Jorge Fernández Díaz

Cien años del milagro de las apariciones en Fátima

El ex ministro Jorge Fernández Díaz prologa el relato sobre la historia que «más se ajustaba a la realidad», según Sor Lucía.

Sor Lucia junto a sus primos, Francisco y Jacinta
Sor Lucia junto a sus primos, Francisco y Jacintalarazon

El ex ministro Jorge Fernández Díaz prologa el relato sobre la historia que «más se ajustaba a la realidad», según Sor Lucía.

Este año se conmemora el centenario de las apariciones de Fátima, unos hechos que se sucedieron ante los ojos de tres pastores entre mayo y octubre de 1917 en una pequeña aldea de Portugal. Los hermanos Francisco y Jacinta, de ocho y siete años en el momento de la primera de las apariciones, fueron testigos junto a su prima, hoy recordada como Sor Lucía, de los presagios que la Virgen quiso poner de manifiesto en un mundo acechado por las guerras. Pero fue esta última la elegida para hacer realidad su deseo, obedeciendo a las palabras que la Madre de Jesús le profesó en su segunda aparición: «Jesús quiere servirse de ti para hacerme conocer y amar». Los dos hermanos no tuvieron ese cometido, pero no dudaron en ningún momento de su fe, incluso al ser anunciada su muerte prematura: Francisco y Jacinta dejarían este mundo tan solo un año después de la primera visita de la Virgen con un legado de penitencia y milagros que darían lugar, casi cien años más tarde, a su canonización.

Mucho se ha escrito acerca de las apariciones de Nuestra Señora y la entrega en vida de los pastores, pero donde mejor se recoge esta obra divina es en la edición del Doctor en Derecho Canónico, Manuel Fernando Silva, «Los Pastorcitos de Fátima» (Ed. San Román). Un relato que la propia Sor Lucía, encargada de mantener los diálogos con la Virgen, reconoció como el que «más se ajustaba a la verdad» y que fue recogido por el Tribunal vaticano a la horade llevar a cabo el proceso canónico de beatificación y canonización. En él se pueden entender los detalles que elevaron a los Pastorcitos a ser reconocidos como beatos y como los primeros niños santos no mártires de la Iglesia Católica.

El prólogo del ex ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, devoto y firme creyente de Fátima, hace una introducción sobre los acontecimientos de Cova da Iria en la que adentra las oraciones de la Virgen, que en advertencia a la humanidad de las fatídicas consecuencias de sus actos, pidió la Consagración de Rusia a su inmaculado corazón por parte del Papa y en comunión con todos los obispos del mundo. «Las guerras son consecuencia del pecado de los hombres», recoge Fernández Díaz en relación al pronunciamiento de la Virgen el 13 de julio de 1917, cuando Europa se desangraba durante la Primera Guerra Mundial. Y concluye: «Si no hay conversión de los corazones, vendrá otra guerra mayor», profetizando la Segunda Guerra Mundial.

Sorprendido por lo que aún desconocía sobre el milagro de esta historia, tan necesaria para entender lo que aconteció al siglo XX, el ex ministro otorga las claves para su comprensión a través de las propias palabras de la Virgen, que resume en «penitencia y oración».

«A pedir, enfrente» es el título que el político dedica a este prólogo inspirado por la anécdota que un buen allegado suyo le contó en relación a su visita a Fátima trece años atrás .En ella, este devoto de Santa María cuenta cómo una voz quedó grabada en su alma mientras se encontraba inmerso en sus oraciones en la Capilla del Santísimo, que, para aquel entonces, estaba enfrente de la Capelinha, pronunciándole las mismas palabras que el título del prólogo. Había deshonrado a la «Madre Nuestra» al no saludar primero a la Señora de la Casa, «allí, en la Capelinha de Fátima, donde atiende las visitas de su hijos, que acuden en petición de ayuda y de consuelo».

De la decisión de estos tres niños, el mundo obtuvo un respiro tras cuatro años de contienda mundial. Las plegarias terrenales fueron atendidas y la guerra cesó, para 20 años después reavivarse en una de mayores magnitudes al no ser atendida la petición celestial sobre la Consagración de Rusia. A raíz de este libro surgen nueve vídeos, disponibles en You Tube, en los que su también editor, Javier Paredes, pone en contexto el milagro de Fátima con una entrevista al ex ministro. En ellos se aborda cómo profetizan los anuncios de la Virgen la historia del siglo XX, por ejemplo, a través del materialismo ateo de Rusia o el nexo con el Papa Juan Pablo II. Este último suceso fue anunciado en la tercera de las apariciones augurando la caída de un Obispo vestido de blanco. Javier Paredes, catedrático de historia en la Universidad de Alcalá, cuenta cómo el Papa « no tenía devoción previa por Fátima. Pero tras el atentado en la Plaza de San Pedro, cae en la conexión con las premoniciones de la Virgen». Además, esclarece como Jorge Fernández Díaz, «una persona instruida durante décadas sobre el milagro de los pastores y de la que puede decirse que pocos saben más que él sobre el tema», fue elegido para la realización del prólogo por ser, sencillamente, «la persona más adecuada».

Esta obra de M. Fernando Silva descansa hoy en la réplica de la celda que se hizo en el Memorial de Sor Lucía, tal y como ella la custodiaba en vida.