Salud

Poner fin a la transmisión

Artículo de opinión de Estanislao Nistal Villán, virólogo y profesor de Microbiología de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo

La discoteca Opium de Barcelona
La discoteca Opium de BarcelonaLa Razón

En los últimos días han sido denunciadas reuniones masivas de personas. Se han reportado fiestas multitudinarias, reuniones extemporáneas o botellones en los que en algunos se han producido trasmisiones del SARS-CoV-2. Ante estas situaciones cabría recordar el momento crucial en el que estamos. El número de casos diagnosticados ha descendido considerablemente y hace pensar que el control del virus y su expansión está cerca. La trasmisión se va a producir cuando no se respetan las reglas básicas: guardar las distancias, lavado de manos y uso de mascarilla. Rebrotes recientes evidencian que las reuniones de muchas personas que no guardan esas reglas básicas son un espacio peligroso que se debe de evitar, prevenir y denunciar. A pesar de que el índice reproductivo del virus se ha establecido en torno a 3, es un valor promedio. Los multipropagadores tienen el potencial de trasmitir el virus a muchos de los presentes en una reunión en la que no se han tomado medidas preventivas.

Estamos cansados y enfadados con los culpables de estar en la situación en la que estamos, pero ante todo debemos de tener siempre en mente que nuestro principal enemigo es el virus. Con comportamientos incívicos tanto ahora como en los meses futuros nos jugamos la vida y la de familiares y amigos; ponemos en riesgo nuestro trabajo, o la posibilidad de tener uno, y la economía, porque cerrar de nuevo tendría resultados aún más catastróficos. Cada persona debe de pelear por terminar con las cadenas de trasmisión del virus.