jueces del programa MasterChef. Otros galardonados por su labor filantrópica fueron Kike Sarasola, Útero Ohoven, Eugenia Martínez de Irujo, Miguel Bosé y la argentina Valeria Mazza, que pasó los momentos previos a la gala disfrutando de una comida con amigos en un exclusivo club a la orilla del mar mientras Laura Sánchez y su novio, David Ascanio, se regalaban arrumacos en las camas balinesas.

Que el cubierto tuviese un precio de 1.000 euros no fue impedimento para «celebrities» nacionales y extranjeras, que se rascaron el bolsillo para mostrar su lado más altruista. Por la alfombra roja desfilaron los enamorados Eva González y Cayetano Rivera, así como Ana Fernández y la cantante Soraya con sus respectivos chicos. En Starlite también había tiempo para la amistad: gala de ello hicieron Paloma Cuevas y Patricia Rato, inseparables. La ex mujer de Espartaco confesó que se trataba de uno de sus veranos más felices: «Estoy muy contenta, y miro hacia delante. Todos merecemos volver a sonreír». Mientras tanto, a su lado la mujer de Enrique Ponce protagonizó uno de los momentos más divertidos de la noche: le confesó al hombre de negro, de «El Hormiguero», ser su fan y comenzó una distendida charla. Otro de los primeros en llegar fue Imanol Arias. Muy moreno y con expresión feliz, el protagonista de «Cuéntame» se mostraba cómplice con su novia. Manolo Santana confesó sestar muy enamorado tras su reciente boda: «Quiero vivir los años que me quedan, que son muchos, con la mujer que amo». Gumilla Von Bismarck, Natalia Sánchez, Carmen Lomana, las modelos Remedios Cervantes y Estefania Luyk, María José Suárez... Las celebrities no dejaron de acudir a la llamada del anfitrión más solidario de España.