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Salud cardiovascular

Las personas con mayor riesgo de eventos cardiovasculares requieren combinaciones de medicamentos para reducir el colesterol

Las estatinas no son suficientes para estos pacientes, por lo que sería necesaria una revisión de las directrices clínicas actuales para que incluyeran otros medicamentos no estatínicos en su tratamiento, según un estudio europeo.

Los altos niveles de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL), o el llamado colesterol “malo”, en la sangre son un factor de riesgo conocido para las enfermedades cardiovasculares. Aunque la dieta y el estilo de vida son variables importantes para reducir el colesterol LDL, muchos pacientes corren un mayor riesgo (como los que tienen diabetes, enfermedades hereditarias o que han sufrido anteriormente un ataque al corazón o un derrame cerebral) yse les prescriben fármacos para reducir el colesterol, como las estatinas. Sin embargo, según los resultados de un nuevo estudio europeo, ‘DA VINCI’, realizado con pacientes de de 18 países muestran que, si bien muchos pacientes pueden reducir su riesgo mediante la toma de estatinas, los que corren mayor riesgo de sufrir eventos cardiovasculares pueden beneficiarse más de combinaciones de terapias de reducción de lípidos.Aunque las estatinas son un tratamiento de primera línea, está claro en nuestro estudio que, por sí solas, incluso cuando se usan de manera óptima, no ayudarán a la mayoría de los pacientes a alcanzar los objetivos de colesterol de la Sociedad Europea de Cardiología. Solo uno de cada cinco pacientes de muy alto riesgo alcanza los objetivos recomendados para 2019 y para mejorar esto se requerirá el uso de una terapia de combinación de más de un medicamento. Actualmente, menos del 10% de los pacientes de muy alto riesgo en Europa reciben algún tipo de terapia combinada, el 9% con ezetimiba y el 1% con inhibidores de la PCSK9”, señala Kausik Ray, líder del estudio, que se ha publicado en la revista European Journal of Preventive Cardiology.

Cambio de paradigma

Según los autores, el estudio pone de relieve una brecha entre las directrices clínicas actuales y la práctica clínica para el control del colesterol en toda Europa. Explican que incluso entre los pacientes que ya reciben dosis óptimas de estatinas, un mayor uso de otros medicamentos no estatínicos para reducir el colesterol podría ayudar a reducir aún más los niveles de colesterol y mejorar potencialmente los resultados de salud de las personas con mayor riesgo. ¿Y cuales serían estos medicamentos? Los que actúan sobre diferentes elementos del metabolismo de colesterol en el cuerpo, como la ezetimiba, el ácido bempedóico o los inhibidores PCSK9. Para hacer frente a la carga de las enfermedades cardiovasculares, se necesita un enfoque global. Después de la dieta y el estilo de vida, la reducción del colesterol con medicamentos es un enfoque clave para disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Basándonos en los datos de los ensayos, tenemos pruebas convincentes de que la reducción de los niveles de colesterol beneficia especialmente a los que tienen un mayor riesgo”, explica Ray.

En este trabajo, un consorcio de investigadores dirigidos por la Unidad de Ensayos Clínicos Imperiales del Imperial College de Londres examinó a pacientes de toda Europa a los que se les prescribieron terapias de reducción de lípidos. En total, 5.888 pacientes de 18 países proporcionaron información en las citas con el médico o en el hospital para controlar las condiciones cardiovasculares. La información incluía factores de estilo de vida, eventos cardiovasculares previos (como ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares), así como medidas de sus niveles actuales de colesterol LDL y cualquier medicamento actual para reducir los lípidos.

Potencial de los fármacos reductores de lípidos

Las directrices actuales de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) y la Sociedad Europea de Aterosclerosis (EAS) recomiendan las estatinas como tratamiento de primera línea para reducir el colesterol LDL. También establecen objetivos basados en grupos de riesgo, como el de reducir en un 50% los niveles de LDL-C en pacientes de muy alto riesgo y alcanzar niveles de LDL-C inferiores a 1,4 mmol/l, a fin de reducir el riesgo de eventos cardiovasculares adicionales. El análisis reveló que el 84% de los pacientes recibieron estatinas como terapia primaria de reducción de lípidos solamente, y que se utilizaron estatinas de alta intensidad en aproximadamente un cuarto (28%) de los pacientes. Solo al 9% de los pacientes se les prescribió ezetimiba con estatinas de intensidad moderada y solo el 1% de los pacientes usó inhibidores PCSK9 en combinación con estatinas y/o ezetimiba. Encontraron que en general, menos de la mitad de los pacientes estaban logrando los objetivos más recientes de reducción de colesterol establecidos por las directrices. Entre los pacientes que recibieron estatinas de alta intensidad, se alcanzaron los objetivos de 2019 LDL-C en el 22% de aquellos con enfermedades cardiovasculares establecidas. Sin embargo, entre los pacientes que recibieron estatinas con un inhibidor de la PCSK9, cerca de dos tercios alcanzaron los nuevos objetivos de reducción del colesterol recomendados por la ESC. Según los autores, los hallazgos destacan el potencial de las combinaciones de fármacos reductores de lípidos para ayudar a cerrar la brecha y reducir el riesgo para millones de pacientes en toda Europa. Explican, además, que la reducción de los niveles de colesterol LDL en pacientes de muy alto riesgo (desde los niveles observados de más de 2 mmol/l a menos de 1,4 mmol/l) podría ofrecer una reducción relativa del 11% en los eventos cardiovasculares y del 5% en la mortalidad.