Psicología
Aléjate de estos cuatro tipos de personas: cuidado con el último, según la psicología
A lo largo de la vida, todos hemos tenido la suerte (o la mala suerte) de cruzarnos con diferentes tipos de personas
A lo largo de la vida, todos hemos tenido la suerte (o la mala suerte) de cruzarnos con diferentes tipos de personas. Algunas de ellas nos aportan alegría, motivación y buenas energías, mientras que otras, sin saberlo o a veces de manera consciente, pueden drenarnos. El círculo social juega un papel fundamental en nuestra felicidad, y es importante aprender a rodearnos de personas que nos sumen, no que nos resten. Aquí te cuento sobre los cuatro tipos de personas con los que deberías tener cuidado y por qué el último tipo en la lista es el más peligroso.
Los que hablan mal de otros cuando no estás presente
Seguramente has escuchado alguna vez comentarios negativos sobre alguien que no está en la conversación. Estas personas, que no tienen reparos en hablar mal de los demás cuando no están presentes, no son buenas para tu bienestar. No solo hacen que el ambiente se torne tóxico, sino que también muestran su falta de respeto hacia quienes no están allí para defenderse.
Este tipo de persona suele generar un círculo vicioso de chismes y desconfianza. Si son capaces de hablar mal de otros a tus espaldas, es probable que también lo hagan contigo. En lugar de rodearte de personas que se dedican a criticar a los demás, busca aquellos que prefieren hablar de ideas, proyectos o cosas que realmente sumen. El respeto es fundamental en cualquier relación, y las personas que constantemente descalifican a los demás no tienen un respeto genuino por nadie.
Siempre tienen problemas y son infelices
El segundo tipo de persona que deberías evitar es aquella que parece tener siempre un problema, una tragedia o una queja constante. Aunque todos pasamos por momentos difíciles, estas personas tienden a quedarse estancadas en sus propios problemas, y nunca parece haber una solución a la vista. Es como si vivieran en una constante nube de negatividad.
La actitud de estas personas puede afectarte a ti también. Estar rodeado de alguien que siempre está infeliz, que se queja de todo y no ve las cosas positivas de la vida puede hacer que empieces a adoptar su misma mentalidad. Las personas negativas tienden a desmotivar y a hacer que sus propios problemas se conviertan en los tuyos. Si no sabes cómo manejar este tipo de influencias, terminas absorbiendo su negatividad, lo que afecta tu estado emocional y tu actitud hacia la vida. Es crucial rodearte de personas que busquen soluciones y vean la vida con una actitud positiva, incluso en tiempos difíciles.
Mala vida: personas que no cuidan su bienestar
Aquí no nos referimos solo a los que no hacen ejercicio, sino a aquellos que se entregan a un estilo de vida destructivo y no les importa lo más mínimo. Ya sea por hábitos alimenticios poco saludables, el abuso de sustancias o simplemente una actitud de indiferencia hacia su propio bienestar, estas personas a menudo crean una atmósfera poco saludable a su alrededor.
Es fácil caer en la trampa de la procrastinación o de "vivir el momento", pero rodearte de personas que no se preocupan por su salud física ni mental puede tener un impacto negativo en ti. Las malas elecciones de vida, como el no cuidar la alimentación, el no hacer ejercicio o el tener hábitos dañinos, pueden hacer que tu energía disminuya. A largo plazo, estar cerca de personas con una vida desordenada puede afectar tu propia capacidad de mantener una vida saludable y equilibrada. Si quieres mejorar tu bienestar, asegúrate de rodearte de personas que te inspiren a cuidarte, a hacer ejercicio y a llevar una vida más saludable.
Los que no logran nada y quieren frenarte
Este es, sin duda, el tipo más peligroso de todos. Son las personas que, por falta de motivación, éxito o ambición propia, sienten la necesidad de desacreditar tus logros y frenarte en tus metas. Si bien son personas cercanas en muchos casos, su comportamiento suele ser más sutil y se presenta bajo la fachada de “amigos” o “familia”.
El problema con estas personas es que, a menudo, están tan envueltos en su propia falta de éxito que no soportan verte avanzar. Son expertos en sembrar dudas sobre tus capacidades y logros. Ya sea con comentarios despectivos sobre tus proyectos o bajando tus expectativas, su objetivo no es ayudarte, sino que, de manera consciente o inconsciente, quieren que te quedes en su nivel. Este tipo de personas es el más perjudicial, ya que te ponen en una posición donde te cuestionas a ti mismo, dudas de tus habilidades y, lo que es peor, te desmotivan.
Lo peor de todo es que, en muchos casos, estas personas pueden estar cerca de ti, como compañeros de trabajo, amigos o incluso familiares. Si no eres consciente de lo que están haciendo, puedes terminar dándoles el poder de influir en tus decisiones. Estos "frenadores" no sólo no tienen metas propias, sino que, además, son expertos en hacerte sentir que tú tampoco deberías tenerlas. Pero el verdadero problema es que, al hacer esto, están impidiendo que desarrolles tu potencial. Lo peor que puedes hacer es escuchar a quienes te limitan y tratan de detener tu crecimiento.
Rodeate de personas que te impulsen
La clave para una vida plena y exitosa está en elegir cuidadosamente a las personas que te rodean. En lugar de quedar atrapado en ambientes tóxicos, busca a aquellas personas que te inspiren, que te desafíen a ser mejor y que, sobre todo, te impulsen hacia tus sueños. Las personas que te apoyan, que celebran tus logros y que están dispuestas a levantarte en los momentos bajos, son las que realmente merecen tu tiempo y energía.
Al final, las personas con las que te rodeas juegan un papel crucial en tu bienestar. Si te rodeas de individuos que te suman, tu vida será mucho más rica, plena y exitosa. Por el contrario, si te quedas cerca de aquellos que te frenan, sólo conseguirás estancarte y perderte en el camino hacia tu crecimiento personal y profesional.