Salud

Así es el fármaco biológico aprobado para los casos graves de asma y dermatitis atópica

En niños y adolescentes, los efectos pueden tener graves consecuencias a nivel físico, emocional, social y psicológico

Uno de cada 10 niños en nuestro país desarrolla asma
Uno de cada 10 niños en nuestro país desarrolla asmaAntonioGuillemGetty Images/iStockphoto

El asma y la dermatitis atópica son dos enfermedades que están estrechamente vinculadas. De hecho, muchos de los casos de niños con asma están relacionados con la dermatitis. En España, hay 3 millones de personas con asma y aproximadamente la mitad (1,5 millones) con dermatitis atópica.

Estas enfermedades tienen un impacto muy elevado en la calidad de vida de los pacientes y, como citábamos anteriormente, en muchos casos pueden convivir ambas en una sola persona, por lo que condiciona mucho más su día a día. Numerosos estudios han relacionado la presencia de dermatitis atópica como un tipo de asma grave a una respuesta excesiva del sistema inmunitario ante alérgenos u otros factores desencadenantes. A esta reacción se la conoce como inflamación tipo 2 pero en muchas ocasiones los facultativos médicos no relacionan una enfermedad con la otra, lo que dificulta el diagnóstico y el tratamiento.

Sin embargo, un nuevo medicamento -Dupixent (dupilumab)- que acaba de llegar a nuestro país se ha mostrado muy eficaz con este tipo de inflamación de tipo 2. Este fármaco biológico actúa sobre los desencadenantes de la inflamación tipo 2 y, por lo tanto, sobre el denominador común entre varias enfermedades atópicas, alérgicas e inflamatorias.

Las autoridades sanitarias españolas acaban de dar luz verde a los tratamientos con Duxipent para niños y adolescentes de entre 6 y 17 años con dermatitis atópica grave, así como para mayores de 11 años con asma grave con inflamación de tipo 2.

En palabras del doctor Raúl de Lucas, jefe de sección de Dermatología Pediátrica del Hospital Universitario La Paz, estos nuevos tratamientos biológicos suponen “un importante avance para los niños y adolescentes con dermatitis atópica grave y sus familias, que dedican incontables días y noches a la enfermedad de su hijo/a con pocas opciones de tratamiento para ayudar a aliviar los síntomas”.

De Lucas destaca que “estos novedosos medicamentos abordan una causa fundamental de la dermatitis atópica al dirigirse específicamente a la inflamación tipo 2 subyacente a la enfermedad. Pueden cambiar el paradigma de tratamiento actual, algo imprescindible en una enfermedad crónica como esta.”

En cuanto al asma, el doctor Christian Domingo, del Servicio de Neumología en la Corporació Sanitària Universitària Parc Taulí y Profesor Titular del Departamento de Medicina en Universidad Autónoma de Barcelona, explica que “a pesar de los nuevos tratamientos desarrollados durante los últimos 20 años, existen todavía pacientes cuyo asma grave no se controla adecuadamente”.

Y añade que “estos pacientes presentan frecuentes exacerbaciones (episodios durante los cuales se pierde el 2/3 control de la enfermedad) que comportan la aparición de disnea (falta de aire). Algunos de estos episodios pueden motivar ingreso hospitalario (en ocasiones en UCI) e incluso la muerte. Además, los síntomas del asma grave no controlada tienen un gran impacto la calidad de vida de estos pacientes”.

Impacto en la calidad de vida

Este tipo de enfermedades tienen un gran impacto en la calidad de vida de las personas, ya que suelen ir acompañadas de síntomas impredecibles, persistentes y difíciles de controlar. En niños y adolescentes, los efectos de la dermatitis atópica pueden tener graves consecuencias a nivel físico, emocional, social y psicológico como, por ejemplo una reducción de la interacción social, dificultades para dormir, síntomas de depresión y ansiedad o impacto negativo en su vida escolar.

En el caso del asma grave, entre el 30 y el 50% de las personas que lo padecen tienen síntomas de depresión.

La inflamación tipo 2 presente en nuestro sistema inmunitario puede responder de forma excesiva ante alérgenos u otros factores desencadenantes. Una respuesta que juega un papel determinante en enfermedades inflamatorias como la dermatitis atópica y el asma; así como para la rinosinusitis crónica con poliposis nasal (RSCcPN), la esofagitis eosinofílica (EEo) o algunas alergias alimentarias. Además, las personas con una enfermedad inflamatoria tipo 2 tienen más riesgo de convivir con otra patología de la misma clase.

Por ejemplo, hasta el 35% de las personas con asma grave también tiene dermatitis atópica y hasta el 50% de las personas con dermatitis atópica también asma. En lo que se refiere a los niños, más del 85% de los afectados por una dermatitis atópica también sufren otra enfermedad inflamatoria tipo 2, conviviendo con asma más de la mitad. Este porcentaje aumenta hasta el 93% en los adolescentes con dermatitis atópica moderada-grave, de los cuales un 81% también tiene asma.