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El Vaticano juzgará a los obispos que oculten los abusos

El Papa hoy durante la Audiencia general
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El Papa Francisco ordenó ayer la creación de un tribunal especial en la Congregación para la Doctrina de la Fe dedicado a juzgar a los obispos que cometan delitos de abuso de oficio, entre los que destacan la ocultación de eventuales casos de pederastia cometidos por sacerdotes o religiosos de sus diócesis. El Pontífice da así un paso más en su política de «tolerancia cero» frente a los abusos sexuales a menores en la Iglesia: los acusados de encubrir a quienes cometen estos pecados y delitos tendrán a partir de ahora que vérselas con los tribunales vaticanos.

Fue el cardenal capuchino estadounidense Seán Patrick O’Malley, responsable de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, quien propuso esta idea a Jorge Mario Bergoglio. O’Malley presentó el proyecto durante las sesiones celebradas desde el lunes hasta ayer por el Consejo de Cardenales (C-9), el grupo de nueve purpurados encargado de ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia y en la reforma de la estructura de la Santa Sede. El encargado de explicar esta sustantiva novedad en el tratamiento de los abusos sexuales dentro de la Iglesia fue el portavoz vaticano, el jesuita Federico Lombardi. «Lo que me parece que es nuevo es que se indica un procedimiento específico para las cuestiones que pueden implicar los abusos de oficio de los obispos», comentó Lombardi, destacando que hasta ahora «no había una vía ordinaria y clara para afrontar» estos casos. La propuesta del cardenal O’Malley aprobada por Francisco contempla que la competencia para «recibir y examinar» las denuncias de abuso de oficio recaerá en tres congregaciones vaticanas: Obispos, Evangelización de los Pueblos e Iglesias Orientales. La primera se ocupará de las eventuales acusaciones que lleguen desde los países occidentales; la segunda, de las de los territorios de misión; y la tercera, de las comunidades cristianas orientales. Será después la Congregación para la Doctrina de la Fe la que deba juzgar a los obispos por estos delitos.

Según puede leerse en la lista de cinco propuestas presentadas por el purpurado capuchino, en este último dicasterio hará falta nombrar a un secretario adicional encargado de todo lo concerniente al nuevo tribunal. «Será responsable de la nueva sección judicial y el personal de la sección se empleará también en los procesos penales por abuso de menores y adultos vulnerables por parte del clero», explica la Santa Sede en una nota.

Todas estas novedades serán consultadas con el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller. El nuevo secretario, que será un arzobispo, cuya identidad aún no ha sido desvelada, trabajará bajo la supervisión de Müller y al mismo nivel que el actual número dos del dicasterio, el arzobispo jesuita mallorquín Luis Francisco Ladaria Ferrer.

El Papa secundará las decisiones de este nuevo organismo a la hora de juzgar a un obispo. Al disponer que estos procesos sean competencia de este tribunal, explicó Lombardi, se espera que acepte sus decisiones, pues ha delegado estas cuestiones en él. El portavoz aclaró que ya existe normativa en el código de Derecho Canónico sobre los abusos de oficio por parte de los prelados, pero gracias a la propuesta de O’Malley apoyada por Francisco «se define un procedimiento para afrontar estos casos». La irlandesa Mary Collins, víctima de abusos durante su niñez y miembro de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, celebró la decisión del Papa. «Estoy muy satisfecha de que haya aprobado esta propuesta de la comisión», escribió Collins en su cuenta de Twitter.

Otro argumento de peso tratado en los tres días de reuniones del C-9 es la reorganización de los medios de comunicación de la Santa Sede. Tras estudiar al detalle su situación por parte de una comisión creada ex profeso para este asunto, el Vaticano ha decidido integrarlos en un único dicasterio, cuya constitución se espera en los próximos meses. El proyecto prevé que la reforma se complete en unos cuatro años y que no conlleve el despido del personal empleado actualmente. Los eventuales cambios explicados al Consejo de Cardenales por el presidente de la Comisión para los Medios de Comunicación del Vaticano, monseñor Dario Viganò, afectarían al Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, la Oficina de Prensa del Vaticano, Radio Vaticano, el Centro Televisivo Vaticano, «L’Osservatore Romano», el Servicio Fotográfico, la Librería Editorial Vaticana, la Tipografía Vaticana y la Oficina de Internet.

En esta ronda de reuniones del C-9 también se volvió a tratar el tema financiero. El cardenal australiano George Pell, prefecto de la Secretaría de Economía, presentó un relación sobre la actualización de las reformas en este campo.