Roma

Una vigilia con la «Maestra de la libertad»

Cientos de personas se reunieron ayer para orar juntos. El Papa envió su bendición apostólica

Rouco Varela, ayer durante la vigilia que se celebró en La Almudena
Rouco Varela, ayer durante la vigilia que se celebró en La Almudenalarazon

Anoche se celebró en todas las diócesis de España y en diversos países de Hispanoamérica la Gran Vigilia de la Inmaculada. Todas querían honrar la figura de la Virgen. En la capital se convocaron tres celebraciones distintas: en la Catedral de la Almudena, en la Basílica de la Merced y en el Santuario de María Auxiliadora. Todas comenzaron a las nueve de la noche y, como ha ocurrido en años previos, se caracterizaron por una gran afluencia de público. Los asistentes mostraron su fervor y acudieron con velas que les acompañaron durante toda la vigilia. La estampa no sólo emanaba paz, sino que también era un reflejo de la espiritualidad con la que se vivió la celebración. A las diferentes parroquias no sólo acudieron familias con niños, también asistieron numerosos jóvenes. Este éxito ha sorprendido a la organización ya que, en esta ocasión, el día 7 ha coincidido con un puente y los españoles aprovechan para viajar y hacer turismo. El lema de este año ha sido: «Hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38), que es la respuesta al acto de fe de la Virgen ante la Anunciación del Ángel. Ella se pone a total disposición de Dios y le da un sí incondicional para que se cumpla su voluntad.

El Papa envió su bendición apostólica a los asistentes, a quienes recordó que María «es maestra de la verdadera libertad» subrayando que «nos conduce cada vez más a estar unidos» a Cristo. Y es que el Santo Padre mandó su respaldo a través del nuncio apostólico en nuestro país, Renzo Fratini, y en su misiva también afirma que «al contemplar a María el Santo Padre les invita a dar gracias a la Santísima Trinidad por esta obra de su amor, y a reafirmar el deseo de ordenar la vida emulando su disponibilidad».

En la diócesis madrileña la Vigilia de la Inmaculada formó parte de los actos programados en la Misión Madrid, que se llevan a cabo para seguir con el programa de Nueva Evangelización que ha impulsado especialmente el Papa Francisco. La introducción en la Basílica de la Merced la realizó el sacerdote Javier Carralón y la intervención del seglar estuvo a cargo de Miguel Julián Viñals. En el Santuario de María Auxiliadora fue realizada por el padre Jesús Zurita y Florentino Callejo.

Los tres grandes actos de amor mariano culminaron con la celebración de la Eucaristía, presidida en la catedral por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela; en La Merced por el obispo auxiliar Fidel Herráez ; y en el Santuario de María Auxiliadora por el obispo auxiliar César A. Franco. Estas vigilias fueron instauradas en 1947 por el sacerdote jesuita Tomás Morales, actualmente en proceso de canonización en Roma, y desde entonces se organizan ininterrumpidamente, apoyados siempre por las oraciones y los sacrificios de casi 700 conventos de almas contemplativas de toda España.