Francisco, nuevo Papa
El Papa seguirá viviendo en la Casa Santa Marta
El Papa renuncia al Palacio Apostólico para seguir en la residencia del cónclave, aunque se trasladará a la habitación 201 que cuenta con salas para reuniones
Quienes conocían a Jorge Mario Bergoglio antes de que fuera elegido Papa y de que tomase el nombre de Francisco, comentaban en los días posteriores al Cónclave que con él, las sorpresas en Roma iban a sucederse.
Quienes conocían a Jorge Mario Bergoglio antes de que fuera elegido Papa y de que tomase el nombre de Francisco, comentaban en los días posteriores al Cónclave que con él, las sorpresas en Roma iban a sucederse. Apostaban porque la sencillez y humildad con que el entonces cardenal Bergoglio vivió durante los quince años que fue arzobispo de Buenos Aires iban a empezar a calar en la Curia romana. Entre esas sorpresas que vaticinaban, estaba la de que Francisco no viviese en el apartamento pontificio del Palacio Apostólico. Para Bergoglio, que residía en una sencilla vivienda de la capital argentina, las diez habitaciones, los mármoles y los lujos de la que lleva siendo la residencia de los Papas desde 1903 resultaban excesivos. De hecho, cuando entró por primera vez en el apartamento pontificio después de su elección como obispo de Roma, dijo sorprendido al ver la amplitud: «¡Pero si aquí hay espacio para 300 personas!».
Cambio de habitación
Tras los continuos rumores en este sentido, espoleados por el hecho de que no había noticias de cuándo iba a ser la mudanza a la antigua casa de Benedicto XVI, ayer el portavoz de la Santa Sede, el jesuita Federico Lombardi, confirmó que Francisco continuará residiendo en la Domus Santa Marta. Los pequeños trabajos de reforma que requería el apartamento ya han concluido, pero el Papa prefiere seguir durmiendo y comiendo en la residencia vaticana donde pernoctaron los cardenales que participaron en el Cónclave.
Santa Marta no es conocido por ser el lugar con el mejor menú del entorno vaticano. De hecho, el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York y presidente del episcopado estadounidense, dijo cuando le regalaron antes del Cónclave una cesta llena de comida que se llevaba los caramelos porque había oído que en Santa Marta la comida «era regular».
En esta residencia, el Papa convive con otros cardenales de paso por Roma y con obispos y sacerdotes que trabajan en la Santa Sede y viven allí cuando no se celebra un cónclave. Todos los días, además, a las siete de la mañana, celebra misa en la capilla con que cuenta el edificio. Ya han participado en ellas un buen número de clérigos, así como los miembros de «L'Osservatore Romano», el diario de la Santa Sede, y los jardineros y empleados de la limpieza del Vaticano. «Les ha comentado a los otros huéspedes que convivirán por un cierto periodo», dijo Lombardi, explicando que al Pontífice le gusta el estilo de vida «sencillo» que se da en Santa Marta y el contacto con otros presbíteros.
El único lujo que se ha concedido Francisco ha sido cambiar la habitación de la residencia donde llevaba desde el inicio del cónclave a la suite 201, la más amplia del edificio, que cuenta con un espacio para poder trabajar y recibir a personalidades. Aunque no se mude al apartamento pontificio, situado en el tercer piso del Palacio Apostólico, sí que utiliza el Papa el piso de abajo, donde se encuentran la Sala Clementina, la biblioteca y otras estancias idóneas para desarrollar su labor como obispo de Roma, contó Lombardi.
En estas dos primeras semanas de Pontificado, todos los gestos y palabras del Papa generan una gran atención. Es lo que sucede con sus homilías en las misas que celebra cada mañana en Santa Marta. En la de ayer ahondó una vez más sobre la misericordia, en su opinión uno de los pilares de la fe cristiana, invitando a abrir los corazones a la dulzura del perdón de Dios. «Pensemos en lo hermoso que es ser santos, pero también en lo hermoso que es ser perdonados. Tengamos confianza en el encuentro con Jesús y en la dulzura de su perdón», dijo el Papa.
Hablando de la traición de Judas a Jesús, habló de la «noche del corrupto», que consideró una «noche definitiva», en la que el corazón «se cierra» sin querer «salir de sí mismo». Es distinta a la «noche del pecador», un estadio provisional que «todos nosotros conocemos». No hay que tener miedo de esta «noche del pecador», pues se sale de ella confesando los pecados. «La cosa más bonita es decir el nombre del pecado».
Visita secreta de algunos familiares
18 familiares de Jorge Mario Bergoglio viajaron a Roma desde Argentina en los días posteriores a su elección como Papa para felicitarle personalmente y poder acompañarle en sus primeros pasos como obispo de Roma. Según ha podido saber LA RAZÓN, los parientes del Pontífice mantuvieron su identidad en secreto. Sus allegados «desobedecían» al Papa al volar a Roma, pues poco después de ser elegido como sucesor de Benedicto XVI, Bergoglio llamó al nuncio en Buenos Aires para pedirle que comunicase al clero y a los fieles argentinos que no viajasen a Italia para participar en la misa con que comenzó su pontificado. Les instaba a que dedicaran el dinero del pasaje a los más desfavorecidos. También «desobedeció» al Pontífice acudiendo a esta ceremonia su prima, la religiosa Ana Rosa Sivori. Dos semanas después de cambiar el rojo cardenalicio por el blanco papal, Francisco sigue recibiendo felicitaciones. Una de las más llamativas es el tango que le ha escrito y compuesto su compatriota Daniel Ursini. «Yo soy el tango, tu amigo / el que nació entre los pobres/ y aunque hoy te llamen Francisco / vos sos el Jorge, de Flores», dice la canción. Por otro lado, el diario Clarín anunció ayer que el Santo Padre visitaría Argentina el próximo mes de diciembre, mientras que el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, se limitó a asegurar que «ni anuncio ni confirmo otros viajes de papa Francisco a América Latina».
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