Ciudad del Vaticano
El Papa refuerza el control sobre las finanzas del Vaticano
El «ministerio de Economía» no decidirá sobre la gestión de los fondos
La reforma de las finanzas vaticanas emprendida por el Papa Francisco ha entrado en su última fase con la publicación de los estatutos de los tres nuevos organismos creados para modernizar la gestión en este campo y lograr la máxima transparencia en las cuentas: el Consejo para la Economía, la Secretaría para la Economía y la Oficina del Revisor General. Firmados por el Pontífice el 22 de febrero, estos documentos están en vigor desde el pasado domingo «ad experimentum», por lo que podrán ser modificados si resulta necesario tras su puesta en práctica.
Los estatutos crean una estructura de control múltiple que evita la excesiva concentración de poder en la Secretaría para la Economía, cuyo prefecto, el cardenal australiano George Pell, había sido objeto de críticas por parte de algunos purpurados por su supuesta intención de ampliar sus competencias tanto al control como a la gestión de los recursos financieros. El dicasterio guiado por Pell deberá aprobar todas las operaciones económicas y los gastos superiores a una cierta suma, pero no administrará los bienes e inversiones de la Santa Sede, que seguirán bajo la competencia de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA). Este organismo mantiene todas sus competencias excepto la contratación del personal, de la que ahora se encargará la Secretaría para la Economía.
La principal responsabilidad del «ministerio» liderado por el cardenal australiano es el «control y vigilancia en materia administrativa y financiera» de los dicasterios de la Curia romana y del resto de instituciones ligadas a la Santa Sede o a la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano. En esta labor está acompañado por la Oficina del Revisor General, un nuevo ente para controlar las cuentas y la administración de las distintas instituciones vaticanas, de manera que se eviten irregularidades y se garantice la transparencia financiera. El revisor general cuenta con dos revisores adjuntos, quienes tienen competencia para llevar a cabo eventuales inspecciones.
Al establecer un sistema de múltiples controladores y separar la vigilancia de los recursos de su gestión, Francisco hace de la Secretaría para la Economía una suerte de Prefectura para los Asuntos Económicos con mayor poder, pero sin convertirse en el «súper ministerio» que algunos curiales temían. El dicasterio liderado por Pell queda constituido en dos secciones. La primera se dedica al control de las cuentas y recursos financieros, mientras que la segunda tiene competencias administrativas y aconseja a las instituciones de la Curia sobre cómo organizar sus presupuestos y gestionar el personal. En este último campo, deberá coordinarse con la Secretaría de Estado, guiada por el cardenal Pietro Parolin, que conserva la competencia de verificar la idoneidad de los aspirantes a trabajar en la Santa Sede.
El otro organismo cuyo funcionamiento queda enmarcado con los nuevos estatutos es el Consejo para la Economía, coordinado por el purpurado alemán Reinhard Marx. Según los documentos firmados por Francisco, es el ente «competente para vigilar las estructuras y las actividades administrativas y financieras» de los dicasterios de la Curia romana y para introducir las reformas que le proponga la Secretaría para la Economía. Compuesto por 15 miembros, el Consejo no tendrá una presencia fija en Roma, pues sus componentes se reunirán cuatro veces al año. Entre ellos está el español Enrique Llano Cueto, auditor con amplia experiencia internacional.
Doce meses de trabajo
- Creación del ministerio
Hace justo un año el Papa Francisco, tras una reunión con los cardenales que estudian la reforma de la Curia Romana, decidió crear una suerte de ministerio de finanzas, Secretaría de Economía, para supervisar todas las cuentas del Vaticano y un Consejo de Economía formado por ocho cardenales y dos laicos.
- Cinco reuniones
A lo largo del último año, el Consejo de Economía, que preside el cardenal Reinhard Marx, se reunió en cinco ocasiones para abodar precisamente los estatutos ayer publicados.
- No habrá «súper ministerio»
Algunos curiales temían que la Secretaría de Economía, además de funciones de control, asumiera la gestión de las finanzas vaticanas. Finalmente, se limitará a la vigilancia.
- Trabajo colegial
Los estatutos son el fruto de un trabajo conjunto, pues al texto propuesto por la Secretaría de Economía se incluyeron matices y observaciones de otros organismos. Todo para lograr una mayor transparencia en la gestión económica.
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