Sanidad

¿Cómo se abastece un hospital para evitar el colapso?

Los protocolos de contingencia incluyen reservas para garantizar la independencia del centro hospitalario hasta ocho días

El temporal Filomena ha obligado a los hospitales a poner en marcha sus protocolos de emergencias
El temporal Filomena ha obligado a los hospitales a poner en marcha sus protocolos de emergenciasLuis DíazLa Razón

La pandemia de la Covid-19 ha puesto sobre las cuerdas al sistema sanitario español, hasta el punto de dejar al borde del colapso a los hospitales, azotados por la avalancha de la tercera ola de coronavirus. Y a esa tensa situación se ha sumado, esta semana, una ola de frío histórica capaz de provocar un caótico escenario de colapso logístico al que los centros sanitarios han sabido responder gracias a «la anticipación y la planificación, pues todos los hospitales cuentan con planes de emergencia y de contingencia que incluyen unos niveles de stock que garanticen la mejor asistencia posible», asegura Joaquín Estévez, vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Directivos de la Salud y presidente de Fundación Sedisa, quien hace hincapié en que «resulta clave establecer el depósito mínimo que garantiza el abastecimiento de todo lo esencial, pues los fallos en la gestión de éstos pueden tener consecuencias sociales y económicas catastróficas».

El envite de la nueva ola de coronavirus, sumado al incremento de urgencias traumatológicas, mantiene al filo del colapso a la Sanidad en las comunidades más azotadas por el temporal, pero la situación ha podido solventarse con éxito y, poco a poco, vuelve la normalidad. “El hospital es una de las organizaciones más complejas que existen. Se realizan prestaciones que requieren alta tecnología (aceleradores lineales, resonancias magnéticas, TACs, quirófanos con complejos sistemas de imagen, salas vasculares, laboratorios, etc.). Todos estos sistemas necesitan mantenimiento, fungibles, y suministros de gran variedad. Tenemos más de 17.000 referencias necesarias para su funcionamiento”, advierte José Nieves, director de Gestión del Hospital 12 de Octubre de Madrid.

La clave del abastecimiento de un hospital en situaciones de crisis tiene tres estadios decisivos: «El de la previsión, que depende de la capacidad de anticipación y del conocimiento de las derivadas que puede causar en la organización del hospital en los siguientes días. Para ello se siguen los protocolos de emergencia; el segundo momento clave es el que se vive durante la circunstancia, en el que hay que actualizar la información constantemente. Es un momento tenso, en el que hay que ir recalculando acciones constantemente y resulta clave tener una buena foto general del problema; por último, la tercera etapa es la de vuelta a la normalidad en el menor tiempo posible y en la que hay que hacer una autoevaluación de daños», explica Fernando Reig Blanco, subdirector de Gestión del Hospital Universitario de La Princesa, Madrid.

Ante el primer reto planteado por un imprevisto como el temporal Filomena, los recursos imprescindibles para el funcionamiento de un hospital se agrupan en tres áreas: «El primero son los recursos humanos, garantizando el acceso al centro o, si no se puede salir de éste, como ha ocurrido esta semana, asegurando su descanso y alimentación. En segundo lugar, la logística, básicamente la electricidad, el agua y las telecomunicaciones. Y en tercero, todo lo derivado de la asistencia sanitaria, donde además de los productos de uso diario como medicamentos, hay dos líneas críticas: los gases medicinales y los productos hemoderivados, sin los cuales no se puede atender patologías graves o emergentes», detalla Javier Arcos, director médico de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, quien recuerda, sin embargo, «que hay recursos, como los gases medicinales y los hemoderivados, que no pueden acumularse indiscriminadamente puesto que tienen un plazo de viabilidad». En este sentido, Nieves hace hincapié en que “el Hospital dispone de almacén de farmacia y almacenes de suministros, tanto internos, como externos, disponiendo de un stock de seguridad que permite suministrar lo necesario para el funcionamiento del Hospital entre 4 y 7 días”.

Durante el invierno ya se prevé que hay ciertos suministros de los que los hospitales deben aprovisionarse en mayor cantidad, como podrían ser los tanques de gasóleo para calefacción. Otro ejemplo es el llenado de los depósitos de gases medicinales y su complementación con botellas en el almacén, tal y como ocurre en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, que cuenta con tanques criogénicos de 37.000 litros y otro de 20.000 en el área Materno Infantil. Ambos complejos comparten, además, un tanque criogénico de Nitrógeno (para la producción de aire comprimido medicinal) de 20.000 l, lo que permite tener una autonomía de seis días, un dato en el que coincide Reig Blanco, quien recuerda que, por lo general, «los niveles de stock permiten tener una independencia que va desde los dos o tres días hasta los siete u ocho como norma general». Y la pandemia, aunque no ha modificado los protocolos de emergencia, sí ha influido en que «los hospitales tengan más estocaje de recursos para dar respuesta de forma adecuada y eficiente a esta situación», destaca Estévez.

Además del reto de abastecer de comida y medicamentos a los pacientes, resulta imprescindible garantizar los suministros básicos como el agua. En este caso, centros como el Gregorio Marañón cuentan con un aljibe con un millón de litros que asegura este servicio durante dos días, además de otros dos aljibes con un millón de litros cada uno en el edificio Materno Infantil. Y ante la posible falta del suministro energético, «todos los hospitales tienen recursos alternativos para que el centro no deje de funcionar y tener los puntos críticos cubiertos, como los quirófanos, las UCI, los respiradores, la reanimación o las salas de diálisis mediante grupos electrógenos e incluso mediante diferentes líneas de suministro energético que conmuta en caso de fallo de alguna de ellas», asegura Estévez, quien añade que «gracias a todo ello, un hospital siempre está preparado para cualquier emergencia».