
Hito médico
Crean una alternativa al implante coclear para recuperar el oído
Científicos suizos desarrollan un dispositivo flexible para el tronco del encéfalo, que puede ayudar a recuperar audición a personas cuyo oído interno está demasiado dañado para las opciones disponibles

El implante coclear es la solución más avanzada para que, quienes sufren sordera profunda, puedan recuperar el oído. Sin embargo, no todo el mundo es apto para que se le implante este dispositivo. Ahora, un equipo de científicos suizos ha dado un paso importante para devolver la audición a estas personas que no tenían opción terapéutica. Investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) han desarrollado un implante blando para el tronco del encéfalo, pensado para quienes tienen el oído interno tan dañado que ni siquiera pueden beneficiarse de un implante coclear.
El nuevo dispositivo, publicado en la revistaNature Biomedical Engineering, ha sido probado con éxito en macacos y representa una mejora clave frente a tecnologías anteriores: es altamente flexible, lo que le permite adaptarse mejor al núcleo coclear, una pequeña y compleja estructura del tronco encefálico encargada de procesar las señales auditivas.
Hasta ahora, los implantes diseñados para esta zona eran rígidos. Su falta de adaptabilidad generaba problemas como mareos o espasmos faciales, ya que no lograban un contacto adecuado con el tejido nervioso. El nuevo modelo, en cambio, utiliza electrodos de escala micrométrica incrustados en una capa de silicona de menos de un milímetro de espesor, lo que mejora la precisión y disminuye los efectos secundarios.
«Diseñar un implante blando que se adapte de verdad al tronco del encéfalo es un paso muy importante para poder recuperar la audición en pacientes que no pueden usar los cocleares», explica Stéphanie Lacour, directora del laboratorio de interfaces bioelectrónicas de la EPFL.
¿Por qué es tan difícil llegar al núcleo coclear?
La sordera es un trastorno sensorial debilitante que afecta a personas de todas las edades y afecta considerablemente su calidad de vida. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 700 millones de personas necesitarán rehabilitación auditiva para 2050. De hecho, el reciente aumento repentino de la exposición al ruido en entornos recreativos pone a 1.100 millones de jóvenes de entre 12 y 35 años en riesgo de sufrir pérdida auditiva neurosensorial permanente. Otros factores que provocan discapacidad auditiva incluyen la pérdida auditiva genética, así como factores no congénitos como infecciones, medicamentos ototóxicos, tumores de la fosa posterior y el envejecimiento.
Entre los tratamientos para abordar la sordera neurosensorial y, de forma más general, en el campo de las neuroprótesis, los implantes cocleares han sido una historia de éxito. Proporcionan una percepción sonora significativa a niños y adultos con pérdida auditiva severa a profunda que no se benefician de la amplificación que proporcionan los audífonos.
El desafío técnico de acceder al núcleo coclear es considerable: éste tiene un radio de apenas tres milímetros y una forma irregular que dificulta la colocación de electrodos. Los implantes rígidos anteriores dejaban huecos de aire, lo que causaba una excesiva circulación de corriente eléctrica y estímulos nerviosos no deseados. El nuevo diseño soluciona este problema gracias a su capacidad de adaptarse a múltiples anatomías.
¿Cuándo llegará a pacientes?
Aunque los primeros resultados son prometedores, todavía queda camino por recorrer. El dispositivo podría ser comercializable, pero necesitará más investigaciones y la aprobación de los organismos reguladores antes de usarse en humanos. Por ahora, el avance sugiere una nueva vía para quienes hasta ahora estaban fuera del alcance de cualquier tratamiento auditivo. Y demuestra, una vez más, que la flexibilidad —en ciencia y en tecnología— puede marcar la diferencia.
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