Salud
Un día con Manuel Leyes en el epicentro del «milagro» de los atletas de élite
A TU SALUD se adentra en el centro médico-quirúrgico más puntero de Europa
Nieto e hijo de médicos, por la sangre del doctor Manuel Leyes corre la pasión por la Medicina. Traumatólogo por vocación, a su brillante formación y a su larga experiencia en Estados Unidos se le suman también el don de la humildad y la aptitud de la empatía, pues es capaz de entender la fragilidad y los miedos de quienes llegan ahora a su consulta del Centro médico-quirúrgico Olympia Quirónsalud, en Madrid, a pesar de que enfrente tenga a los deportistas de élite más reconocidos de nuestro país y de parte del extranjero.
Desde que Alberto Contador ganara la Vuelta Ciclista a España en 2014 tras sufrir una grave lesión en la pierna que él operó apenas 40 días antes, el nombre del Dr. Leyes se ha coronado en el podio de la medicina deportiva. Y ahí sigue, tal y como ha vuelto a demostrar con Carolina Marín, a quien intervino de la rodilla tras quedarse a las puertas de la final de bádminton en los JJ OO de París 2024. «Además de ser una extraordinaria jugadora, le acompaña su gran fortaleza mental. Volverá a tener grandes éxitos», augura el Dr. Leyes.
Sabe de lo que habla, pues por sus manos han pasado profesionales de la talla de Carvajal, Sergio Ramos, Courtois, Garbiñe Muguruza, Javier Fernández o Rai Zapata. De hecho, basta dar unos pasos por la planta baja de Olympia para toparse con una especie de «pasillo de la fama» repleto de recuerdos y agradecimientos de grandes figuras deportivas. «Hemos operado a tres balones de oro (Rodri, Zidane y Modric), a tres Premios Príncipe de Asturias (Carolina Marín, Carlos Sainz y la bailaora María Pages) y de los 20 equipos de la Liga de Fútbol Española, por aquí han pasado jugadores de 17 de ellos, además de otros internacionales», enumera.
Esa larga lista no es fruto de la casualidad y ha convertido a Olympia en una referencia en el tratamiento integral de las lesiones del aparato locomotor, incluyendo tanto deportivas como patología ortopédica. El secreto del éxito está en varios ingredientes: contar con los mejores especialistas en medicina deportiva, la tecnología más puntera y unas instalaciones únicas en el mundo. «Disponemos de 12.000 metros cuadrados en plena capital con los medios más punteros. Es algo excepcional que no hay en ningún otro país de Europa y que nos hace estar entre los mejores centros del mundo, ya que se pone en práctica lo que se conoce como One Stop Service, es decir, que una vez que el paciente entra aquí, tenga todas sus necesidades cubiertas», reconoce el Dr. Leyes, quien detalla que «eso se logra con un trabajo multidisciplinar muy estrecho en el que contamos con traumatólogos, fisioterapeutas, rehabilitadores, médicos del deporte, cardiólogos, podólogos, radiólogos... Y, lo que es más importante, están enfocados plenamente a deportistas, lo que hace que su perspectiva terapéutica esté muy perfeccionada. Mi socio, César Flores, lleva más de 20 años como médico responsable de la selección española de balonmano. Él conoce el deporte desde dentro y sabe qué técnica tenemos que aplicar en función de la posición que se juega en el campo, pues no es lo mismo operar de una rodilla o de un hombro a un pivote que a un central o a un extremo. Ese conocimiento tan exhaustivo solo te lo da el estar todos los días con los jugadores».
Para todos los perfiles
Aunque los deportistas de élite son los grandes protagonistas de estas instalaciones, lo cierto es que no son exclusivas para ellos. «Nuestro objetivo es acercar al público general el tipo de tratamiento que llevamos realizando a los atletas profesionales 20 años. Ellos son nuestro banco de pruebas porque la presión que tienen para volver a la competición nos ha hecho perfeccionar las técnicas quirúrgicas, cambiar el abordaje de rehabilitación, etc. Y de todo eso se puede beneficiar el usuario de la calle», reconoce el traumatólogo.
Si hay algo que llama la atención cuando hablamos de lesiones en deportistas de élite es la rapidez con la que se recuperan. «A su favor juegan la genética, la motivación y la plena dedicación», apunta el Dr. Leyes, quien admite, sin embargo, que «no todo vale. En el pasado cometimos el error de pelear por ver quién conseguía volver a jugar antes tras una lesión de ligamento cruzado y lo que se lograba es que el jugador se volviese a romper. De media tardan unos ocho meses en volver a competir., pero ya hemos aprendido la lección y ahora no importa cuándo volver a jugar, sino que se logre recuperar el nivel de exigencia previo. Ahí es donde realmente estamos mejorando», asegura. Y los datos así lo confirman: «Tras la cirugía de ligamento somos capaces de que regrese al terreno de juego el 90% de los jugadores y, de ellos, un 65% es capaz de recuperar el nivel previo a la lesión. Para un deportista de élite ese es el verdadero objetivo», detalla.
Ante esas cifras, la pregunta del millón es cómo se logra. Y la respuesta resulta contundente: «Súper especialización de los profesionales, trabajo en equipo y tecnología puntera», asegura el Dr. Leyes. «Cuando se abrió Olympia me dieron la oportunidad de reclutar a los mejores profesionales y eso hizo posible que tengamos súper especialistas en cada articulación. La mayoría están afincados en Madrid, pero algunos trabajan en otros lugares del mundo. Por ejemplo, contamos con un súper especialista en artroscopia de tobillo que trabaja en Zúrich, Barcelona y Madrid; dos especialistas en patología compleja de rodilla que vienen de Santander y de Murcia...».
Vanguardia tecnológica
Casi tanto como el conocimiento del profesional influye la dotación tecnológica. Y ahí el centro médico-quirúrgico Olympia parece imbatible. «El grupo Quirónsalud ha hecho una gran inversión para dotar al centro con la tecnología más avanzada, lo que nos permite hacer un diagnóstico y un tratamiento mucho más precisos», afirma.
Buena prueba de ello es, por ejemplo, la resonancia tres teslas y los protocolos propios que han desarrollado el equipo de Radiología que permiten reducir la exposición a la radiación, algo fundamental cuando hablamos de deportistas jóvenes. O el Icelab, una cámara que somete al paciente a temperaturas extremas de hasta menos 110 grados centígrados y consigue bajar la inflamación de forma muy rápida. Por su parte, el AlterG es un dispositivo de entrenamiento y rehabilitación que reduce el peso corporal mediante una cámara de presión de aire. Sus cualidades incluyen la reducción de impacto en las articulaciones, ajuste personalizado del peso, entrenamiento de carrera y marcha, rehabilitación de lesiones, mejora del equilibrio y la marcha, y monitoreo de datos para un seguimiento preciso, mientras que en la zona de agua disponen de una piscina robotizada que cuenta con un suelo neumático para controlar la profundidad desde 0 a 160 centímetros con tapiz rodante, bicicleta y sistemas de nado contracorriente. «Disponemos además de máquinas isocinéticas, plataformas de fuerza y baropodométricas, sensores de movimiento... Estas tecnologías nos permiten valorar de forma más precisa los resultados del tratamiento. Así es posible medir el progreso real del paciente con datos objetivos, ya que se registran todos los parámetros imprescindibles, hasta los gestos terapéuticos. Por ejemplo, reentrenamos gestos propios de cada deporte con sistemas de realidad virtual para simular situaciones de juego, viendo cómo reacciona la articulación y con programas de prevención. Todo eso nos permite individualizar la rehabilitación al máximo», explica el traumatólogo.
El equipamiento del centro también incluye seis quirófanos de última generación, conectados con el salón de actos para poder seguir la cirugía en tiempo real si fuera necesario. Pero uno de los grandes avances que convierte a Olympia en puntero es la generalización de la cirugía ambulatoria, lo que permite que el paciente que se opera regrese a su casa ese mismo día. «En concreto, hemos mejorado la técnica quirúrgica, cada vez menos invasiva, lo que acorta mucho los tiempos de ingreso y de rehabilitación. También se ha perfeccionado la técnica anestésica y el manejo del dolor postoperatorio, lo que nos permite dar el alta en la misma jornada, aunque realizamos un seguimiento muy estrecho para que el paciente se sienta protegido en todo momento. Esto es lo que se está haciendo ya en los países más avanzados del mundo», asegura el Dr. Leyes.
El círculo del abordaje multidisciplinar lo cierra la faceta psicológica. «El miedo juega un papel clave cuando el deportista vuelve a la competición. Por eso, pasamos una escala para valorar esa sensación recién operado, ya que, si identificamos más miedo, debemos iniciar el tratamiento psicológico antes. Además, los últimos estudios confirman que ante una lesión grave se producen alteraciones neuronales, de ahí que los fisioterapeutas usen estrategias de rehabilitación muy específicas para mejorar esa plasticidad». Así, si España presume de tener algunos de los mejores deportistas del mundo, también puede hacerlo de quienes les cuidan.