Los Ángeles
Robert Redford toma el rumbo
Robert Redford / Actor y director. Es la lucha del hombre contra los elementos. J. C. Chandor estrena «Cuando todo está perdido», un redondo «tour de force» para la crítica que interpreta sin una línea de diálogo el septuagenario actor
LA RAZÓN entrevista al actor, que estrena «Cuando todo está perdido». Completamente solo frente al gran azul, también frente a la cámara, el actor californiano se pone esta vez a las órdenes de J. C. Chandor
Sin una sola línea de diálogo y con la única presencia del actor en la pantalla, «Cuando todo está perdido» muestra la lucha del personaje, que interpreta el septuagenario Redford, contra la tormenta, el mar y su inmensidad; la batalla entre el hombre y la naturaleza. El filme arranca con un discurso del personaje mientras vemos un contenedor que flota en medio del mar. Sin embargo, no estamos frente a una historia de supervivencia. J.C. Chandor, que no contó con un director de fotografía, sino con dos expertos: Frank G. DeMarco, que se encargó de las tomas en la superficie del agua, y a Peter Zuccarini, de las submarinas. Su objetivo, el mismo que el del resto del equipo: conseguir el máximo realismo y veracidad visual posibles.
-¿Dónde encaja este filme en su trayectoriaa? La naturaleza es parte de su historia como actor.
-Este filme me satisface porque muestra a un hombre que no desfallece ante la adeversidad. Cualquier otra persona cuando todo se vuelve en su contra se habría rendido antes; él no, aguanta hasta el final.
-Ha sido una cinta difícil de comercializar, ¿no es así?
-Sí, porque en estos tiempos el negocio está dedicado a la gente nueva, a los jóvenes. Y Hollywood es un negocio, no hay nada de malo en ello, pero significa que lo que persigue es el resultado económico, la taquilla, y el dinero cada vez está más en manos de gente interesada en la acción, los efectos especiales y musicales, las tres dimensiones. El contenido tiene bastante menos importancia. Hoy, los filmes comerciales se hacen con una fórmula predeterminada. Me interesan las películas que cada vez son más difíciles de hacer.
-La situación que vive su personaje es muy inquietante y en él se da una verdadera evolución a lo largo de todo el metraje.
-Hay un desarrollo. Trata de resolver cada problema que va surgiendo sin pausa, uno a uno, no se pone nervioso. Llega a un punto en el que tiene ante sí demasiadas cosas juntas y no puede hacer frente a todo, pero, aún así, sigue luchando. Se ve sobrepasado aunque no pierde la calma. Cuando finalmente tiene que deshacerse del barco y saltar al bote, parece que hemos llegado al final, y no es así. Me gustó bastante cómo J.C. escribió el guión, por ejemplo, el momento en el que el personaje se afeita, ya que en esos momentos mantiene el equilibrio frente a todo lo demás.
-¿Dónde halla su fuerza el personaje?
-Trata de no perder la cabeza, si grita, o pierde los nervios, no le quedaría más remedio que rendirse. Cuando uno está aterrorizado, tu cuerpo reacciona al miedo y él trata de evitar llegar a ese estado. Mantiene un balance emocional y es precisamente su capacidad de control lo que me interesó.
-Es una película sin diálogos, todo depende de usted y el mar.
-Sí, y una cinta de silencios. Creo profundamente en su valor en el cine y también en la vida; hay muchas conversaciones a nuestro alrededor, demasiado ruido a veces. La atmósfera que se creó en este rodaje me forzó a estar completamente dentro del papel. Como actor me dejé llevar por la película y me sentí libre.
-¿Alguna vez se ha sentido perdido en la vida?
-Por supuesto que sí. He perdido el sentido de la medida de las cosas y, en ocasiones, también el rumbo, el equilibro para saber cómo tenía que pensar, pero nunca tanto como para asustarme.
-Sundance sigue siendo una prioridad.
-Lo más importante en el festival es su continua evolución. En la vida, cuando tienes la fortuna de conseguir el éxito, es el momento preciso para reinventarte.Yo trato de hacerlo continuamente. Repetir algo de manera sistemática me pone nervioso, nunca hay que enamorarse de uno mismo y deleitarse con ello, sino continuar el camino hacia delante. Como empresario, Sundance siempre ha sido un certamen que me interesó y he creado lo que a mí me gustaría ver o, al menos, se parece bastante a lo que tenía en mi cabeza. Si hubiera vivido dentro del sistema, no estaría donde estoy ahora. Es importante guardar las distancias y mantener separada la vida personal de la profesional.
-El cine independiente prácticamente ha desaparecido.
-Así es. La industria está en una encrucijada, las producciones no están precisamente a favor de los artistas. Lo más importante de una historia es la humanidad, el corazón. En el caso de «Cuando todo está perdido» fue el personaje y su lucha lo que me movió a protagonizarla. No pensé en cómo podía hacerla; simplemente, la hice.
-En este caso vuelve sólo como intérprete. ¿Echa de menos dirigir?
-La presión de ser director y actor al mismo tiempo es enorme y me encanta, aunque también me gusta simplemente actuar, como en este caso. Interpretar es mi pasión y quiero seguir haciéndolo todo el tiempo que pueda.
Un actor olvidado por la academia
Robert Redford (en la imagen, junto a Paul Newman en «El golpe», papel por el que fue nominado como intérprete) cuenta con el favor del público; sin embargo, su trabajo como actor nunca se ha visto recompensado con un Oscar. Como director sí posee una estatuilla por «Gente corriente», de 1980, y solamente ha sido nominado dos veces por la película dirigida por George Roy Hill como intérprete, y por «Quiz Show» (1994), en los apartados de director y película. Cuando todo apuntaba a que este año sería candidato, la Academia le ha vuelto a dar la espalda. «Hollywood es un negocio. No estoy molesto por no estar entre los elegidos. Quizá es porque no hemos tenido una gran campaña publicitaria», dice sobre el tema.
El detalle
Capitán América
Dice el actor que cuando uno llega a una determinada edad y a un momento de su vida (y su carrera) en que prácticamente lo ha hecho todo, es bueno no pararse y aceptar propuestas que quizá tiempo atrás habría desechado. Se refiere a su papel en la nueva entrega de «Capitán América», cuyo estreno en Estados Unidos está previsto para abril y en la que trabajará junto a Scarlett Johansson, Samuel L. Jackson y Chris Evans. «Es un papel pequeño, casi testimonial, pero me llamaba la atención trabajar en una película como ésta, que es un derroche de nueva tecnología y medios. Creo que nunca se es demasiado viejo para dedicarte a este oficio», comenta sobre este proyecto, dirigido por Anthony y Joe Russo y en el que interpreta al agente Alexander Pierce.
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