Visita histórica del Papa a Corea

El Papa ya planea su viaje a España

«Sería posible visitar Ávila», aseguró el Papa durante el vuelo de regreso de Corea

El Papa, ayer en el avión de regreso a Roma desde Corea
El Papa, ayer en el avión de regreso a Roma desde Corealarazon

Once horas de vuelo. Un largo viaje de regreso tras los cinco días en Corea del Sur que le han valido a Francisco para intentar descongelar las frías relaciones con los estados asiáticos, para tender la mano a los hermanos del Norte, respaldar la impagable labor de evangelización de la comunidad católica y animar a los jóvenes para que no vivan adormecidos. Pero quedaba el retorno, que en el caso del Papa argentino siempre depara sorpresas. Aquel Obispo de Roma que se disculpaba por no conceder entrevistas ante las «fieras» –así bromeó con los periodistas en su vuelo de ida a Brasil– ha convertido sus desplazamientos de vuelta a Roma en una puesta a punto sobre los temas de actualidad que rondan tanto en la cabeza de los reporteros, así como de los ciudadanos de a pie y del propio Papa: la intervención en Irak, la renuncia al papado, su día a día en la Santa Sede... Y España.

Porque si en el vuelo de Tierra Santa mostró su preocupación sobre el paro en Andalucía, ayer, desde Seúl, fueron sus planes de futuro en nuestro país los que coparon parte de la atención. Al menos, entre los informadores de nuestro país. Fue Paloma García Ovejero, corresponsal de la cadena Cope en Roma, quien formuló la pregunta: «El próximo viaje será a Albania, quizá Irak. Después Filipinas y Sri Lanka, pero ¿dónde irá en 2015? Le digo también que, como sabe, en Ávila y en Alba de Tormes hay mucha ilusión. ¿Pueden seguir ilusionados?». Y el Santo Padre, con buen humor, le respondió de inmediato: «Sí, sí. La señora presidenta de Corea, en perfecto español, me ha dicho "la esperanza es lo último que se pierde". ¡Así me lo ha dicho!». Y en ese momento, García Ovejero le pidió que continuara: «¿En qué sentido se lo ha dicho?». «No, me lo ha dicho confiando en la reunificación de Corea, y por eso me ha venido a la mente. [Sobre España] Se puede mantener la ilusión, pero no está decidido», se mostró cauto el Papa argentino sobre su presencia en la ciudad de Teresa de Jesús el próximo año con motivo de los 500 años del nacimiento de la santa y doctora de la Iglesia.

«Los Reyes me han invitado, el Episcopado me ha invitado...», recordó el Obispo de Roma que reconoció que «hay una lluvia de invitaciones para ir a España. Que si Santiago de Compostela, que si... A lo mejor es posible, pero no digo más porque no está decidido. Ir por la mañana a Ávila y Alba de Tormes y regresar a primera hora de la tarde, sería posible».

De esta manera dio muestras claras de que ya tiene planeado el que sería su primer viaje a nuestro país como Pontífice, como ya adelantó este diario hace unos meses en el primer número del suplemento semanal de información religiosa LA RAZÓN DE LA FE. A pesar de la apretada agenda del Santo Padre, que tiene la reforma de la Curia como uno de sus desafíos más apremiantes, el interés mostrado tanto por los obispos españoles como por las altas instituciones del Estado en cada una de las audiencias en las que han participado en el Vaticano ha hecho que en Roma desde hace meses se dé por hecho este encuentro de Francisco con los españoles.

Como manifestó el Papa ayer, no se trataría de un viaje largo. Es más, si ayer manifestó en su regreso de Corea del Sur su intención de mostrar unas horas en nuestro país, lo cierto es que son muchas las alternativas que tendría sobre la mesa para que no sólo acudiera a los lugares que vieron crecer y morir a la fundadora de las carmelitas descalzas. Así, el secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, José Rodríguez Carballo, le ha insistido en más de una ocasión en la importancia de visitar Compostela, precisamente cuando este año se cumplen 800 años de la peregrinación de San Francisco de Asís a tierras gallegas. En esta misma línea, no se descartaría que al Papa se le propusiera celebrar una misa o una vigilia multitudinaria en Madrid o Barcelona. En cualquier caso, se trataría de una visita relámpago como la realizada por Benedicto XVI a Santiago y Barcelona en noviembre de 2010.

Y si todavía está abierta la duración de la visita, también resulta complicado aventurar cuándo podría tener lugar la cita, siempre bajo la aprobación de la Secretaría de Estado vaticana. Aunque se da por hecho que se trataría de un fin de semana, no está claro que coincida con alguna de las fechas clave planteadas por la Fundación para la Conmemoración del V Centenario de Santa Teresa de Jesús. En principio, se buscaría que el Papa participara en alguno de los acontecimientos más importantes del año como la inauguración y la clausura, el propio día del Centenario –28 de marzo de 2015– o el Encuentro Internacional de jóvenes en agosto.

El detalle

Albania, Estados Unidos, México...

- Además del viaje a España, Francisco justificó su próxima visita a Albania. «Han conseguido formar un gobierno de unidad nacional entre islámicos, ortodoxos, católicos, con un consejo interreligioso que ayuda mucho y es equilibrado, armonizado. La presencia del Papa es para decir a todos los pueblos que se puede trabajar juntos», apuntó, además de subrayar su pasado comunista: «Si tú ibas a misa, era anticonstitucional». Sobre Estados Unidos, apuntó que quizá podría visitar Philadelphia, Nueva York y Washington. También dejó caer que en ese mismo viaje podría ir a México.