Ciudad del Vaticano
El Papa envía a 270 familias a evangelizar
Francisco recibió en audiencia a 8.000 miembros del Camino Neocatecumenal y bendijo de nuevo su carisma. «Yo me quedo aquí, pero voy con ustedes con el corazón»
Francisco recibió en audiencia a 8.000 miembros del Camino Neocatecumenal y bendijo de nuevo su carisma. «Yo me quedo aquí, pero voy con ustedes con el corazón»
«Yo me quedo aquí, pero con el corazón voy con ustedes». El Papa Francisco se conmovió ayer al ver cómo 270 familias del Camino Neocatecumenal se mostraron disponibles a dejarlo todo por anunciar el Evangelio en lugares tan remotos como Papúa Nueva Guinea, Costa de Marfil o China. Son las familias que constituyen las 57 nuevas «missio ad gentes» formadas en el transcurso de una convivencia internacional que finalizará mañana en Italia.
Esta fiesta de la «misionariedad» congregó ayer a mediodía a 8.000 miembros del Camino en el Aula Pablo VI del Vaticano. Entre todos ellos destacaron miles de niños hijos de estas familias –la mayoría de ellas con una media de cinco hijos–, cientos de sacerdotes y seminaristas de los diferentes seminarios que el Camino tiene en el mundo. Uno de los momentos más divertidos fue cuando Bergoglio, después de saludar por el pasillo central a las personas que se agolpaban para darle la mano al inicio del encuentro, invitó a cuatro niños a subir con él las escaleras del estrado y sentarse en el suelo a su lado. A las familias que saldrán en misión en las próximas semanas, Francisco les agradeció esta decisión de abandonar todo por amor a Jesucristo: «Les agradezco, en nombre mío, pero también en nombre de toda la Iglesia por este gesto de ir, pero ir hacia lo desconocido y sufrir. Porque habrá sufrimiento ahí, pero también habrá la alegría de la gloria de Dios, la gloria que está en la Cruz».
En el discurso, el Papa aseguró estar «contento de encontrarlos». «¡Un saludo especial a aquellos que están por salir! Han recibido el llamado a evangelizar: bendigo al Señor por esto, por el don del Camino y por el don de cada uno de ustedes». Francisco, refiriéndose en concreto al Camino, reconoció que «ustedes han recibido un gran carisma, carisma para la renovación bautismal de la vida. Se entra en la Iglesia por el Bautismo. Cada carisma es una gracia de Dios para aumentar la comunión».
«Ustedes irán al encuentro de tantas ciudades, de tantos países. Dios no es atraído por la mundanidad, al contrario, la detesta; pero ama el mundo que ha creado, y ama a sus hijos en el mundo así como son, ahí donde viven, incluso si están “alejados”. No será fácil la vida en países lejanos, en otras culturas, no les será fácil, ¡eh! Pero es su misión», añadió.
«Y esto lo hacen por amor, por amor a la Madre Iglesia, a la unidad de esta madre fecunda; lo hacen para que la Iglesias sea madre fecunda», subrayó entre aplausos.
«Familias generosas»
Después del encuentro, Kiko Argüello, fundador del Camino, conversó con LA RAZÓN y aseguró sentirse «muy agradecido al Santo Padre y muy contento por las familias». «Ha sido un espectáculo, las familias han sido muy generosas, nos llenan de consuelo...Cuando la gente las ve, se queda sorprendida y muchos regresan a la Iglesia».
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