La auditoría: desde Cáritas hasta las parroquias, cada céntimo a examen

El diagnóstico de Pricewaterhouse Cooper International (PwC) es claro: «Como resultado de nuestra revisión, podemos concluir que la Memoria 2011 de la CEE ha sido preparada de forma adecuada y fiable, en todos sus aspectos significativos». La auditoría externa que por primera vez examina las cuentas de la Iglesia en España dice que los números están bien hechos. Han sido semanas de exhaustivo examen a las cifras proporcionadas por la Dirección de la Conferencia Episcopal; en concreto, desde el 3 de abril, día en que la CEE hizo el encargo a la empresa auditora. La Memoria Anual de la Conferencia Episcopal se basa en los números que solicita a las 14 Provincias Eclesiásticas divididas en 69 diócesis y al Arzobispado Castrense, del que dependen más de 22.800 parroquias. Otros organismos como Cáritas, Manos Unidas, la Conferencia Española de Religiosos, Escuelas Católicas y Obras Misionales Pontificias también aportan datos para la realización de este informe anual. De sus cifras se obtienen, por ejemplo, desde el número de familias españolas que hay en misión, pasando por el gasto medio de un peregrino durante la JMJ, hasta el número de hospitales que mantiene la Iglesia en España. El equipo de especialistas que ha revisado la información financiera y no financiera comenzó por reunirse con el personal de la CEE implicado en la elaboración de la Memoria con el fin de analizar el proceso de recopilación y comprobación de la información contenida en la misma. Estos especialistas incluso escogieron algunas diócesis y parroquias que visitaron para validar los datos que éstas habían proporcionado. Todas las cifras que contiene la Memoria que elaboró el equipo económico de la Conferencia Episcopal fueron cotejadas con los documentos y fuentes que se usaron para elaborar el informe. Así, por ejemplo, el Episcopado empleó la Encuesta de Movimientos Turísticos de los Españoles, Familitur, para conocer las motivaciones de los viajeros españoles. También usó como fuente la Estadística del Gasto Público en Educación del Ministerio para conocer cuánto ahorra la Iglesia al Estado en materia de Enseñanza.