Entrevista

«Habría que doblar el número de internistas porque el concepto del hospital de futuro tiene que cambiar»

Jesús Díez Manglano, presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), explica que «los pacientes con secuelas menores persistentes con actitud positiva se recuperan antes»

JESUS DIEZ MANGLANO. PRESIDENTE SOCIEDAD ESPAÑOLA MEDICINA INTERNA SEMI
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Tras anunciarse su cargo, afirmó que iba a hacer una «defensa activa de la especialidad de Medicina Interna» y «potenciar la actividad investigadora». Explíqueme.

-Es una especialidad que tiene poca visibilidad. Vemos al paciente en su conjunto, y ha tenido que llegar la pandemia para que muchas personas sepan qué hace un internista. Queremos que se sepa la forma de abordar al paciente en su conjunto porque hay pocas personas de edad avanzada que sólo tengan una enfermedad. Hacemos un abordaje integral para no olvidar aspectos importantes. En cuanto a la investigación, tenemos 22 grupos de trabajo que se dedican a profundizar en diabetes, EPOC, osteoporosis..., queremos potenciar la investigación en todas esas áreas, así como la multimorbilidad, es decir, el abordaje de pacientes con múltiples enfermedades que habitualmente no están en los ensayos clínicos.

-¿Qué otros proyectos quiere promover usted durante su mandato?

-Llevamos cuatro años acreditando hospitales con unidades que cumplen criterios de calidad para promover servicios más organizados y de más calidad y vamos a continuar haciéndolo. Luego, la pandemia nos ha puesto enfrente dilemas bioéticos. Ya hay un grupo de trabajo y quiero potenciarlo para futuros retos, como nuevos medicamentos o nuevas situaciones con las que nos podamos enfrentar con el fin de que estemos preparados.

-Durante la pandemia se han tenido que enfrentar a cuestiones éticas... ¿Usted?

-Ha habido momentos en los que se ha planteado que no había puestos para todos los pacientes en UCIS o si uso o no un medicamento que puede quizá beneficiar, pero puede tener efectos secundarios. Otro dilema es que ha habido personas que han tenido que estar sin acompañante en habitaciones y que incluso han fallecido solos, y hay que valorar qué es antes, si la seguridad del acompañante o no morir solo. En mi caso, desde marzo y hasta septiembre todos los pacientes que he atendido han sido Covid. Lo más difícil ha sido la falta de sitio en UCIS, decidir si hay que esperar o no, si una persona en estado avanzado hay que hacerla o no cuidados paliativos. En mi hospital nunca, ni antes ni durante, se ha aplicado el criterio de la edad para atender pacientes de cuidados intensivos. Nunca ha sido un criterio la edad.

-¿Con qué adjetivo definiría la labor de los internistas españoles durante la Covid-19?

-Sacrificio, dedicación absoluta a la pandemia. Personalmente hemos hecho un profundo esfuerzo y también nuestras familias que nos han apoyado y entendido esta dedicación a costa de quitarle tiempo a ellos.

-¿Cuáles son las lecciones aprendidas de la Covid-19?

-Que todo aquello que pensamos que no va a ocurrir puede suceder y hay que estar preparados. Y que por encima de individualismo siempre prima la cooperación. No había suficiente personal, y esa cooperación permitió vencer la primera oleada de la pandemia.

-¿Cuál ha sido en su opinión el mayor fallo del Gobierno?

-La falta de cooperación de los políticos, de los 17 gobiernos autonómicos y el central. No puede ser que no se pongan de acuerdo, tienen la obligación moral de hacerlo para que den seguridad a la población y la gente sepa cómo actuar. Y lo traslado a todos los partidos políticos, no sólo al Gobierno. Si se coopera vamos a superar esto mucho antes.

-¿Cuántos especialistas de Medicina Interna hay y cuántos se necesitan?

-En la SEMI somos cerca de 8.000 socios, pero no todos los internistas son socios. No hay un censo, lo que sí está claro es que con el envejecimiento de la población y con más pacientes con dos, tres, cuatro enfermedades se necesita un abordaje global y eso lo hace el internista. Habría que doblar el número de estos profesionales porque el concepto del hospital de futuro tiene que cambiar. Lo lógico es que el neumólogo, por ejemplo, haga pruebas de su especialidad atendiendo aspectos concretos y el internista analice el total. Eso funciona ya en EE UU, son los hospitalistas. El 80% de estos médicos en EE UU son internistas, tienen una visión holística del paciente. Nos enorgullece decir que somos médicos generalistas hospitalarios.

-En cuanto a las secuelas, muchos vuelven por este tema.

-Pasando consulta post Covid la mayoría de personas se recupera bien, hay unas pocas con síntomas persistentes graves. Y luego un grupo importante de personas con síntomas tras la Covid que persisten pero no es de gravedad. Y hemos visto que entre estos pacientes aquellos que tienen una actitud positiva mejoran más, lo comparamos con el síndrome de estrés postraumático. Los que ven que se cansan más, pero siguen haciendo ejercicio, evolucionan mejor.

-¿Cuáles son los retos a futuro tras la pandemia?

-Se han focalizado tantos esfuerzos en atender pacientes Covid, que qué pasa con enfermos crónicos no Covid que no han recibido la atención que requerían por el cierre de los centros de salud o porque ellos por miedo no iban. Eso va a tener consecuencias. Es algo que tenemos que recuperar.

-¿Cómo mejorar la sostenibilidad del sistema sanitario que tenemos?

-Pasa por un uso eficiente de los recursos por parte de todos, políticos, médicos y ciudadanos.

-¿Se vacunará?

-Sí. Siempre existe miedo a los efectos secundarios que pueden tener años después, pero yo que he visto pacientes Covid, y el beneficio de la vacuna va a superar los riesgos del coronavirus claramente.