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¿Qué son y cómo se tratan los trastornos del sueño?
La mayoría de los problemas para dormir se pueden detectar mediante un estudio polisomnográfico nocturno
Los trastornos del sueño son todos aquellos problemas y patologías relacionadas con el dormir que afectan a la calidad de nuestro sueño y suceden antes, durante o después del mismo. Actualmente están descritos más de cien tipos diferentes entre los que se incluyen dificultades para conciliarlo o permanecer dormido, quedarse dormido en momentos inapropiados, hacerlo demasiado y conductas anormales durante el sueño.
1. ¿Cuáles son los problemas más frecuentes?
El insomnio, la apnea obstructiva del sueño, el síndrome de piernas inquietas, los trastornos del movimiento periódico de las piernas, el síndrome de retraso de fase, los terrores nocturnos en niños, la narcolepsia y la enuresis.
2. ¿Hay algún signo de alerta?
El principal signo de alerta que tiene que hacernos pensar que podemos estar sufriendo un trastorno del sueño es el cansancio y la somnolencia diurna, así como despertarnos con cefalea o con la boca seca. Dormir nos sirve para recuperar la energía que hemos gastado durante el día, por lo que si sufrimos un trastorno del sueño, este no nos deja descansar y tener un sueño de calidad como para encontrarnos bien y enfrentarnos con energía al día siguiente.
3. ¿Cómo se diagnostican?
Existen diferentes pruebas diagnósticas. En algunos de ellos, como en el caso del insomnio se diagnostica por la clínica que explica el paciente, pero la gran mayoría de los demás trastornos del sueño se pueden detectar realizando un estudio polisomnográfico, la famosa «prueba del sueño». La polisomnografía nocturna es la prueba más completa en cuanto al diagnóstico de los trastornos del sueño; consiste en una prueba en la cual el paciente se queda a dormir una noche en la unidad del sueño, monitorizado con diferentes sensores que realizan una evaluación completa de diferentes parámetros que nos permiten hacer una evaluación objetiva del sueño y de los trastornos del sueño, si los hubiera. También es posible realizarla de manera ambulatoria en el domicilio de los pacientes.
4. ¿Qué pautas hay que seguir para tener una correcta higiene del sueño?
La higiene del sueño es un conjunto de normas y hábitos necesarios (aunque a veces no suficientes) para conseguir un sueño reparador, entre los cuales se incluyen factores conductuales, circadianos, alimenticios y ambientales. En cuanto a normas de higiene del sueño recomendamos: mantener unos horarios regulares a la hora de acostarse y de levantarse, incluso durante los fines de semana, para acostumbrar al organismo; no se debe utilizar la cama para otra cosa que no sea dormir y, los dispositivos electrónicos como el móvil, las tabletas, ordenadores y otros utensilios del trabajo, deberían quedarse fuera del dormitorio; reducir al máximo el consumo de sustancias con efecto estimulante sobre el sistema nervioso como alcohol, colas, café, te y chocolate; cenar al menos dos horas antes de ir a dormir, y que sea una ingesta, a base de verduras y proteínas suaves, a la plancha; una cena abundante y rica en proteínas estimula la función digestiva e interfiere con el sueño; debemos dormir en unas condiciones ambientales adecuadas en la habitación en cuanto a luz, temperatura y ruido. Hay que intentar tener suficiente oscuridad y ausencia total de ruido para evitar la interrupción del sueño; y conviene mantener un ritmo de vida activo que haga que lleguemos cansados a la noche.
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