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El Papa quiere políticos que «estén a la altura» para crear futuro
El Santo Padre desgranó en su primer discurso en Brasil las claves para proteger a los jóvenes: «Hay que tutelar las condiciones materiales y espirituales»
El Santo Padre desgranó en su primer discurso en Brasil las claves para proteger a los jóvenes: «Hay que tutelar las condiciones materiales y espirituales»
río de janeiro- A las cinco en punto de la tarde hora local, Francisco bajaba las escaleras del Airbus A330, en la base aérea del aeropuerto Antonio Carlos Jobim de Río de Janeiro. Sonriente como siempre, nada más tocar suelo brasileño, el Papa fue recibido por la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. A partir de ahí, los protocolarios saludos con las autoridades civiles y eclesiásticas del país, acompañado por el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone; y por los cardenales Marc Oullet, presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, y el brasileño Joao Braz de Aviz. No hubo discurso oficial de bienvenida, como suele ser habitual en los viajes de otros Papas. Las intervenciones se dejaron para el Palacio de Guanabara, la sede de la Gobernación de Río de Janeiro, donde tuvo lugar la ceremonia protocolaria de recepción.
Allí, nada más comenzar su intervención, Roussell pidió un aplauso para el primer Papa latinoamericano. «Sabemos que tenemos un líder religioso sensible a la justicia social», destacó la presidenta brasileña. Posteriormente, en su primer discurso en tierra brasileña, el Papa Francisco dejó una advertencia de peso para los gobernantes, tanto brasileños como del resto del planeta. Dijo que la juventud es «la ventana por la que entra el futuro en el mundo y, por tanto, nos impone grandes retos». Ante Rousseff, el gobernador del Estado de Río de Janeiro y el resto de autoridades civiles y eclesiásticas, el Pontífice dejó ocho mandamientos que los gobiernos deben cumplir para satisfacer las necesidades de la juventud.
Garantizar la educación y los valores
El primero es que la generación que hoy ostenta el poder «esté a la altura de la promesa que hay en cada joven cuando sepa ofrecerle espacio». Los siete siguientes los fue desgranando a continuación: «Tutelar las condiciones materiales y espirituales para su pleno desarrollo; darle una base sólida sobre la que pueda construir su vida; garantizarle seguridad y educación para que llegue a ser lo que puede ser; transmitirle valores duraderos por los que valga la pena vivir; asegurarle un horizonte trascendente para su sed de auténtica felicidad y su creatividad en el bien; dejarle en herencia un mundo que corresponda a la medida de la vida humana; y despertar las mejores potencialidades para ser protagonista de su propio porvenir y corresponsable del destino de todos».
El Papa invitó a los participantes en la JMJ y a todos los católicos a que se pregunten qué pasaría «si no cuidáramos nuestros ojos». Fue con esta imagen, propia de los brasileños, con la que se refirió al amor de los padres a sus criaturas: «''Los hijos son la pupila de los ojos''. ¡Qué hermosa es esta expresión de la sabiduría brasileña, que aplica a los jóvenes la imagen de la pupila de los ojos, la abertura por la que entra la luz en nosotros, regalándonos el milagro de la vista!».
En el discurso de bienvenida, Francisco explicó que llegaba a Brasil para encontrarse «con jóvenes venidos de todas las partes del mundo, atraídos por los brazos abiertos de Cristo Redentor. Quieren encontrar un refugio en su abrazo, justo cerca de sus corazones». Destacó que los participantes en la JMJ vienen de «diversos continentes», hablan «idiomas diferentes» y «pertenecen a distintas culturas», pero todos ellos encuentran en Cristo «las respuestas a sus más altas y comunes aspiraciones. Estos jóvenes «tienen confianza en Cristo: no tienen miedo a arriesgar con él la única vida que tienen, porque saben que no serán defraudados».
Rousseff propone una alianza contra «la desigualdad»
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, propuso ayer al Papa una alianza para combatir las desigualdades y para diseminar por el mundo iniciativas de superación de la pobreza que han sido exitosas en Brasil. Rousseff indicó al Pontífice que se enfrentan a un enemigo común, «la desigualdad en todas sus formas», y manifestó su preocupación por la crisis económica mundial. Durante su discurso, Rousseff precisó que también comparten valores como «la justicia social, la solidaridad» así como la lucha por «los derechos humanos y la paz entre las naciones».
LOS 4 HOMBRES DEL PAPA
Acompañándole en el avión, en el «tú a tú» con los periodistas, estaba el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi. Junto a Francisco, también viajaron en el vuelo de Alitalia casi medio centenar de colaboradores. Así, nada más aterrizar en Río de Janeiro, quien le daba indicaciones eta precisamente el responsable de los viajes papales, Alberto Gasbarri. Otro de los «imprescindibles» para el periplo por las distintas eucaristías que celebre el Papa será el maestro de Ceremonias Pontificias, Guido Marini. Y en un segundo plano, su médico personal, Patrizio Polisca. Al frente del séquito, otros cuatro hombres de confianza.
Tarcisio Bertone
Este salesiano, nombrado secretario de Estado de la Santa Sede por Benedicto XVI, es el responsable de las labores ejecutivas en el Gobierno de la Iglesia. Por tanto, será clave en cada uno de los encuentro de índole política que se lleven a cabo en el viaje.
Marc Ouellet
Presidente de la Comisión para América Latina, era el papable favorito en todas las quinielas. Este canadiense mantiene una estrecha amistad con el Santo Padre y es uno de los mejores conocedores de la realidad y los desafíos de los católicos del continente.
Joao Braz de Aviz
El presidente de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada es quien puede ayudar al Papa como guía durante todos estos días tanto en la capital brasileña como en el viaje a Aparecida, al ser su tierra y manejar perfectamente el idioma.
Alfred Xuereb
Cuando se habla del secretario personal de Benedicto XVI, todo el mundo tiene en mente a Georg Gänswein. Junto a él, responsable de las tareas del día a día del Papa en el plano administrativo se encuentra este «prelado de honor» que ahora viaja con Francisco
El pontífice, que no tiene previstas actividades el martes y el miércoles, viajará a la ciudad de Aparecida, en el vecino estado de Sao Paulo, para visitar el mayor santuario brasileño y la basílica dedicada a la patrona de Brasil.
Pese a que la Jornada Mundial de la Juventud será abierta el martes con una misa presidida por el arzobispo de Río de Janeiro, Francisco tan sólo se ceñirá a las actividades oficiales del evento el jueves, cuando será recibido oficialmente por cerca de 1,5 millones de personas en el paseo marítimo de la famosa playa de Copacabana.
Al día siguiente el pontífice regresará a Copacabana para participar en la escenificación de un Vía Crucis en un evento en el que también son esperados 1,5 millones de fieles.
Francisco volverá a encontrarse con los peregrinos en la noche del sábado en una vigilia en el Campus Fidei, como fue bautizado el descampado en el alejado barrio de Guaratiba en el que fue construido el altar para la misa campal que presidirá al día siguiente y con la que concluirá la Jornada Mundial de la Juventud.
Las autoridades brasileñas calculan que unas dos millones de personas participarán en los diferentes actos del evento, entre los cuales 800.000 turistas extranjeros y brasileños y los 300.000 peregrinos de todo el mundo oficialmente inscritos.
La seguridad del pontífice en Brasil será garantizada por cerca de 20.000 policías y militares.
Las medidas de seguridad fueron reforzadas tras las manifestaciones por mejores servicios públicos que sacudieron Brasil en junio pasado y que llegaron a movilizar en algunas jornadas a más de un millón de personas en un centenar de municipios.
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