Restringido
España en Verano: Depp vuelve guerrero
Reinventa a Jack Sparrow en «El llanero solitario», donde da vida a Tonto Cherokee, un indio que ha perfilado al gusto de su imaginación y que se ha convertido en el principal protagonista del filme de Gore Verbinski
Es casi imposible creerlo pero Johnny Depp acaba de cumplir cincuenta años. El rebelde por excelencia de Hollywood llega a la mediana edad sin perder un ápice de su atractivo sexual: «Creo que sería peor no cumplirlos. Eso sí me parece terrible», asegura cuando le preguntan cómo se ve. Bromista y sereno, nos recibe en Las Vegas, y ya puestos a hablar del paso del tiempo, desembocamos en el final terrible. ¿Piensa alguna vez en la muerte? «Es un completo misterio para mí, creo que sería fantástico levantarse un día y estar en París en el año 1920 en un espacio y tiempo distintos, pero, tal vez, sólo me esperan polvo y gusanos, así que prefiero creer que hay algo mas allá de la muerte». Depp vuelve a la gran pantalla con un personaje surrealista, producto de su imaginación, aunque estuviera ya en el guión. Hablamos del forajido Toro Cherokee, al que interpreta en el filme «El Llanero solitario»: «Me gusta estar en el bando de los indios antes que en el de los vaqueros. En el cine todo depende de cómo percibimos al villano, por eso he querido convertir a Toro en el antihéroe. Mi fascinación con el personaje empieza desde el momento en que se rebela contra el poder establecido». Así pues, hay una declaración de intenciones desde el principio. Depp no podía conformarse con que su personaje hiciera de lacallo del llanero. «Definitivamente, he luchado contra el estereotipo», admite.
Las ventajas de vivir fuera
Auténtico, responsable, confortable dentro de su propia piel y orgulloso padre de familia, Johnny Depp ha dejado de esconderse para vivir feliz junto a su nueva pareja, la actriz Amber Heard. Atrás queda su relación con Vanessa Paradis con quien tuvo dos hijos (Lily Rose, 14, y Jack, 12). «Vivimos en Los Ángeles, donde mis hijos van al colegio –nos comenta sobre su vida privada–.Considero que es bueno para cualquier persona salir del lugar donde reside normalmente y poner cierta distancia. Eso te brinda la posibilidad de apreciar tus costumbres y tu cultura». Amante de la música, se permite en sus ratos de ocio tocar la guitarra con algunas bandas de rock, aunque sus hábitos de chico malo hayan quedado en el olvido: «Todo el mundo vive una época rebelde a su manera pero nadie habla de ello. Yo la viví justo antes de tener a mis hijos. Fue un momento de confusión en mi vida en el que no sabía por qué hacía las cosas, no entendía qué me sucedía. Lo único que tenía claro es que el éxito, mi carrera y el dinero no eran suficientes para ser feliz. No sabía hacia dónde iba, todo el mundo me llamaba rebelde porque me gustaba ser protagonista de todas las fiestas. Y ahí estaba yo, divirtiéndome como un idiota, atontado, automedicándome... El tiempo te vuelve sabio y aprendí la tremenda pérdida de tiempo de ese periodo de mi vida. Así que ahora lo veo como algo que forma parte de mi educación». Según confiesa, sus referencias no pueden ser más altas: «Aprendí de Marlon Brando, que fue mi gran mentor, además de amigo y figura paterna, que en la historia del cine, el nativo americano ha sido retratado como un salvaje o como algo menor. Era importante para mí, al menos, tener una buena oportunidad de borrar eso».
Para investigar sobre su papel y la época, Depp pasó mucho tiempo con los indígenas americanos: «Lo que aprendí de ellos es que una generación tras otra se aferraron al patrimonio y la lengua de sus antepasados. Y así han llegado hasta aquí, en definitiva, lo que me llevé a casa fue qué es un verdadero guerrero», confiesa eufórico. Otra de las cuestiones que más ha dado que hablar de la interpretación del actor ha sido la particular manera de hablar del personaje que ha creado: «Ha sido una especie de ventaja por mi parte. Lo cierto es que a los nativos americanos sólo se les consideró salvajes cuando Cristóbal Colón llegó al lugar equivocado. Creyó que había arribado a la India y por eso llamó indios al pueblo que encontró. Esa es nuestra historia. Todo fue así de extraño». Le ponemos entre la espada y la pared al preguntarle: ¿Quién ganaría la batalla si tuvieran que enfrentarse Toro y Jack Sparrow? Aunque está de promoción de esta película, no titubea, se muestra absolutamente sincero y asegura: «Toro, sin duda perdería. El capitan Jack es demasiado duro, no necesitaría demasiado tiempo para batirle y, además, sería un final bastante desagradable para él».
Amante de no tener ataduras, Depp confiesa sentirse libre y en armonía cuando da rienda suelta a su faceta de artista. «De niño, mi sueño siempre fue crecer y convertirme en una estrella del rock. Quería ser guitarrista. Era precoz y curioso, aunque mi madre suele utilizar términos más fuertes. Digamos que nunca me quedaba quieto».
Protagonista de títulos inolvidables como «Sweeney Todd» o «Miedo y asco en Las Vegas», Depp es uno de los actores con más talento en Hollywood, un hombre a quien no le importa en absoluto cómo le ven los demás. En definitiva, que vive y trabaja según sus propias reglas. «No he cambiado ni mi moral ni mi ética. Reconozco que he tenido mucha suerte en la vida porque me he podido poner distintos sombreros. En mi adolescencia hice de todo: desde vender camisetas a conducir autobuses o intentar ser músico. He sido muy afortunado en mi carrera y he conseguido que mi viaje sea suave y divertido. Aun así, soy consciente de que todo eso se puede evaporar en un día con un mal paso, pero no me importará porque sé que siempre he dado lo mejor de mí, no tengo alergia a mi éxito comercial porque soy auténtico».
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