Coronavirus

Los niños pueden tener coronavirus incluso cuando ya se detectan anticuerpos

Un estudio publicado en Journal of Pediatrics confirma que el SARS-CoV-2 y los anticuerpos pueden convivir en los pacientes más jóvenes y que podría transmitirse a otros

Una madre, con su hija de menos de tres años
Una madre, con su hija de menos de tres añosRodrigo JiménezEFE

La inminente vuelta a las aulas de los más pequeños de la casa no deja de sembrar dudas e incertidumbres en plena pandemia de la Covid-19. Las investigaciones centradas en los menores se suceden y lo último que se ha confirmado es que los niños pueden tener anticuerpos de la Covid-19 y, al mismo tiempo, el coronavirus que la causa, según una investigación publicada en la revista científica Journal of Pedriatrics, cuya próxima fase será probar si el virus que está presente junto con los anticuerpos puede ser transmitido a otras personas.

La investigación, que parte del Hospital Nacional Infantil de Estados Unidos, trabaja con el objetivo de conocer cuánto tiempo tardan los pacientes pediátricos en eliminar el virus de su sistema y en qué momento comienzan a producir anticuerpos, un cambio que indicaría, según asegura el estudio, que “el virus y los anticuerpos pueden coexistir en pacientes jóvenes”.

Claves de la investigación

En concreto, de los 215 pacientes del estudio, 33 se sometieron a pruebas que permitieron diagnosticar la existencia del virus y, además, de la generación de posibles anticuerpos durante el curso de la enfermedad y, de estos últimos, “nueve mostraron la presencia de anticuerpos en la sangre, mientras que más tarde dieron positivo para el virus”, tal y como explica el informe publicado por el hospital norteamericano.

A pesar de los nuevos hallazgos, las dudas acerca de cómo actúa el SARS-CoV-2 en los menores siguen siendo muchas. “Con la mayoría de los virus, cuando empiezas a detectar anticuerpos, ya no localizas el virus. Pero con la Covid-19, estamos viendo ambas cosas, lo que significa que los niños todavía tienen la posibilidad de transmitir el virus incluso si se detectan anticuerpos”, asegura la autora principal de la investigación, Burak Bahar .

Con el objetivo de seguir ahondando en este descubrimiento, la autor del estudio confirma que “la próxima fase de la investigación será probar si el virus que está presente junto con los anticuerpos puede ser transmitido a otras personas”. Y es que las dudas generadas son numerosas, ya que también se desconoce si los anticuerpos se correlacionan con la inmunidad, cuánto tiempo duran los anticuerpos y la protección potencial contra la reinfección.

Jóvenes, potenciales contagiadores durante más tiempo

Hace apenas unos días, otro estudio reveló que los niños asintomáticos pueden contagiar hasta tres semanas después. En esta misma línea, la investigación iniciada por el Hospital Nacional Infantil de Estados Unidos también evaluó el momento de la eliminación del virus y la respuesta inmunológica y vio que el tiempo medio entre la positividad viral y la negatividad -cuando el virus ya no puede ser detectado- fue de 25 días. En concreto, los investigadores han comprobado que los pacientes de 6 a 15 años tardaron más tiempo en eliminar el virus (mediana de 32 días) en comparación con los pacientes de 16 a 22 años (18 días). Además, según los datos obtenidos se pone sobre la mesa el hecho de que las niñas del grupo de 6 a 15 años también tardaron más tiempo en eliminar el virus en comparación con los varones (mediana de 44 días para ellas en comparación con 25,5 días para ellos).

En cuanto a la respuesta inmunológica, el estudio confirma que la mediana del tiempo hasta la seropositividad, es decir, la presencia de anticuerpos en la sangre, fue de 18 días, y de 36 días para alcanzar niveles adecuados de anticuerpos neutralizantes, los cuales son importantes para proteger potencialmente a una persona de la reinfección del mismo virus.

Ante todos estos datos, se logra dar un paso más en el conocimiento del SARS-CoV-2 en la población infantil, aunque lo cierto es que todavía quedan muchas dudas en el aire. “La conclusión es que no podemos bajar la guardia solo porque un niño tenga anticuerpos o ya no muestre síntomas”, destaca Bahar, por lo que el papel continuo de la higiene y el distanciamiento social sigue siendo fundamentales.