Investigación
¿Puede mejorar la perspectiva de género el abordaje del cáncer de pulmón?
El estudio español retrospectivo Clarisse, con 2.000 personas analizará si hay diferencias por sexo en el tumor de célula pequeña
La perspectiva de género en la salud es un abordaje relativamente moderno que ha cobrado fuerza en los últimos años. Poco desarrollado aún es, sin embargo, un enfoque novedoso que se apoya en el hecho de que como consecuencia de las diferencias intrínsecas de los sexos masculino y femenino, las patologías –algunas, quizás todas– se manifiestan y/o responden de forma distinta en hombres y mujeres.
Un caso paradigmático y bien estudiado de ello es el infarto de miocardio: se sabe y se ha demostrado científicamente, que cuando se produce, los síntomas varían sustancialmente se sea hombre o mujer. Otro ejemplo reciente es el de las vacunas frente a la Covid-19, que se vio, y posteriormente confirmó, que producían modificaciones en el ciclo menstrual como efecto secundario inesperado tras su administración en ellas.
Estas diferencias en ocasiones conllevan que la patología en cuestión no sea atendida de la forma correcta y que, por tanto, su abordaje pueda mejorarse atendiendo a esta premisa. Y eso es lo que se trata de demostrar ahora en el caso del cáncer de pulmón, uno de los tumores que más ha aumentado su incidencia en los últimos tiempos y que continúa creciendo de forma preocupante entre el sexo femenino. Tanto es así que la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) advierte de que este incremento progresivo de casos y de muertes por cáncer de pulmón en las mujeres prácticamente se equiparan a los de mama como primera causa de muerte por cáncer en ellas en nuestro país.
Considerado hasta hace no mucho como un tumor «masculino» (pues afectaba en mucha mayor proporción a hombres que a mujeres) esta situación ha cambiado en los últimos años debido, mayormente, a la incorporación de las mujeres al hábito tabáquico. Y es que fumar es el principal factor asociado con el riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón (y también otros muchos tumores como el de vejiga), aunque no el único.
«Es un verdadero problema de salud pública que tiene características biológicas según el género: es el tercero en frecuencia, y el segundo en mortalidad entre las mujeres. La incidencia en ambas también es creciente, al contrario de los que sucede en varones. De hecho está subiendo un 4% de media. Y queremos frenar este incremento», asegura Dolores Isla, jefa de Oncología Médica del Hospital Lozano Blesa de Zaragoza, y presidenta de la Asociación para la Investigación del Cáncer de Pulmón en Mujeres (Icapem).
En particular, el cáncer de pulmón de célula pequeña, uno de los más agresivos, representa el 15% de los casos y su incidencia entre mujeres no deja de aumentar. Enriqueta Felip, jefa de Oncología Médica del Hospital Valle de Hebrón, de Barcelona, explica que «es algo que nos preocupa, ya que además en este género existen factores biológicos y hormonales que podrían influir de manera diferente. O, en el caso de la dosificación, que damos la misma en ambos sexos cuando la masa muscular es diferente. Y vemos que la toxicidad es superior en mujeres. Sin embargo, todo ello ha sido poco investigado hasta la fecha, y en los ensayos clínicos el porcentaje de mujeres es inferior aún del que debería».
Y como ejemplos de esto la especialista señala varias cosas: «Hay datos no concluyentes de que, a igual exposición tabáquica, hay más riesgo de desarrollar cáncer de pulmón para la mujer. También de que el producido en no fumadores es más frecuente en ellas». También en el caso del cribado: «Cuando el estudio europeo de cribado empezó solo incluía a hombres, se reclamó y ahora hay un 16% mujeres. Gracias a esto se ve que la posibilidad de encontrarlo es mayor en ellas», señala Felip.
De investigarlo se va a encargar el Proyecto Clarisse: un estudio pionero que tiene como objetivo identificar las posibles diferencias de género en la incidencia, el diagnóstico, la eficacia, la toxicidad y el acceso a los tratamientos del cáncer de pulmón de célula pequeña en España. Para ello contempla realizar un estudio retrospectivo que recopilará información detallada sobre 2.000 pacientes mujeres diagnosticadas en los últimos cinco años de cáncer de pulmón de célula pequeña. Su objetivo es obtener datos más específicos sobre este tipo de patología lo que podría ayudar para su detención temprana a futuro.
La primera fase el estudio dará comienzo en hospitales de Aragón, Andalucía, Cataluña, Canarias, Galicia y Madrid. Y en una segunda fase se incorporarán el resto de las comunidades autónomas españolas.
«Nuestro objetivo es tener datos preliminares a la vuelta del verano para poder analizar los resultados», adelanta Pilar Garrido, jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, quien además liderará esta primera fase del estudio. «Es una gran oportunidad para conocer la evolución del cáncer de pulmón de célula pequeña en España en los últimos años. Es clave detectar si hay diferencias en el tiempo de diagnóstico o en los resultados de los tratamientos en función del género. Esa información nos ayudará a identificar áreas de mejora en asistencia e investigación para poder ofrecer una mejor atención a nuestras pacientes», añade.
No se busca en mujeres
Y es que el cáncer de pulmón sigue estando asociado al perfil de un varón fumador de edad avanzada, lo que puede dificultar el reconocimiento temprano de síntomas en mujeres. Tal y como apunta Rosario García Cámpelo, jefa de Oncología Médica del Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña, «los síntomas como tos persistente, fatiga o pérdida de peso pueden pasar desapercibidos o atribuirse a otras causas menos graves, retrasando el diagnóstico. Además, las mujeres tienden a retrasar la consulta médica debido a obligaciones sociales y familiares, priorizando el cuidado de otros sobre su propia salud, lo que puede complicar el diagnóstico precoz y afectar negativamente el pronóstico». «Históricamente el cáncer de pulmón no ha estado en la lista de prioridades o preocupaciones de la mujer», continúa García Cámpelo.
Ana Sáez, es una prueba de ello. Paciente de cáncer de pulmón microcítico con metástasis, y miembro de la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón (AEACaP), se lo diagnosticaron en 2021. «Trabajo en una residencia de menores de gobernanta y no podía subir escaleras, me cansaba mucho... Tenía síntomas desde 2019, pero me pilló la pandemia y como consecuencia se retrasó el diagnóstico. Me hicieron una radiografía y me dijeron que tenía EPOC, que era problema de la covid... hasta que un día trabajando no conocía a nadie y me llevaron a urgencias donde me lo sacaron todo», cuenta.
También destaca la falta de visibilidad de esta enfermedad en mujeres: «No somos conscientes de lo que afecta a este género porque no se le ha dado la misma visibilidad que a otros cánceres. Hay campañas para diagnosticar precozmente el cáncer de mama, útero, colon, próstata... Sin embargo, con el de pulmón sale a la luz cuando la enfermedad está en un estadio muy avanzado. Necesitamos más pruebas diagnósticas, más inversión en investigación y visibilizar esta enfermedad que, en muchos casos es mortal», concluye Ana.