Entrevista

«La protonterapia se ha de integrar con más fluidez en la Oncología española»

El Dr. Ignacio Azinovic, director médico del Centro de Protonterapia Quirónsalud, en Pozuelo de Alarcón (Madrid), explica para qué tipos de tumores se podría utilizar esta técnica en un futuro

El Dr. Ignacio Azinovic
El Dr. Ignacio AzinovicJesús G. FeriaLa Razon

1. La Fundación Amancio Ortega ha anunciado recientemente que financiará diez equipos de protonterapia en España. ¿En qué consiste esta técnica?

Me gustaría destacar que es una buena noticia para nuestros pacientes y muy importante que se hable de radioterapia, y más de protones, por las implicaciones que supone para el tratamiento del cáncer. Esta técnica de radioterapia de alta precisión utiliza un haz de protones al que se le comunica una energía calculada para atravesar –con mínima incidencia– los tejidos hasta llegar al tumor. Allí deposita el máximo de su dosis de radiación para detenerse, preservando los tejidos profundos. Combinando varios haces se cubre el tumor con una dosis terapéutica, mientras que se reducen las de los órganos críticos y al conjunto de los tejidos sanos respecto a técnicas más convencionales de radioterapia.

2. ¿Para qué tipo de tumores está indicada?

Existen unos criterios bien definidos por la Sociedad Española de Oncología Radioterápica, basados en cuatro principios: tumores cerca de estructuras críticas, a irradiar en forma homogénea, reduciendo la dosis integral o en casos de reirradiación. Según estos principios, se definen como los perfiles más adecuado aquellos tumores en la edad pediátrica, fundamentalmente los localizados en cerebro y/o próximos a órganos de riesgo (médula, corazón, pulmones); tumores próximos o en la base del cráneo, incluyendo cordomas y condrosarcomas; otros tumores primarios o metastásicos en la columna vertebral y pacientes con síndromes genéticos con riesgo elevado de toxicidad y en la reirradiación en casos seleccionados. En general, en aquellos pacientes donde interesa por un motivo clínico que llegue la menor cantidad de irradiación a los tejidos normales.

3. ¿Cuáles son sus principales beneficios en menores?

El hecho de disminuir la dosis integral que recibe el niño y también aquella irradiación de tejidos normales circundantes que son los principales causantes de los efectos adversos de la radioterapia. Acabamos de revisar nuestra casuística y estamos muy contentos de los resultados preliminares de nuestros primeros 100 pacientes pediátricos, es un hito único en nuestro país con esta técnica de irradiación.

4. ¡Enhorabuena! Por cierto, pese a que esta tecnología está disponible desde hace casi 20 años, en España no se trató al primer paciente hasta el 26 de diciembre de 2019. ¿Por qué esa «demora»?

Fue un buen regalo de Navidad para muchas familias que, aunque con demora, llegó en el momento oportuno. En España se puso en marcha como fruto de la planificación exhaustiva y la visión de una serie de personas de mejorar la calidad de nuestra Sanidad, y esto no es nada fácil. Llegó en ese momento porque la radioterapia en nuestro país no era bien conocida o considerada, y por la falta de información de nuestras instituciones con respecto a un tratamiento clave en muchos tipos de cáncer.

5. Su centro ha sido el primero en nuestro país. ¿A cuántos pacientes han tratado?

Más de 200 pacientes en menos de dos años.

6. ¿Cómo ha afectado la pandemia a esta actividad?

Gracias al esfuerzo de todo el equipo hemos podido tratar a todos estos pacientes en un tiempo complejo. Queremos agradecer a todos aquellos profesionales que nos han remitido pacientes.

7. ¿Cuál será el papel de su centro cuando se implante esta técnica en otros hospitales?

Somos punto de partida de muchas técnicas que acompañan a los protones y que se pueden realizar conjuntamente: radioterapia guiada por superficie, fusión de imágenes, autosegmentación y TAC de última generación. Nuestro punto fuerte es que tenemos un equipo clínico y de físicos con contrastada experiencia en los protones y en la patología que implica. Colaboraremos con cualquier institución que nos lo solicite con una adecuada planificación. De hecho, empezamos a recibir profesionales tanto de la Sanidad pública como de la privada para temas formativos. No solo oncólogos radioterápicos, sino que también queremos difundir esta técnica entre oncólogos médicos u otros especialistas relacionados con la Oncología. Pretendemos que esta técnica se integre con mayor fluidez en el arsenal oncológico de nuestro país y podamos hacer llegar a más pacientes sus beneficios.

8. Este verano se celebró el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Radioterápica. ¿Qué avances destacaría?

Ha sido un punto de encuentro de revisión y puesta al día de lo que sucede en esta técnica. Sobre todo en patología del sistema nervioso central, y en otras indicaciones menos conocidas pero muy prometedoras como sucede en tumores del esófago o de cabeza y cuello como es en los localizados en la nasofaringe. Existe un interés cada vez más creciente en tratamientos tipo Flash que permiten una radiobiología diferente para administrar dosis mas elevadas que con tratamientos convencionales como mínima toxicidad.

9. ¿Qué proyectos tienen en marcha?

Estamos involucrados en un ambicioso programa de investigación clínica y en incorporar todas aquellas técnicas asociadas con la radioterapia que mejoran la irradiación con protones. Acabamos de sumar la radioterapia guiada en superficie muy útil en determinados tumores de tórax o en procesos de automatización como es la autosegmentación, y estamos muy interesados la radiocirugía con protones para tumores.

10. ¿Qué otros usos tendrá la protonterapia en un futuro?

Depende de muchos factores. Estamos capacitados para tratar otros tumores donde la toxicidad relacionada con la radiación es un serio condicionante en la calidad de vida, y quisiéramos incorporar los tumores de esófago, hepáticos, páncreas o de cabeza y cuello. En otros tumores más frecuentes, como los de próstata, la investigación va más relacionada a disminuir la toxicidad en grupos de riesgo donde los tratamientos habituales funcionan perfectamente.