Restringido

Si tu equipo gana, adelgazas

Demuestran la relación entre los éxitos deportivos de un club y la salud de sus seguidores

El fracaso de un equipo provoca una pequeña crisis
El fracaso de un equipo provoca una pequeña crisislarazon

Según la Federación Española de Fútbol, cada semana se juegan 30.000 partidos federados en nuestro país: más de un millón al año. Esto quiere decir que hay cerca de 900.000 personas implicadas directamente en el juego (entre jugadores y árbitros o equipos técnicos) para las que el deporte tiene evidentes efectos en su salud. Pero, ¿qué decir de los millones de ciudadanos y ciudadanas que no participan activamente, sino que contemplan los partidos? Bien sea la madre de un jugador alevín en la grada del campo de su pueblo o uno de los 12 millones de televidentes que vieron en directo el último Real Madrid-Barcelona, un espectador deportivo también es un sujeto de estudio para los científicos.

La revista «Psychological Science» acaba de publicar un curioso estudio sobre la salud de los seguidores de un club de fútbol... en este caso, americano. Los resultados son sorprendentes: el lunes posterior a un gran partido dominical los aficionados del equipo perdedor tienden a consumir más grasas saturadas y azúcares en su dieta, mientras que los del ganador comen alimentos más sanos. Investigaciones previas habían buscado la relación entre los resultados de un equipo y la salud cardiaca y emocional de sus seguidores. Hay algunas publicaciones que encuentran un nexo entre el fracaso deportivo y un aumento de los ataques al corazón, la conducción imprudente e incluso la violencia intrafamiliar. Pero nunca antes se habían analizado los hábitos alimenticios de los hinchas. El trabajo ha comparado los resultados deportivos de dos temporadas consecutivas de la Liga de Fútbol Americano de Estados Unidos con informes de consumo de alimentos en 24 ciudades de aquel país. Algunas de esas urbes carecen de equipo oficial y en otras se comparó el consumo de comida en varios días distintos para asegurar que no siempre coincidían con una fecha posterior a un partido. Como término general se ha descubierto que en las ciudades en las que el equipo local perdía, aumentaba al día siguiente la compra de grasas saturadas en un 16 por ciento respecto a un día normal. Si el equipo local ganaba, se producía un descenso del 9 por ciento en el consumo de estos alimentos perjudiciales para la salud. Los resultados eran más significativos si el partido había terminado con un resultado muy apretado. Es decir, la gente come mejor si su equipo gana que si su equipo pierde, sobre todo si el resultado ha sido inesperado o se ha obtenido por un pequeño margen.

Los autores del trabajo (pertenecientes al Insead Bussines School) creen que el fracaso de un equipo provoca en sus seguidores una pequeña crisis de identidad y favorece que se tienda a compensarla mediante la ingesta de comida. La victoria, sin embargo, parece un acicate para el autocontrol y el estilo de vida positivo. Para confirmar estas ideas, los investigadores idearon un experimento con seguidores de fútbol en Francia. Esta vez, fútbol europeo del bueno. Un equipo de voluntarios se sometió a dos pruebas que, aparentemente, no tenían relación. En una se pidió que escribieran unos párrafos sobre cómo se sentían al ver ganar o perder a su equipo. En la segunda se les pidió que eligieran para comer entre una bandeja de patatas fritas y caramelos y otra de tomates y uvas. El grupo de personas que escribió sobre una victoria consumió más fruta.

Trucos para asumir la derrota

Los autores del ejercicio han querido darle una implicación práctica a su trabajo. ¿Qué ocurre si uno está abonado a un equipo eternamente perdedor? ¿Significa eso una condena sin remedio a la obesidad y la mala salud? ¿Hay solución para aquellos que ven perder a su equipo domingo tras domingo? Los expertos creen que sí. Si usted se encuentra entre los aficionados que no pueden evitar acudir a la nevera en busca de un dulce cada vez que su club fracasa utilice este truco. Después de llorar la derrota, coja papel y lápiz y escriba cinco frases de asuntos realmente importantes en su vida, excluyendo el fútbol. Según los expertos del Insead, esta simple técnica ayudó a los perdedores a eliminar los efectos del fracaso en su mente y mantener la fuerza de voluntad para no consumir alimentos perjudiciales. Eso, o hágase socio del Barça.