La renuncia de Benedicto XVI
Siete monjas españolas ocupaban hasta noviembre el monasterio al que se retirará Benedicto XVI
El papa Benedicto XVI se retirará al monasterio de monjas de clausura "Mater Ecclesiae", situado en el interior del Vaticano, después de que su sucesor sea elegido en cónclave.
El monasterio, que actualmente está siendo rehabilitado, fue construido en 1992 por deseo del predecesor de Benedicto XVI, Juan Pablo II, y se encuentra en una zona apartada de los jardines vaticanos.
El edificio consta de cuatro plantas y entre el segundo y tercer piso hay doce celdas monásticas, mientras que en la parte baja del edificio se hallan el refectorio, la cocina y la enfermería, entre otras dependencias.
La parte de nueva construcción tiene dos niveles y cuenta con una superficie de 450 metros cuadrados, que alberga la capilla y el coro, así como una la biblioteca en la planta superior.
La única decoración con la que cuenta el edificio son las vidrieras artísticas y los decoraciones sacras, con motivos de inspiración contemplativa.
Con la construcción de este convento, se cumplió el deseo de Juan Pablo II de contar con un espacio que acogiera un convento internacional para la vida contemplativa, en el que las monjas pudieran rezar por el papa y por la Iglesia.
Está situado subiendo la colina de los jardines vaticanos, a lo largo de las paredes que León IV (847-855) erigió en el año 847 para proteger la Basílica de San Pedro del ataque de los sarracenos.
En los últimos veinte años se han alternado en este convento diferentes órdenes de monjas de clausura, primero las clarisas, después las benedictinas y las visitadoras, que en noviembre de 2012 tuvieron que dejar el monasterio debido a los trabajos de reestructuración.
En los jardines del monasterio pueden hallarse limoneros con los que las monjas elaboran mermelada y licores.
Uno de los últimos grupos de religiosa que habitó el monasterio fue el compuesto por ocho contemplativas (siete españolas y una italiana) de la Orden de la Visitación de Santa María, comúnmente conocidas como "salesas"o "visitandinas", fundadas por san Francisco de Sales (1567-1622) y santa Juana-Francisca Fremyot de Chantal (1572-1641), el 6 de junio de 1610. Estas monjas llegaron en noviembre de 2009 y estaba previsto que habitaran en el edificio durante los siguientes cinco años. A su llegado, el propio Benedicto XVI las recibió con las palabras "vuestra oración, queridas hermanas, es sumamente preciosa para mi ministerio".
Estas religiosas eran María Begoña Sancho Herreros y María Paz Catalán Pueyo, procedentes de Burgos; María Gladys Beltrán Parra de Oviedo, Pilar María Trujillo Barraquero de Sevilla, Ana María Prieto del Corral de Valladolid, María Belén Martín López de Madrid. La religiosa italiana, Maria Francesca Padovan, procede de San Vito en Tagliamento.
El monasterio es ocupado cada cinco años por una comunidad religiosa diferente.
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