Alimentación
¿Qué tipo de café se asocia con un menor riesgo de enfermedad hepática crónica?
Los bebedores de café tenían un 21% menos de riesgo de enfermedad hepática crónica y un 49% menos de riesgo de muerte. Los que obtuvieron mayores beneficios fueron los que lo toman molido
El consumo de café, con cafeína, molido o instantáneo, o descafeinado se asocia con un menor riesgo de desarrollar enfermedades hepáticas crónicas y afecciones hepáticas relacionadas, según un estudio publicado hoy en “BMC Public Health”.
Los investigadores de las universidades de Southampton y Edimburgo, Reino Unido, encontraron que el beneficio máximo se alcanza con entre tres y cuatro tazas al día.
Para llegar a esta conclusión, los autores estudiaron los datos del Biobanco del Reino Unido sobre 495.585 participantes con consumo de café conocido, a quienes se les hizo un seguimiento durante una media de 10,7 años para controlar quién desarrolló enfermedad hepática crónica o afecciones hepáticas relacionadas.
De todos los participantes incluidos en el estudio, el 78% (384.818) consumió café molido o instantáneo con cafeína o descafeinado, mientras que el 22% (109,767) no bebió ningún tipo de café. Durante el período de estudio, hubo 3.600 casos de enfermedad hepática crónica, incluidas 301 muertes. Además, hubo 5.439 casos de enfermedad hepática crónica o esteatosis (una acumulación de grasa en el hígado también conocida como enfermedad del hígado graso) y 184 casos de carcinoma hepatocelular, un tipo de cáncer de hígado.
En comparación con los no bebedores de café, los bebedores de café tenían un 21% menos de riesgo de enfermedad hepática crónica, un 20% menos de riesgo de enfermedad crónica o hígado graso y un 49% menos de riesgo de muerte por enfermedad hepática crónica.
El beneficio máximo se observó en el grupo que bebió café molido, que contiene altos niveles de los ingredientes Kahweol y cafestol, que han demostrado ser beneficiosos contra la enfermedad hepática crónica en animales.
El café instantáneo, que tiene niveles bajos de Kahweol y cafestol, también se asoció con una reducción del riesgo de enfermedad hepática crónica. Si bien la reducción del riesgo fue menor que la asociada con el café molido, el hallazgo puede sugerir que otros ingredientes, o potencialmente una combinación de ingredientes, pueden ser beneficiosos.
“El café es accesible y los beneficios que vemos de nuestro estudio pueden significar que podría ofrecer un tratamiento preventivo potencial para la enfermedad hepática crónica. Esto sería especialmente valioso en países con ingresos más bajos y peor acceso a asistencia sanitaria y donde la carga de enfermedad hepática crónica es mayor”, afirma el Dr. Oliver Kennedy, autor principal del estudio.
Dado que el consumo de café sólo se informó cuando los participantes se inscribieron por primera vez en el estudio, el estudio no tiene en cuenta ningún cambio en la cantidad o el tipo de café que consumieron durante el período de estudio de 10,7 años. Como los participantes eran predominantemente blancos y de un entorno socioeconómico más alto, los hallazgos pueden ser difíciles de generalizar a otros países y poblaciones, advierten los investigadores.
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