Benedicto XVI

La Legión de Cristo completa su renovación

El Vaticano aprueba sus nuevas constituciones

Foto de familia del Capítulo General de la congregación religiosa, celebrado en enero de este añoÇGG
Foto de familia del Capítulo General de la congregación religiosa, celebrado en enero de este añoÇGGlarazon

La Legión de Cristo completa el proceso de renovación al que se vio abocada por los graves pecados y delitos de su fundador, el sacerdote mexicano Marcial Maciel. Con la aprobación de sus nuevas constituciones por parte de la Santa Sede el pasado 16 de octubre (aunque la noticia no se supo hasta ayer) esta congregación cumple el objetivo marcado por Benedicto XVI en 2010.

El entonces Papa decidió dar a los legionarios una segunda oportunidad, negándose a acabar con ellos, como pedía una parte de la Iglesia por los terribles escándalos de Maciel. Para ello trazó un camino marcado por varias exigencias: la separación del carisma del instituto de la figura de su fundador, la simplificación y reducción de las normas internas, el ejercicio de la autoridad de forma más colegiada, y el aumento de la libertad individual de cada uno de los miembros.

El itinerario de renovación ha sido continuado por Francisco, teniendo como protagonista al visitador apostólico que le puso el Vaticano, el cardenal Velasio de Paolis. Con De Paolis como «comisario», el instituto religioso eligió a una cúpula nueva, liderada por el sacerdote mexicano Eduardo Robles-Gil, al tiempo que preparaba las nuevas constituciones.

Este texto legislativo contiene las normas esenciales que marcan la vida, el gobierno y la misión del instituto. Las nuevas constituciones son más cortas y sencillas que las anteriores, pues pasan de 872 artículos a 235. «Se han eliminado no pocos capítulos, artículos y números para facilitar la distinción de fondo entre lo esencial y lo accidental y permitir una mayor adaptación a las circunstancias de tiempos y lugares, sin bajar a detalles aplicativos tan específicos», dicen los legionarios en un comunicado.

Uno de los puntos que se han actualizado es el del ejercicio de la autoridad, para superar así los modos despóticos que Maciel impuso. Ahora se intenta seguir mejor las disposiciones del derecho canónico para garantizar consultas antes del nombramiento de superiores, dar más responsabilidad a los consejos, aumentar la descentralización y favorecer la rendición de cuentas, entre otros aspectos.

Las constituciones no hacen referencia al fundador, pues al tratarse de un texto legislativo, se considera que «no son el lugar» para tratar este asunto. En cualquier caso, la Legión de Cristo vuelve a considerar «inmoral» la vida de Maciel y recuerda los numerosos pronunciamientos del Vaticano y de Benedicto XVI en los que distingue entre el valor de la congregación y los escándalos del sacerdote.