Bajo del mar

Llega el verano y con él los viajes y sueños de todo un año. Cada vez somos más las personas que nos animamos y hacemos viajes de aventura en los que probamos nuevos deportes y actividades.

Es el caso del buceo, un deporte marino que cada día tiene más adeptos y que no deja indiferente a nadie, pues nos abre las puertas de un mundo para muchos desconocido.

No hay que irse muy lejos para disfrutar de grandes paisajes acuáticos pues en España contamos con verdaderos tesoros marinos, lo que sí debemos de hacer siempre es informarnos y llevar a cabo la actividad con las máximas garantías y seguridad.

Pero, ¿por qué puede ser tan peligroso el buceo? Cuando nos sumergimos a ciertas profundidades se produce en nuestro organismo un fenómeno llamado síndrome de descompresión. Consiste en la formación de burbujas de nitrógeno en nuestro organismo como consecuencia de la alta presión a la que es sometido nuestro cuerpo durante la actividad. Al respirar bajo el agua somos capaces de asimilar el oxígeno, pero no así el nitrógeno, el cual al no poder ser eliminado pasa directamente a la sangre y se deposita en diferentes tejidos.

Durante la ascensión a la superficie dichas moléculas de nitrógeno migran hacia la sangre y los pulmones para ser eliminadas en la superficie.

Cuando no se respetan los tiempos pautados, se forman burbujas de nitrógeno que pueden suponer un alto riesgo para nuestra salud produciendo la obstrucción de diversos vasos sanguíneos al no poder ser eliminadas a un ritmo adecuado.

Cuando la ascensión se produce de forma correcta le damos al cuerpo el tiempo necesario para eliminar dichas burbujas de nitrógeno sin riesgo para nuestra salud.

Este verano, decida usted pasarlo fuera o dentro del agua, hágalo con todas las precauciones posibles.