Prevención
Las diferencias entre un lunar sano y uno cancerígeno: las claves para detectar el cáncer más agresivo que no para de aumentar en España
Este tipo de cáncer puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, incluso en áreas no expuestas al sol
El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en España, con un impacto significativo tanto a nivel sanitario como social. Cada año se diagnostican en nuestro país más de 280.000 nuevos casos, una cifra que ha ido en aumento debido, entre otras cosas, al envejecimiento de la población y a la mejora en las técnicas de detección.
En este sentido, los tipos de cáncer más frecuentes en España incluyen el colorrectal, el de mama, el de pulmón y el de próstata. Por ello, a pesar de los avances en investigación y tratamiento, el cáncer sigue representando un desafío complejo para el sistema de salud pública.
Diferencias entre un lunar sano y uno cancerígeno
El diagnóstico de cáncer cambia radicalmente la vida de quienes lo padecen y de su entorno más cercano... El impacto emocional, físico y económico es profundo, por lo que las personas afectadas suelen experimentar ansiedad, miedo e incertidumbre, además de someterse a tratamientos que pueden ser largos y agresivos.
Sin embargo, uno de los principales factores de detección son los lunares, por lo que es vital aprender a diferenciar entre un lunar sano y uno que puede llegar a ser cancerígeno, ya que toda precaución al respecto es poca.
Para ayudar a la diferenciación, los dermatólogos recomiendan seguir la regla ABCDE, una guía simple para observar las características de los lunares. En este sentido, el primer paso (A) sería la asimetría, ya que un lunar normal ha de ser simétrico, y si no lo es puede ser un síntoma de alarma.
La (B) hace referencia a los bordes, pues los de un lunar benigno son definidos y regulares, mientras que la (C) se refiere al color, que debe ser uniforme y generalmente marrón, aunque pueden ser de otros colores. No obstante, hay que vigilarlo.
La letra (D) hace referencia al diámetro, pues un lunar común suele medir menos de 6 milímetros, mientras que la (E) apunta a la evolución, porque cualquier cambio en un lunar (como el tamaño, la forma o el color) o la aparición de síntomas como picazón, sangrado o costras es motivo de consulta.
El cáncer más agresivo que aumenta en España
El melanoma es el tipo de cáncer de piel más agresivo que sigue aumentando en España. De hecho, según datos recientes, entre el 30% y el 50% de los pacientes que han superado esta enfermedad fueron diagnosticados en fases tempranas, lo que subraya la importancia de la detección precoz.
De esta manera, este tipo de cáncer puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, incluso en áreas no expuestas al sol. No obstante, aunque a menudo se asocia con lunares, el melanoma no siempre comienza con uno, por lo que es esencial prestar atención a cualquier cambio en la piel, como nuevas manchas o alteraciones en las existentes.