
Alimentación
Si tomas este fruto seco en el desayuno, aumentarás tu rendimiento mental por la tarde
Un reciente estudio sugiere que incorporar un puñado de este fruto seco en el desayuno puede mejorar notablemente funciones cognitivas como la memoria y la velocidad de reacción a lo largo del día

La relación entre la alimentación y el cerebro ya no es sólo terreno de la intuición o de consejos heredados. En los últimos años, los avances científicos han demostrado que lo que comemos no sólo afecta a nuestro cuerpo, sino también a nuestra mente. Y ahora, un nuevo estudio apunta a un fruto seco en particular que podría ser la clave para un cerebro más ágil.
Investigadores de la Universidad de Reading (Reino Unido) han publicado recientemente un estudio en la revista científica Food & Function en el que analizan el impacto del consumo de nueces durante el desayuno en adultos jóvenes. ¿El resultado? Quienes comieron un puñado de este fruto seco por la mañana mostraron mejoras significativas en su agilidad mental y capacidad de concentración, especialmente durante la tarde.
Un “superalimento” matutino
Las nueces no son una novedad en el mundo de la nutrición saludable. Son ricas en ácidos grasos omega-3, antioxidantes, proteínas vegetales y polifenoles, todos ellos nutrientes clave para el buen funcionamiento del cerebro. Lo que distingue a esta nueva investigación es su enfoque en el impacto inmediato: no se trata de cambios a largo plazo, sino de efectos que se notan en el mismo día.
Según Claire Williams, neurocientífica y coautora del estudio, "un simple puñado de nueces en el desayuno puede ofrecer una ventaja cognitiva tangible cuando más necesitamos estar mentalmente activos". En palabras más llanas: si tienes una tarde de estudio, trabajo intenso o una reunión importante, empezar el día con nueces podría darte ese extra de lucidez.
El experimento, llevado a cabo con un grupo reducido de adultos jóvenes, consistió en pruebas cognitivas realizadas en distintos momentos del día, junto con análisis de sangre y registros de actividad cerebral mediante electroencefalograma (EEG). Los participantes que consumieron nueces tuvieron tiempos de reacción más rápidos en tareas de atención y resolución de problemas por la mañana. Pero lo interesante fue lo que ocurrió por la tarde: su memoria también mejoró.
Este efecto escalonado llamó la atención del equipo científico, que observó patrones de mayor eficiencia cerebral a través del EEG. Además, los análisis de sangre mostraron cambios en los niveles de glucosa y ácidos grasos, lo que podría estar vinculado con el aumento de rendimiento mental.

¿Por qué las nueces y no otros frutos secos?
Las propiedades neuroprotectoras de las nueces ya se habían observado en estudios anteriores. De hecho, una revisión publicada en The Journal of Nutrition, Health & Aging apuntaba a que el consumo regular de nueces puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo a largo plazo. Lo que diferencia a las nueces es su alta concentración de ácido alfa-linolénico (ALA), un tipo de omega-3 de origen vegetal que juega un papel crucial en la salud cerebral.
Además, este fruto seco contiene vitamina E, ácido fólico y melatonina, todos ellos compuestos asociados con la protección neuronal y la regulación del ritmo circadiano, lo que también podría explicar por qué los beneficios se extienden a lo largo del día.
Aunque los autores del estudio reconocen que la muestra utilizada fue pequeña y que son necesarios más ensayos para confirmar estos efectos a gran escala, sus hallazgos son prometedores. Incorporar un alimento tan accesible como las nueces al desayuno podría convertirse en una estrategia sencilla para mejorar la productividad y el bienestar mental.

Por ahora, no se trata de sustituir terapias ni tratamientos médicos, pero sí de sumar aliados a nuestros hábitos diarios. En una época marcada por el estrés y la sobrecarga de información, encontrar en algo tan básico como un desayuno equilibrado una ayuda para rendir mejor mentalmente puede ser más que bienvenido. Si estás buscando una forma natural y fácil de mantener tu mente en forma, podrías empezar mañana mismo con un gesto tan simple como añadir un puñado de nueces a tu desayuno. Tu cerebro, especialmente por la tarde, podría agradecértelo.
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