De «Corte» a «Haima»

Ayer, cumplido el protocolo comojefe de Estado, el Papa celebraba la misa en el International Stadium de Ammán, la capital de Jordania. Francisco llegaba para confirmar en la fe a estas iglesias con pocos cristianos, pero con mucha fuerza interna. En la misa ya empecé a vislumbrar un nuevo estilo en las celebraciones de los viajes papales. Poca «corte vaticana» en este «su» primer viaje fuera de Italia; el de Brasil para la JMJ ya estaba preparado. En Amán, en un altar muy cercano al pueblo, elevado bajo una «haima», sólo estaban los obispos del país, sus sacerdotes. En las primeras filas religiosos y religiosas y un laicado potente, y muchos niños y jóvenes, muchos. Creí ver de la curia romana sólo a Sandri y a Touran, responsables de Relaciones Interconfesionales y de Iglesias Orientales respectivamente. Sotanas rojas, sólo la de Marini, ceremoniero. Todo muy en la liturgia del Vaticano II. No hubo que sacar nada de los museos. Todo parecía una misa de una catedral normal en un domingo de fiesta con su obispo a la cabeza. Nada de autoridades, ni excesivas sillas reservadas. Francisco ha sido tajante en las orientaciones sobre los viajes y se ha empezado a ver. En el presbiterio los cuadros de los dos nuevos papas santos y obispos y sacerdotes de aquellas iglesias entorno al obispo de Roma, celebrando la Eucaristía. Muchas canciones y una emoción contenida en el canto del Padrenuestro en árabe, poco después de oír cómo desde las mezquitas se llamaba a una de las oraciones del día. Al acabar, cada uno a su casa a celebrar el día de la fiesta nacional, hoy, 25 de mayo.