Cuba

Francisco se reunirá con Fidel

Las calles de La Habana están repletas de carteles que dan la bienvenida a Francisco, el tercer Papa que visita Cuba en 17 años
Las calles de La Habana están repletas de carteles que dan la bienvenida a Francisco, el tercer Papa que visita Cuba en 17 añoslarazon

La cita fue solicitada por Bergoglio, que será el tercer papa, tras Juan Pablo II y Benedicto XVI, que visita al histórico líder revolucionario

La longevidad en el poder, ya sea en primera línea o en un cómodo segundo plano, brinda oportunidades estupendas. Una de las más exclusivas es la de ver cómo van cambiando los nombres de los sucesivos obispos de Roma que visitan tu tierra mientras tú te mantienes en la cumbre, ya sea como máximo mandatario del país o como reserva espiritual del mismo. Fidel Castro es una de las pocas personas en el mundo que disfruta de esta prerrogativa. A partir del sábado y hasta el martes, el Papa visitará Cuba y su estancia en la isla caribeña incluye, cómo no, un encuentro con el histórico líder.

La cita, solicitada por Francisco, aún no tiene ni fecha ni hora, pero fue ayer confirmada por el portavoz vaticano, el jesuita Federico Lombardi. Bergoglio será el tercer Pontífice al que Fidel recibe. El primero fue san Juan Pablo II, que visitó el país en 1998 dejando aquella memorable frase de que hacía falta «que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba». Catorce años después, en 2012, quien viajó a la mayor de las Antillas fue Benedicto XVI. Las riendas del poder ya las tenía Raúl Castro, pero Ratzinger no perdió la oportunidad para mantener un encuentro con Fidel.

Para Francisco este viaje es muy especial. Es el más largo hasta ahora de su pontificado y tiene como meta dos países en los que nunca ha estado. Sólo pasó durante una hora por un aeropuerto cubano. El objetivo inicial del viaje era participar en el Encuentro Mundial de las Familias que se celebra en Filadelfia. Luego se unieron las invitaciones para realizar sendos discursos en el Congreso de los Estados Unidos y en la Asamblea General de Naciones Unidas. Ante los representantes de la comunidad internacional, Francisco hablará en español, mientras que utilizará el inglés en el Congreso y en dos de los otros grandes momentos de su estancia en Estados Unidos, las alocuciones en la Casa Blanca y en la Zona Cero de Nueva York.

Al explicar ayer ante la Prensa los detalles del viaje, Lombardi aclaró que se añadió la etapa cubana después de que La Habana y Washington anunciaran que retomaban sus relaciones diplomáticas en diciembre del año pasado. En el nuevo entendimiento entre ambos países tuvo mucho que ver el Vaticano, pues ejerció de mediador e incluso brindó su territorio para que se realizara alguna de las conversaciones secretas entre las delegaciones de ambas naciones. Hay otro conflicto en el que algunos esperan que Francisco sea intermediario entre las dos partes, el que mantiene el Gobierno colombiano con los terroristas de las FARC. Pese a que se había especulado con que el Papa fuera a reunirse con miembros de esta guerrilla en La Habana, Lombardi descartó que vaya a celebrarse este encuentro.

El portavoz de la Santa Sede insistió en que en el Vaticano «no hay ningún motivo de preocupación» acerca de la seguridad del Pontífice durante el viaje, en el que utilizará un automóvil descubierto en varias ceremonias. Este mensaje tranquilizador choca con las advertencias que transmitieron las autoridades estadounidenses el lunes, cuando dijeron que estaban en estado de alarma por el viaje. Incluso reconocieron que habían neutralizado una amenaza concreta. Ayer se supo que el FBI detuvo hace un mes a un joven de 15 años sospechoso de estar planeando un atentado contra el Papa.