Investigación

«Queremos bajar un 40% los experimentos para identificar moléculas»

La IA se ha convertido en una herramienta fundamental para acelerar los trabajos de investigación

Las ventajas de aplicar inteligencia artificial en la I+D+i de nuevos fármacos podrían verse en 5 años
Las ventajas de aplicar inteligencia artificial en la I+D+i de nuevos fármacos podrían verse en 5 añosFREEPIKFREEPIK

La industria farmacéutica innovadora en España se ha convertido en un motor económico y social para nuestro país y el papel de la I+D es fundamental. El año pasado, según el Registro Español de Estudios Clínicos (REEC) de la Agencia Española de Medicamentos (Aemps), impulsó más de 770 ensayos clínicos en nuestro país. De ellos, uno de cada diez de fue llevado a cabo por Sanofi. Y es que España es considerado como uno de los países destacados en este sentido para la compañía farmacéutica «debido a la alta eficiencia en tiempos de autorización de ensayos y centros punteros con tecnología de vanguardia, sumado a investigadores que son líderes a nivel internacional», asegura Bibiana Figueres, responsable de la Unidad de Estudios Clínicos de Sanofi Iberia, con motivo del Día Internacional del ensayo clínico, celebrado el día 27.

«Sanofi España, a través de su Unidad de Estudios Clínicos, participa en el desarrollo de la mitad de las moléculas que la compañía tiene actualmente en investigación, siendo un país estratégico para la I+D. Durante el año 2022, Sanofi España llevó a cabo 72 estudios clínicos en fases I, II y III en los cuales participaron 800 pacientes nacionales y se involucraron 325 centros sanitarios españoles. Todo ello con una inversión de casi 50 millones de euros que hace que la compañía sume más de 200 millones de euros de inversión en I+D en los últimos cinco años solo aquí», continúa.

Con especial atención a las enfermedades difíciles de tratar y a aquellas que afectan a nuestro sistema inmunitario, su I+D se centra en las áreas de enfermedades inmuno-inflamatorias, raras, neurodegenerativas, discrasias sanguíneas, Oncohematología, Oncología y vacunas. «Estamos a la vanguardia de las moléculas, procesos de desarrollo y tecnologías más innovadoras: nos centramos en las moléculas primeras y mejores de su clase e incluimos diseños con datos y evidencia del mundo real. Por ejemplo, estamos llevando a cabo el desarrollo de una nano-molécula y una nueva terapia génica, que suponen un cambio de paradigma para el paciente y ofreciendo un nuevo tratamiento o incluso la curación de enfermedades que no disponen de alternativas terapéuticas», explica la Dra. Figueres.

Acelerar la investigación

Ejemplo de este es el Global Innovation Center de Barcelona, en el que trabaja Albert Pla Planas, responsable de Ciencias Computacionales y Datos - I+D Digital, quien explica que la función principal del equipo es desarrollar algoritmos y herramientas de análisis basados en la inteligencia artificial para apoyar todo el ciclo de investigación y desarrollo (I+D): «Trabajamos en estrecha colaboración con laboratorios de Sanofi de todo el mundo para comprender qué problemas tienen y cómo la inteligencia artificial y la ciencia de datos pueden acelerar su investigación. Nuestro trabajo abarca todo el ciclo de I+D: desde la investigación básica, donde desarrollamos métodos para ayudar a los científicos a comprender los mecanismos que regulan una enfermedad y sus potenciales dianas terapéuticas; hasta el desarrollo de moléculas terapéuticas, donde los algoritmos de inteligencia artificial generativa (algoritmos similares a los que utiliza Chat GPT) nos ayuda a identificar moléculas más eficientes y con menores efectos secundarios. También aplicamos la ciencia de datos en los ensayos clínicos para identificar de forma más segura el perfil de los candidatos para un estudio y para anticipar la potencial aparición de efectos secundarios para mejorar la seguridad de los pacientes».

La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta fundamental en este campo. La capacidad para procesar y analizar grandes cantidades de datos permite a los científicos acelerar la investigación, optimizar procesos y realizar descubrimientos que de lo contrario podrían llevar años. El impacto de la IA en este campo afecta prácticamente todos los procesos involucrados en el desarrollo de nuevas moléculas: desde la identificación de nuevas dianas terapéuticas hasta la predicción de las propiedades moleculares asociadas con la seguridad de un fármaco o tratamiento.

Por eso, el efecto que sus proyectos puedan tener a largo plazo en el ciclo completo de investigación es extraordinario: «Dado que el proceso de desarrollo de nuevos medicamentos es largo, estimamos que estos resultados van a ser visibles aproximadamente en unos cinco años. Nuestra ambición es reducir un 30% el tiempo necesario para la identificación de una diana terapéutica, y disminuir en un 40% el número de experimentos requeridos para identificar una molécula», asegura el experto.

En un escenario ideal, la IA podría llegar a usar la información sobre la causa subyacente de una enfermedad y las propiedades deseadas de una molécula para identificar la estructura molecular óptima de un fármaco, maximizando su efectividad y minimizando posibles efectos secundarios. «Su uso representa un cambio de paradigma que esperamos permita atender las necesidades de los pacientes de manera más rápida y eficaz, acortando significativamente el proceso de desarrollo de nuevos fármacos», concluye Albert Pla.