Tu enfermera responde

¿Cómo detectar la enuresis en niños de más de 5 años?

Antes hay que descartar una enfermedad neurológica o algún defecto congénito

Un escape puntual no significa que el niño tenga eneuresis
Un escape puntual no significa que el niño tenga eneuresisDREAMSTIMELA RAZÓN

1. ¿Qué es y a quién afecta la enuresis?

La enuresis, antes denominada enuresis nocturna, es un tipo de incontinencia intermitente que afecta a niños a partir de los cinco años, cuando esto ya debería estar totalmente controlado. Los escapes se producen durante el sueño y, por tanto, son involuntarios. En ocasiones, se ha relacionado con situaciones de ansiedad crónica, problemas de autoestima y retraso en la esfera social. Además, se estima que el 50% de los niños que padecen estreñimiento, TDAH y síndrome de apnea obstructiva del sueño sufren también enuresis. Un escape puntual no implica que el niño tenga enuresis y sólo hablamos de ella cuando los episodios de incontinencia tienen lugar dos o más veces a la semana y durante más de tres meses. Además, hay que descartar que el niño padezca una enfermedad neurológica o algún tipo de defecto congénito o adquirido del tracto urinario. Se estima que afecta a un 10% de los niños entre cinco y 10 años, siendo más frecuente entre los más pequeños. De hecho, tiende a solucionarse por sí solo con la edad, aunque esto no siempre es así y puede tardar en controlarse más de lo previsto.

2. ¿Cómo se detecta?

No siempre es sencillo detectar estos casos ya que, a menudo, los padres padecieron también este problema cuando eran niños por lo que tienden a normalizarlo y desconocen que haya un tratamiento específico para ello. La enuresis se puede producir por una producción incrementada de orina durante la noche por ausencia de la elevación de ADH (hormona antidiurética), por una función vesical anormal (capacidad vesical reducida o hiperac-tividad vesical) o fracaso en el

mecanismo del despertar. Es conveniente la realización por parte de los padres de ese diario miccional que nos va a aportar información suficiente para calcular la capacidad vesical funcional diurna del niño y el volumen miccional máximo diurno teórico (VMMD). El diario miccional recoge información de tres días y en él se anotan las micciones realizadas, así como el volumen y el tipo de líquidos ingeridos a lo largo del día. Se considera como VMMD el mayor volumen recogido en cualquiera de las micciones de cualquiera de los tres días, desechando la primera orina de la mañana, ya que esta expresa la capacidad vesical nocturna. Para el cálculo del VMMD teórico (ml) normal se usa la fórmula de Koff: 30 x (edad en años + 2) así un niño de seis años tendrá un VMMD de 240ml.

3. ¿Qué tratamientos existen?

Este dato es el que nos va a orientar el tratamiento que debemos realizar, teniendo en cuenta las posibilidades que tenemos en nuestras manos, así como la situación familiar y la implicación de la familia. Puede ser un tratamiento conductual, también si el VMMD es mayor del 75% se iniciará tratamiento con desmopresina. Por último, si es menor del 75% recomendaremos el uso de la alarma.

4. ¿Qué pautas hay que hacer antes del tratamiento?

Fomentar siempre el refuerzo positivo. El niño no tiene ninguna culpa de la situación, ya que se trata de un retraso madurativo, ajeno a su voluntad. Por ello, debemos insistir a los familiares en que no se debe reprender al niño ni avergonzarlo y fomentar el que tengan una actitud positiva durante el tratamiento. Debemos enseñar al niño que no debe excederse en la ingesta de líquidos después de las 7 de la tarde y que, al contrario, debe aumentarla durante el día, así como escribir un diario en el que el niño debe delimitar las «noches secas» y las «noches húmedas». También hay que premiar los éxitos conseguidos y realizar revisiones cada 15 días durante tres meses.