El trabajo de los hospitales para reducir su huella de carbono

El sector de la salud genera el equivalente al 4,4% de las emisiones globales netas (en España, el 4,5% de las de todo el país). Es decir, dos gigatoneladas de dióxido de carbono (CO2) o lo que es lo mismo lo que emiten a la atmósfera 514 centrales térmicas de carbón al año para generar electricidad. Por eso, el sector lleva ya unos años luchando por reducir su huella de carbono y se ha marcado una meta: emisiones cero en 2050.

Un objetivo que persigue el grupo Quirónsalud que en 2021 emitió a la atmósfera un total de 119.252 toneladas de CO2 equivalente o lo que es lo mismo, un 11,1% menos que el año previo debido principalmente a la reducción del consumo de electricidad, a la menor producción de residuos, etcétera.

De estas emisiones, el 86% se debió a la actividad hospitalaria del grupo y el 14% restante, a la actividad preventiva de Quirónprevención. Precisamente esta sección adquiere ya el 100% de la energía que consume procedente de fuentes renovables.

En lo que respecta a los hospitales, la Fundación Jiménez Díaz, en Madrid, se adhirió en 2021 a la declaración de emergencia climática y presentó el proyecto MAS+, Medio Ambiente y Salud, para reducir el impacto de su asistencia sanitaria.

«Acabamos de realizar un documento con recomendaciones sobre actos médicos sostenibles que mejoren el medio ambiente y la asistencia a nuestros pacientes, favoreciendo la digitalización, la innovación y el uso responsable de los recursos del hospital, entre otras medidas. Su difusión, puesta en marcha y mejora será uno de los retos del próximo año. Otro de los objetivos será llevar a cabo proyectos de investigación y acciones de mejora del medio ambiente y la salud de forma conjunta con nuestros pacientes», explica el doctor Felipe Villar, jefe asociado de Neumología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y promotor del proyecto MAS+, Medio Ambiente y Salud, con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente que se celebra hoy, 5 de junio.

Pero en este cuidado por el planeta también es esencial reducir la huella hídrica. Con este objetivo en mente los hospitales universitarios Infanta Elena de Valdemoro y el General de Villalba emplean ya el agua de rechazo de las diálisis para el riego por goteo de sus jardines.

En el caso del Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez, en Pontevedra, se han sustituido las bombas circuladoras de climatización antiguas por equipos de alta eficiencia, lo que ha permitido unos ahorros aproximados de 7.000 kilovatios hora (kWh) en 2021.

A su vez, en este centro se ha cambiado el 35% de la iluminación existente por diodos emisores de luz (LED), lo que estiman que permitirá ahorrar este año 20.000 kWh. Además, también controlan el horario de funcionamiento de las dos enfriadoras del hospital, priorizando la más eficiente.

En el caso del Centro Médico Teknon, en 2021 reciclaron 70 toneladas de cartón y 1,5 toneladas de envases contaminados que se generaron en el hospital. También sustituyeron la iluminación fluorescente tradicional por LED, por lo que han pasado de luminarias de 18.000 vatios a unas de 4.646, con el consiguiente ahorro energético y por tanto de emisiones indirectas dado el mix eléctrico del país.

En los centros de Quirónsalud en Cáceres y Badajoz han puesto en marcha un plan de ahorro que contempla una veintena de medidas de eficiencia energética, como detectores de presencia, iluminación por LEDs, regulación de caudales de aire, etcétera. Gracias a él, solo en el primer trimestre de este año han logrado reducir el consumo eléctrico en casi un 5% respecto al mismo periodo de 2021.

En el caso del Hospital Quirónsalud San José, en Madrid, han sustituido las bolsitas de plástico por sobres de papel para la preparación de la medicación en farmacia, así como los vasos de plástico que dan a los pacientes para que tomen la medicación por vasos de cartón, entre otras medidas.

Unos cambios esenciales para reducir la huella de carbono de este sector que genera el 71% de las emisiones a través del consumo de la cadena de suministro, la producción, el transporte, los productos farmacéuticos, los alimentos o los dispositivos médicos, un 17% por las emisiones de la actividad hospitalaria y un 12% de las emisiones por fuentes de energía comprada, como electricidad, vapor, refrigeración o calefacción.

«Cada vez son más las instituciones, asociaciones y centros sanitarios los que se unen al reto de reducir la huella climática del sector de la salud. Es responsabilidad de este reducir su propia huella, y para ello, tanto individual como colectivamente, debemos hacer que la asistencia para el desarrollo de la salud sea climáticamente sostenible, apoyar la transición hacia las energías limpias y renovables, fomentar la prevención y el cuidado de la salud climáticamente inteligente e innovar e investigar en medidas que mejoren el medio ambiente y la salud de nuestra población», afirma el doctor Villar.

«Además, debemos mejorar la cadena de suministro del sector, y para ello necesitaremos el apoyo de instituciones y empresas tanto públicas como privadas. En estos casos y si pasamos a la acción podremos acercarnos y cumplir al objetivo de 0 emisiones», sostiene el jefe asociado de Neumología.

Limpieza en las playas de Huelva

►Una de las iniciativas del grupo por el medio ambiente es colaborar con la Fundación Ecomar en su programa de recogida de basura en las costas españolas. La última ocasión les llevó hasta Huelva para contribuir a la limpieza de varias playas de Punta Umbría. La finalidad de esta iniciativa, a la que se sumó el regatista onubense Nacho Toronjo, campeón de España sub18 y sub 20 de vela e integrante del equipo Quirónsalud, también es concienciar a las generaciones futuras para «cerrar el grifo» de la contaminación, como explicó en su día Eugenio López Zabel, de la Fundación Ecomar. Porque si uno está comprometido con la salud del planeta, también protegerá su salud y la de los que están a su alrededor.