Catolicismo
El Papa Francisco pide oraciones por las víctimas de Bagdad y Dhaka
El Papa Francisco ha expresado este domingo su cercanía a los familiares de las víctimas y a los heridos de los atentados que este fin de semana han dejado cerca de un centenar de muertos en la ciudad bangladeshí de Dhaka y en la capital iraquí, Bagdad. "Recemos juntos por ellos y por los difuntos. Pidamos al Señor que convierta el corazón de los violentos cegados por el odio", ha manifestado Francisco tras el rezo del Angelus, antes de dirigir el rezo de un avemaría con los fieles que han acudido a verle a la Plaza de San Pedro.
Antes del Angelus, el Papa ha ofrecido una predicación en la que ha aplaudido el papel de los misioneros cristianos, cuya misión es, según ha explicado, "llevar a todos el amor y la ternura de Dios padre celestial"y anunciar la "cercanía del Reino de los Cielos"con un mensaje "de esperanza, de consuelo, de paz y de caridad".
El Pontífice ha subrayado de que se trata de una tarea "difícil"que se realiza --parafraseando el Evangelio de este domingo-- "como ovejas entre lobos", pero aún así se ha mostrado convencido de que "misión del cristiano en el mundo es estupenda".
"La hostilidad está siempre al inicio de las persecuciones de los cristianos. Jesús sabe que la misión la obstaculiza la obra del maligno, por eso los discípulos del Evangelio se esforzarán por permanecer libres de condicionamientos humanos de todo tipo, no llevando bolsa, ni túnica ni sandalias, tal como les recomienda Jesús, para aferrarse a la confianza en la potencia de la cruz de Cristo", ha explicado.
En el contexto actual, ha explicado que la recomendación de Jesús significa "abandonar todos los motivos de avance personal, el carrerismo y la gloria del poder", para desempeñar el anuncio del Evangelio "haciéndose instrumento humilde de la salvación operada por el sacrificio de Jesús".
LLAMAMIENTO A SER MISIONEROS
El Papa ha hecho un llamamiento a todos los cristianos y, particularmente, a los jóvenes a ser misioneros tanto en tierras lejanas como en su vida cotidiana y ha asegurado que "nadie está excluido"de esta tarea: "`Hacen falta cristianos que testimonien con alegría el Evangelio de la vida cotidiana!", ha exclamado.
Para ello, ha explicado que ser misionero requiere "mucha generosidad y tener la mirada del corazón apuntando hacia lo alto para invocar la ayuda del Señor"y que "es una tarea difícil"pero ha asegurado que, cuando se hace, "el corazón rebosa de alegría". "Pregunto: ¿cuántos de vosotros jóvenes que estáis hoy en la plaza sentís la llamada del Señor a seguirlo? No tengáis miedo, sed valientes y llevad a los demás la antorcha del celo apostólico que nos ha sido dada por esos discípulos ejemplares. Pidamos al Señor para que no falten en la Iglesia corazones generosos que trabajen para llevar a todos el amor y la ternura de Dios padre celestial", ha concluido el Pontífice.
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