Iglesia Católica
«Colaboraré con Francisco cueste lo que cueste, si hace falta hasta dar la vida»
El Papa sorprende con el anuncio de un nuevo Consistorio para nombrar cinco cardenales, entre ellos al Arzobispo de Barcelona, Juan José Omella.
El Papa sorprende con el anuncio de un nuevo Consistorio para nombrar cinco cardenales, entre ellos al Arzobispo de Barcelona, Juan José Omella.
Con gran sorpresa. Cuando al arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, le comunicaron que el Papa había anunciado un nuevo Consistorio para nombrarle cardenal, no terminaba de creérselo. «Estaba de visita pastoral en un local de Cáritas, para bendecirlo, cuando recibí la llamada de un amigo obispo que estaba en la plaza de San Pedro para darme la enhorabuena, fue entonces cuando me enteré de la noticia». Tal fue la sorpresa que «al principio creí que estaba bromeando», dijo Omella en declaraciones a LA RAZÓN. Tras la emoción inicial, el arzobispo de Barcelona decidió continuar con su visita pastoral y con el resto de actividades programadas para la jornada dominical. «Todavía no he tenido la oportunidad de conversar con el Papa, ha sido un día muy intenso», afirmó ayer por la tarde a este diario tras concluir su visita a una prisión.
El arzobispo de Barcelona se convertirá el 28 de junio en cardenal, un cargo que «conlleva muchísima responsabilidad, porque supone colaborar directamente con el Papa», celebró. En su nueva etapa, Juan José Omella, se compromete, en primer lugar, a «colaborar directamente con Francisco por las necesidades de la Iglesia universal»; y en segundo lugar, pero igualmente importante, «trabajar por la evangelización en el mundo, para que en todos los rincones prenda la llama del Evangelio, trabajar junto al Papa en esta tarea». Y agregó: «Lo haré cueste lo que cueste, como los ápostoles, si hace falta, hasta dar la vida».
Con esta nueva birreta cardenalicia, ya son 13 las de procedencia española. Francisco sorprendió ayer con el anuncio de un Consistorio para la creación de cinco cardenales procedentes de diversos países. Con ellos son ya 121 los purpurados con derecho a voto en el caso de que se celebrase un cónclave, mientras que los no electores (los que superan los 80 años) continúan siendo 106.
Nadie podía imaginar que después del consistorio celebrado el pasado 19 de noviembre para crear 13 nuevos cardenales –entre ellos al arzobispo de Madrid, Carlos Osoro–, el Papa se plantease convocar otro con tampoco tiempo. Pero el Pontífice no deja de sorprender y en pro de las necesidades de la Iglesia y en concreto del Colegio Cardenalicio, el próximo 28 de junio, fiesta de San Pedro y San Pablo, de nuevo el centro mediático será la Santa Sede con el nombramiento de los cinco cardenales.
Después de rezar el «Regina Coeli», Francisco dio el anuncio y los nombres de los cinco nuevos purpurados, que proceden de Europa, Asia y América: Jean Zerbo, Arzobispo de Bamako (Mali); Anders Arborelius, Obispo de Estocolmo (Suecia); Loius Marie Ling Mangkhanekhoun, Vicario apostólico de Paske (Laos); Gregorio Rosa Chávez, Obispo Auxiliar de San Salvador (El Salvador) y Omella, arzobispo de Barcelona.
El Papa explicó que la procedencia «de diversas partes del mundo manifiesta la catolicidad de la Iglesia extendida por la tierra y que la asignación de un título o una diaconía expresa la pertenencia de los cardenales a la diócesis de Roma que, según la expresión de San Ignacio, ‘‘preside la caridad’’ de todas las Iglesias». Además, reveló que «el jueves 29 de junio, solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, concelebraré la Santa Misa con los nuevos cardenales, con el Colegio Cardenalicio, con los nuevos Arzobispos Metropolitanos, Obispos y algunos presbíteros».
Con la designación de Omella ya no hay duda de que para Francisco la Iglesia en España es fundamental y tiene un papel prioritario. Si bien es cierto que alguno de los nuevos prelados nombrados por el Papa proceden de lugares «periféricos», en esta ocasión esta característica no ha estado tan presente como en los anteriores cónclaves.
Francisco conoce bien a Omella. Sabe que durante muchos años ha sido el hombre de Cáritas en España, siempre al lado de los más pobres y necesitados. El Papa le envió en noviembre de 2016 de Logroño a Barcelona. De una diócesis pequeña a una gran ciudad en la que el número de católicos ha experimentado un importante retroceso en los últimos años. Hombre de diálogo y conocido por su capacidad de escucha, a Francisco le pareció el hombre adecuado para el gobierno de la Iglesia en Barcelona y para hacer frente al desafío independentista catalán. Este Turolense de 71 años ha presidido durante varios años la comisión episcopal de Pastoral Social y desde 2014 es miembro de la Congregación para los Obispos.
Nuestro país cuenta ahora mismo con tres cardenales muy cercanos al Papa: el arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez (a quien nombró cardenal en 2015), Carlos Osoro y ahora Juan José Omella. Como a ellos, es muy probable que el 28 de junio vuelva a pedir a los elegidos ser ante todo servidores del pueblo.
Este consitorio será el cuarto celebrado por Francisco y, aunque lejos de los 24, 20 y 17 purpurados creados en los anteriores, de nuevo en éste se hará historia y España continuará siendo uno de los países con mayor número de cardenales en todo el mundo.
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