Odontología
La importancia de mantener la boca sana durante el embarazo
El Consejo General de Dentistas y la FDE presentan la quinta campaña «Salud oral y embarazo»
Sangrado de encías, caries o erosión dental son algunas de las patologías bucales que más afectan a las embarazadas. Aunque es cierto que la gestación puede tener repercusiones en la salud oral, no siempre todas las cosas que se cuentan al respecto son reales, como sucede con el dicho de que «cada embarazo cuesta un diente». No obstante sí que es verdad que en este periodo de la vida de la mujer hay ciertos factores a tener en cuenta y que pueden incidir de forma determinante en su boca.
Es por ello que conocer una serie de medidas básicas y sencillas y ponerlas en práctica durante la gestación pueden evitar complicaciones en este sentido. Y eso es que lo que pretende el 5ª campaña «Salud oral y embarazo» que esta semana ha presentado el Consejo General de Dentistas y la Fundación Dental Española (FDE), para la que ha contado con la colaboración de la Asociación Española de Matronas y el patrocinio de Lacer.
Tal y como explicó María Núñez, presidenta del Colegio de Dentistas de Lugo, las patologías más frecuentes en las mujeres embarazadas son la caries, la gingivitis, la periodontitis, el granuloma y la erosión dental. «Por eso es tan importante que se acuda a revisión odontológica durante el periodo de gestación, para que el dentista detecte las posibles patologías, las trate e informe a la mujer sobre cómo prevenirlas».
En este sentido, insistió en que el objetivo más importante en la embarazada es el establecimiento de una buena salud oral: «Para ello, se deben seguir unas sencillas pautas, como cepillarse los dientes con pasta dentífrica fluorada, al menos, dos veces al día. No olvidar la higiene interdental. Cuidar la dieta, limitando los alimentos azucarados y las bebidas carbonatadas, y visitar al dentista, preferiblemente, en el segundo trimestre del embarazo».
La gingivitis, que es como se denomina técnicamente la inflamación de las encías, aparece en el 60-75% de las mujeres, generalmente entre el tercer y el octavo mes. Se caracteriza por una encía enrojecida, inflamada y sangrante y, como explicó Núñez, «los cambios hormonales hacen que las encías sean especialmente vulnerables a la inflamación. Por este motivo, la eliminación diaria de la placa bacteriana es tan importante en esta etapa de la vida, ya que si no se trata puede aparecer la periodontitis».
Otro problema muy frecuente son las náuseas y vómitos. Afectan al 80% de la futuras madres, especialmente durante el primer trimestre de gestación. El vómito puede causar erosión en el esmalte dental. En este caso, y contrariamente a lo que podría apetecer más, se recomienda no lavarse los dientes inmediatamente después de hacerlo. «Es aconsejable esperar 30 minutos antes de hacerlo, disolver una cucharadita de bicarbonato en un vaso de agua, enjuagarse la boca y escupir», explica Núñez. «El dentista indicará si se debe usar un colutorio con flúor a diario».
«Muchas nos dicen que no se pueden cepillar los dientes porque tienen náuseas ‘‘y si me cepillo los dientes vomito!”. Es un circulo vicioso», apunta por su parte la matrona Rocío García-Viso, quien está acostumbrada a recibir consultas de este tipo. «Tienen miedo a hacer algo en el embarazo que tenga repercusión en el bebe, sobre todo en el primer trimestre. Este miedo no es real, pero por eso muchas no se atreven a ir al dentista. El camino es hacer llegar la información sin el miedo», continúa.
La salud oral del bebé
La buena higiene oral durante el embarazo no solo reduce el riesgo de caries e inflamación de las encías para la madre, sino que también previene la transmisión de bacterias nocivas al recién nacido.
Otros problemas, como la caries de la primera infancia (antes llamada del biberón), se deben a una exposición prolongada a líquidos azucarados. Para prevenirla, no se debe dejar al bebé con el biberón por la noche, hay que limitar o eliminar bebidas azucaradas, limpiar bien las encías con una gasa húmeda después de cada toma y empezar a cepillar sus dientes cuando erupcionen (a los seis meses) con pasta fluorada a concentración de 1.000 ppm de flúor del tamaño de un grano de arroz hasta los 3 años. Tampoco se deben compartir cubiertos y otros utensilios entre los padres/cuidadores y el bebé, puesto que se pueden propagar bacterias orales. Por último, la primera cita con el dentista debe ser cuando el niño cumpla un año.
En cuanto al uso de chupetes, se recomiendan los llamados anatómicos con tetina fisiológica, porque es la que imita mejor al pezón materno (plana y simétrica). La edad ideal para abandonarlo, según las sociedades de odontopediatría, es en torno a los 2 años y nunca más allá de los 3, pues aumenta el riesgo de desarrollar mordida abierta anterior, un tipo de maloclusión.
Las ventajas de la lactancia materna
►La lactancia tiene numerosos beneficios para la madre y el bebé. Al succionar el pecho, se favorece el crecimiento de los maxilares, preparándolos para las siguientes etapas de desarrollo. El crecimiento inadecuado de la cara afecta a la respiración y, a su vez, una respiración inadecuada influye en el sueño, memoria y concentración. Además, la posición de los labios en el pezón favorece el desarrollo perioral y la posterior pronunciación de los fonemas, y todos los músculos faciales se fortalecen durante los intervalos de succión Por último, con el amamantamiento, el bebé va aprendiendo cómo tragar y respirar adecuadamente.