Religion
Es tiempo de revelación
Despertar es aceptar que eres parte de un Plan Divino y Perfecto mucho, muchísimo más grande que tú, del que sin embargo eres una parte importante
Querido lector, amigo y hermano: estamos atravesando por un gran momento de prueba para toda la Humanidad, pero has de saber que se trata en verdad de una inmensa oportunidad (la mayor concedida) en forma de Bendición para volver a confiar en el Amor Divino. El Cielo al completo está trabajando a nuestro favor para ayudarnos en nuestros procesos de liberación con el fin de que, muy pronto, todos podamos ver la Luz que nos pondrá en el Camino de vuelta a Casa.
Una Luz que ya está aquí, en la Tierra, pero que requiere de un reconocimiento consciente y de una rendición libre y total a ella, ya que es la única manera en la que permitimos a esa Luz rodearnos, abrazarnos, transformarnos y elevarnos para poder formar parte de este cambio planetario y comenzar, aquí y ahora, a ser generadores de Amor y, por tanto, a morar con gozo en la Nueva Tierra.
Despertar es a lo que estamos llamados. Y eso pasa por darte cuenta de que “como es arriba, es abajo” y aceptar que en verdad tú eres de allí viviendo una experiencia aquí, pero sabiendo ya que “aquí y allí por fin es lo mismo”.
Despertar es integrar que eres un ser eterno. Un espíritu que ha tomado un cuerpo para participar en este maravilloso juego que es la vida y hacerlo en este increíble planeta (en verdad, el más divertido y con mayores posibilidades de crecimiento que existe) que es la Tierra.
Despertar es aceptar que eres parte de un Plan Divino y Perfecto mucho, muchísimo más grande que tú, del que sin embargo eres una parte importante (vital en realidad) y que tienes, como tenemos todos, un maravilloso propósito que llevar a cabo y para el que es necesario que eleves tu vibración, es decir, que abras tu corazón cada día un poquito más, al verdadero Amor Incondicional que, ahora ya también, está anclado y, por tanto, a tu alcance.
Despertar es reconocer que nunca has estado, estás, ni estarás solo y que, si lo aceptas y permites, siempre serás guiado hacia aquello que sea para tu mayor bien. Por eso, es importante que sepas que eres digno de tus pruebas y que estas requieren por tu parte de fe, mucha fe. Y también de confianza, valentía, voluntad, fuerza, paciencia y esperanza (entre otras muchas cosas) con el fin de que vayas recordando, día a día, la Verdad. Una Verdad que te conducirá a la Paz, quien se encargará de guiar a tu corazón hacia el Amor.
Despertar es tomar la decisión libre y consciente, de querer dejar de sufrir. De empezar a ir hacia dentro, cada día un poco más, para no seguir buscando fuera las respuestas que solo encontrarás en tu interior. Despertar es darte cuenta de que no tienes (y nunca has tenido) que perdonar a nadie porque ya has comprendido que en esa experiencia solo tenías algo que aprender para poder trascenderlo y sentir más Amor. Por eso, Despertar es dejar de luchar puesto que, en verdad, el único que desea llevar la razón es el ego y él está lleno de miedo.
Despertar es sentir un profundo estado de Fraternidad y ver, en cada ser que te rodea, a un hermano recorriendo su propio camino lo mejor que puede y sabe conforme a su nivel de conciencia. Por eso, Despertar es no juzgar en ningún momento los procesos ni los tiempos del otro, sabiendo que estos son perfectos para cada alma dentro del Plan que a todos nos une.
Despertar es sentir Compasión, verdadera compasión por tu prójimo y tender una mano al que todavía camina por detrás de ti, proyectando en él la sola idea de que llegará a su destino en el momento perfecto, igual que lo deseas para ti. Y eso solo podrás hacerlo desde la oración victoriosa, y siempre agradecida, al saber que todos estamos “condenados” a ser felices, es decir, a Despertar. Algo que sucederá más pronto que tarde. Por eso, ya es tiempo de que comiences a prepararte para todo lo milagroso, maravilloso, mágico, indescriptible e inabarcable que está por llegar: el Despertar de la Humanidad.
La historia es importante y quizá te ayude saber en qué punto de ella estamos: en el final. Todos los Textos Sagrados hablan de este momento y, por increíble que pueda parecer, tú lo estás viviendo por decisión propia. Por eso es importante que lo comprendas, pues es lo que te ayudará a tomar la necesaria responsabilidad para transitarlo de una forma confiada, serena y pacífica.
Estamos en tiempos de “Revelación”. De ahí que todo se encuentre ya aquí (en nuestro plano) y a nuestro alcance. Solo es necesario “tener ojos para ver y fe para creer”. Pues el tiempo de la Verdad ha llegado: Una Verdad en la que solo el Amor es real puesto que en realidad “Todo es Amor”. Y, por eso, ahora el Camino se ha abierto y se está despejado a marchas forzadas para que podamos confiar en Él y en su Plan pues, aunque no es tu misión comprenderlo (y mucho menos tratar de abarcarlo) sí lo es rendirte total y libremente al Amor que Es. Tienes una oportunidad maravillosa para abrir los ojos y lo que es más importante, el corazón, a lo que está sucediendo en este momento en la Tierra. No en vano, llevas siglos esperándolo y, finalmente, tus oraciones han sido contestadas.
“Venga a nosotros Tu Reino” y en eso estamos. En juntar el Cielo y la Tierra para vivir aquí lo de allí entendiendo que en verdad ya no hay “allí y aquí” porque todo se ha unido, se ha unificado, en la Paz, el Amor, la Igualdad y la Fraternidad que todos deseamos y estamos a punto de ver. Y eso pasa por reconocer que eres Ser Divino. Una chispa de Luz y Amor recorriendo el Camino de vuelta a Casa, la verdadera, que no es otra que el Todo y la Nada del que procedes y del que jamás podrás separarte porque es tu razón de ser.
Por eso querido lector, amigo y hermano estamos transitando estas pruebas que como Humanidad hemos pedido vivir y que nos están preparando para el “Gran Momento”. Ese momento que muchos han denominado el “Flash Solar”. El Gran Regalo de Amor Divino, en verdad, que nos permitirá a todos ver y sentir la Verdad sin velos, es decir, sin miedo, con el fin de que podamos recordar lo que verdaderamente somos y comprender que, en verdad, siempre lo hemos sido.
Por eso ha llegado la hora de que te conviertas en un verdadero buscador de la Verdad y visualices solo lo más elevado que seas capaz de proyectar, desde lo más profundo de tu corazón y para toda la Humanidad. El momento de que te abras a pedir para que puedas recibir todo lo que ya está disponible para ti y que tu gozo así sea colmado. El momento de aquietar tu mente y meditar, ahora más nunca, para poder escuchar en el “silencio que revela”. Y de orar, de la manera que sientas hacerlo, para hablar con Dios Padre Madre y que te ayude a seguir rindiéndote a Él, cada día con más confianza y consciencia, permitiéndote así sentir el inmenso e infinito Amor de su Reino que, en realidad, habita dentro de ti… pues es para eso que Creó tu corazón.
✕
Accede a tu cuenta para comentar