Salud

La vacuna de la gripe, el gran aliado contra la Covid de otoño

La comunidad médica insiste en la necesidad de aumentar las tasas de vacunación para evitar la saturación hospitalaria en el caso de que llegue una segunda ola de SARS-CoV-2 en octubre. Confían en que la población esté más concienciada a raíz de lo ocurrido

A falta de una vacuna y un tratamiento eficaz contra el SARS-CoV-2, las autoridades sanitarias mundiales conminaron a la población a confinarse para reducir la circulación del virus. Solo se contaba con esta herramienta para evitar los contagios y, una vez pasado el punto álgido de la pandemia, se ha podido constatar su efectividad. No obstante, y aunque España esté a punto de iniciar esa «nueva normalidad» de la que habla el Gobierno, es necesario recordar que este coronavirus no ha desaparecido y que todavía es necesario mantener las medidas de higiene y distanciamiento físico para contener los rebrotes. A estas pautas de sobra conocidas e interiorizadas por el conjunto de la población, habrá que añadir otra tan importante, o más si cabe, cuando llegue el otoño y con él una posible segunda oleada de SARS-CoV-2: aumentar la tasa de vacunación de la gripe, para evitar una excesiva cocirculación de estos dos virus respiratorios y una nueva saturación del sistema hospitalario.

Con el fin de abordar este asunto, LA RAZÓN organizó la mesa redonda «Vacunación antigripal en tiempos de coronavirus», con la participación de los doctores Javier Castrodeza, ex Secretario General de Sanidad y ex Director General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad y Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Valladolid; José María Eiros, Director del Centro Nacional de Gripe de Valladolid; Amós García Rojas, Presidente de la Asociación Española de Vacunología; y Luis Ignacio Martínez Alcorta, Preventivista del Hospital Universitario de Donostia. Todos ellos coincidieron en que la situación vivida con la Covid-19 ha dado una gran lección a la sociedad en materia de Salud Pública, como es la importancia de las vacunas contra los virus que nos amenazan. Y que esta concienciación puede aprovecharse para aumentar las tasas de vacunación de la gripe. A este respecto, Castrodeza cree que esta pandemia «va a ser una oportunidad para mejorar la cobertura», que en España apenas sobrepasa el 54%, y llegar al objetivo propuesto para 2020, que es el mismo que marca la OMS: alcanzar una tasa del 75% en mayores de 60 años y entre los profesionales sanitarios. Para Amós, no es que sea solo una oportunidad , sino que es «una necesidad» para evitar el peor de los escenarios. «Imaginemos que llega una segunda ola pandémica en otoño/invierno y que eso coincide con el pico estacional de gripe. Aunque estaríamos mejor preparados para hacer frente al Sars-Cov-2, en cualquier caso, la coexistencia de estos dos virus provocaría, de igual manera, muchos ingresos en Cuidados Intensivos y fallecimientos», advirtió.

Para José María Eiros otro de los problemas añadidos en la temporada gripal 2020/2021 es que si hay una gran coexistencia de gripe y Sars-Cov-2 será difícil establecer un diagnóstico claro en los pacientes. Un problema que podría paliarse si la gente enfermara menos de gripe, para lo que existen herramientas como la vacuna. Sin embargo, Eiros todavía recuerda lo que pasó en el 2009 con la pandemia de gripe A y espera que no se repita de nuevo: «De las dosis que conseguimos, solo administramos 1 de cada 3, espero que no pase lo mismo este invierno ni con la de la gripe, ni cuando llegue una contra la Covid».

No es cosa de niños

Para que en España se pase de un 54% a más de un 70% de cobertura vacunal de gripe en este año, Amós considera esencial «concienciar al personal sanitario para que sea capaz de recomendar esta vacuna a sus pacientes, sobre todo en el ámbito de la consulta, porque todavía se tiene asumido que la vacunación es algo solo de niños». «Que los servicios de farmacia tuvieran mayor protagonismo para recomendar la vacunación, sería un factor importantísimo. Hay que aprovechar que tenemos más de 60.000 farmacias repartidas por España», le respondió Castrodeza. Por su parte, el director del Centro Nacional de Gripe de Valladolid tiene clara cuál debería ser la estrategia para aumentar la cultura vacunal, que resume en la teoría de las tres «E»: «Ejemplo de los profesionales sanitarios; Educación a largo plazo, con módulo común en la asignatura de Conocimiento del Medio, en el que se promovieran actitudes positivas en salud, y a corto, con campañas informativas en redes sociales y medios. Y la tercera es Evaluación de las campañas de vacunación y de esfuerzo por contar al mundo sus resultados, recordar que hay una bondad inherente al acto vacunal porque todavia hay personas muy reticentes».

Luis Ignacio Martínez Alcorta, Preventivista del Hospital Universitario de Donostia, está convencido de que la clave para que los colectivos de riesgo no duden en vacunarse es «aumentar la credibilidad de la vacuna de la gripe» porque las tasas de cobertura son «muy sensibles a la percepción que tenga la población sobre su efectividad».

Rechazo a lo impuesto

Al igual que el resto de sus compañeros, Martínez ve más efectivo «aumentar las campañas de sensibilización por parte de los profesionales sanitarios» que implantar la vacunación de forma obligatoria en los colectivos diana. «Cuando se obliga a alguien a hacer algo, parte de una actitud de rechazo a lo impuesto, así que creo que es más efectivo hacerle comprender que vacunándose obtiene una serie de beneficios a nivel individual y que, también, protege al resto». Además de la vacunación, este preventivista considera esencial para la próxima temporada de gripe, proteger el entorno hospitalario con medidas que se han aprendido gracias a esta pandemia, como restringir las visitas a los enfermos, utilizar la mascarilla y mantener una buena higiene de manos.

Con la vista puesta ya en otoño, el presidente de la Asociación Española deVacunología llamó a los colectivos de riesgo a vacunarse, porque «aunque su efectividad no es del 100%, el objetivo es evitar las formas más graves y los ingresos en Cuidados Intensivos». El preventivista del Hospital Universitario de Donostia intervino para recordar que los objetivos de la vacunación van más alla: «Se evitan muchos ingresos por neumonías e infecciones respiratorias secundarias, pero también a través de las políticas de vacunación podemos, por ejemplo, controlar la prescripción de los antibióticos y combatir ese problema creciente de la resistencia bacteriana».