Entrevista
«La crioablación de tumores es más eficaz y menos dolorosa para el paciente»
El doctor Eduardo Crespo, jefe del Dpto. de Radiología Vascular e Intervencionista de la Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos, Infanta Elena y General de Villalba, explica los beneficios de esta técnica
La crioablación permite matar células cancerosas con frío extremo. Pero ¿se puede utilizar tanto en tumores malignos como benignos?
Las técnicas de ablación percutánea que empleamos consisten en la introducción de una o varias agujas, también llamadas electrodos, en el tejido guiándonos por diferentes métodos de imagen, habitualmente ecografía y/o TAC. El número de agujas empleadas dependerá del tamaño de la lesión a tratar y, dado que el acceso es percutáneo, no requerirá suturas, siendo por tanto la recuperación mejor que con las intervenciones quirúrgicas clásicas. Una vez posicionados dichos electrodos en nuestro objetivo, aplicaremos calor, también llamado termoablación, con radiofrecuencia o microondas o frío, correspondiendo este último a la crioablación. Con todas estas técnicas logramos una muerte celular controlada del tejido tratado, independientemente de que corresponda a un tumor benigno o maligno.
¿Y frente a la metástasis?
Por supuesto que funciona, pero no debemos olvidar que, en caso de estar tratando un cáncer metastático, en primer lugar, debemos haber controlado la enfermedad, algo que habitualmente se logra con un tratamiento sistémico mediante quimioterapia y/o inmunoterapia. Una vez se constate que la enfermedad no progresa, podemos plantear un tratamiento local de las metástasis visibles, si no son excesivamente numerosas. Este concepto es reciente y lo llamamos enfermedad oligometastática.
Habéis empezado a utilizarla frente a tumores renales y de pulmón. ¿Qué beneficios tiene esta técnica?
La estamos empleando en tumores renales y de pulmón porque presenta dos grandes ventajas con respecto a las técnicas que aplican calor. Para el paciente es menos dolorosa, por lo que se puede hacer con anestesia local o sedación leve; y a los doctores nos beneficia en un mayor control de la destrucción del tejido, ya que podemos identificar la bola de hielo, ice-ball, aumentado de tamaño durante el tratamiento, pudiendo determinar en qué momento podemos darlo por terminado o, por el contrario, si debemos parar y reposicionar porque estamos afectado a un tejido vecino no deseado. Así podemos tratar a pacientes que no pueden recibir anestesia general y tumores que se sitúan en íntimo contacto con órganos de riesgo, como un cáncer de pulmón muy próximo al corazón.
¿Se puede hacer la biopsia y la crioablación en una misma intervención?
La Oncología ha progresado vertiginosamente en las últimas décadas, pudiendo en la actualidad ofrecer tratamientos personalizados una vez se ha etiquetado el tumor a tratar. Para ello, siempre debemos obtener una muestra del tejido para su análisis. En nuestros hospitales la mayoría de las biopsias de pulmón las realizamos en Radiología, guiándonos por rayos X. Para llevar a cabo la biopsia debemos atravesar la pleura o capa que rodea a los pulmones hasta llegar a la lesión, y este procedimiento conlleva un riesgo de aproximadamente un 20% de generar neumotórax, que es un acúmulo de aire en el espacio pleural que puede hacer colapsar el pulmón subyacente y poner en riesgo la vida del paciente, si bien es cierto que en la mayoría de las ocasiones lo solucionamos inmediatamente aspirando dicho aire con un catéter. Debido a este riesgo, que es necesario asumir para obtener una muestra del tejido buscando un tratamiento sistémico personalizado, planteamos la posibilidad de hacer un tratamiento curativo en el mismo acto y por el mismo riesgo. La secuencia, por tanto, consiste en tomar una muestra del tejido, hacer un tratamiento local y posteriormente, una vez analizada la muestra, administrar un tratamiento sistémico personalizado, ya que nunca debemos olvidar que puede existir enfermedad diseminada, aunque no la veamos. Nunca se debe bajar la guardia.
¿Esta técnica es una alternativa a la radioterapia?
La cirugía, la Oncología y la radioterapia son los tratamientos clásicos del cáncer de pulmón. Todos ellos han mejorado últimamente sus prestaciones, incorporando abordajes más pequeños, radioterapia más precisa e intensa e, incluso, favoreciendo que tu sistema inmune ataque al cáncer como logra la inmunoterapia. No debemos decir que las técnicas de ablación sustituyan a ninguno de estos tratamientos; simplemente son una herramienta terapéutica adicional en el arsenal de la guerra contra el cáncer. En nuestro grupo discutimos cada caso en los comités multidisciplinares decidiendo entre todos el abordaje más beneficioso para el paciente.
¿Cuántos casos habéis tratado ya con esta técnica?
En el último año hemos realizado unas seis o siete crioablaciones entre los cuatro hospitales de Quirónsalud integrados en la red pública de Madrid, correspondiendo algunos a afectados con cáncer de riñón y otros con nódulos pulmonares. También tratamos a una paciente muy mayor con un tumor de mama que correspondía a un linfoma local. En todos los casos controlamos la enfermedad local y no se detectaron complicaciones. Los pacientes con cáncer de riñón pudieron conservar el riñón afecto sin identificar tumor viable en los controles posteriores.
¿Qué ventajas tiene para los pacientes?
Las técnicas de ablación percutánea consiguen destruir un tejido de una forma controlada y precisa, independientemente de que sea un tumor benigno o maligno.
¿Con qué otros tumores u otras enfermedades no oncológicas se aplica?
Recientemente se está empleando la crioablación para el tratamiento de unos tumores benignos de la mama muy frecuentes llamados fibroadenomas. Aunque son benignos, pueden crecer y generar una ansiedad difícil de controlar en las pacientes.
¿Y en un futuro?
Con la crioablación destruiremos el fibroadenoma con anestesia local, sin cicatrices y sin ingreso hospitalario. El «bulto», una vez «congelado», desaparecerá en 6-12 meses.
¿Hay contraindicaciones para su uso o todos los pacientes pueden ser candidatos?
No tiene contraindicaciones conocidas para su empleo. Por supuesto, como en toda punción, la coagulación del paciente debe estar en rangos normales y debe existir un trayecto seguro, evitando zonas de riesgo y áreas de infección hasta llegar al tumor.
✕
Accede a tu cuenta para comentar