Salud cardiovascular
Reanimación en caso de paro cardíaco: lo importante es la rapidez con la que se hace, no quién la realiza
Un estudio concluye que siempre es mejor hacer la reanimación aunque no se sepa que no hacer nada mientras se espera la ayuda, ya que cada retraso de 5 minutos se asocia con un 38% más de riesgo de muerte
El paro cardíaco extrahospitalario en personas que sufren un ataque cardíaco es una emergencia médica que depende del tiempo y que requiere reanimación cardiopulmonar (RCP) inmediata.
En una nueva investigación presentada en el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología -ESC Acute CardioVascular Care- de este año en Florencia, Italia, un equipo de investigadores dirigidos por la profesora Aneta Aleksova concluye que, si bien la proporción de transeúntes (miembros del público) que realizan RCP ha aumentado en las últimas dos décadas en la región de Friuli Venezia Giulia (una región autónoma en el noreste de Italia), el factor crítico para determinar la supervivencia y los resultados a largo plazo es la rapidez con la que se inicia la RCP, no quién la realiza.
Si bien es alentador que el número de rescatistas transeúntes haya aumentado en comparación con años anteriores, el hecho de que el 80% de los paros cardíacos extrahospitalarios ocurren en entornos residenciales resalta la necesidad crucial de más educación pública y capacitación en Soporte Vital Básico (SVB) para mejorar las tasas de supervivencia.
«El rápido retorno a la circulación espontánea fue crucial para la supervivencia intrahospitalaria, independientemente del tipo de reanimador. Además, se observó una supervivencia a largo plazo similar al comparar pacientes con reanimación cardiopulmonar inicial realizada por un reanimador no profesional o por un servicio de emergencias médicas. Nuestros datos resaltan la importancia de la reanimación inmediata y subrayan la importancia de promover la concienciación de la población y la capacitación en soporte vital básico para mejorar aún más la supervivencia tras un paro cardíaco extrahospitalario», afirman los investigadores en un comunicado del estudio.
Para llegar a estas conclusiones, los autores analizaron datos de 3.315 pacientes con infarto de miocardio con elevación del segmento ST(Iamcest), que "es la manifestación más aguda de la enfermedad coronaria y se asocia con elevadas morbilidad y mortalidad", según la Revista Española de Cardiología.
Todos ellos ingresaron en el departamento de cardiología del Hospital Universitario de Trieste durante un período de 22 años (2003-2024).
Entre ellos, 172 sufrieron un paro cardíaco extrahospitalario y, en total, 44 habían recibido RCP de un transeúnte durante todo el período de estudio.
Cuando el período de estudio se dividió en cinco intervalos (2003-2007, 2008-2011, 2012-2015, 2016-2019 y 2020 a 2024 ), los autores observaron un aumento significativo en la proporción de pacientes que recibieron RCP iniciada por un transeúnte a lo largo de los años.
El análisis estadístico mostró que la proporción de pacientes que recibieron RCP por parte de transeúntes aumentó del 26 % en el período 2003-2007 al 69 % en el período 2020-2024.
La mediana del tiempo hasta el retorno a la circulación espontánea (RCE) fue de 10 minutos en general, pero mayor para los ''testigos presenciales'' (20 minutos) que para los operadores médicos (5 minutos).
Los pacientes que recibieron RCP por testigos presenciales se sometieron con mayor frecuencia a intubación endotraqueal (TE) (91% para RCP por testigos frente al 65% para los que recibieron RCP por los servicios médicos de urgencia ).
En general, una cuarta parte de los pacientes (25,6%) falleció en el período inicial de ingreso hospitalario. En comparación con los supervivientes, los pacientes que fallecieron en el hospital eran mayores (edad media: 67 años frente a 62 años) y tenían más comorbilidades.
El análisis estadístico reveló que una peor fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI), un mayor tiempo hasta la recuperación de la circulación espontánea (RCE) y una mayor edad fueron predictores de mortalidad intrahospitalaria, tras la corrección por tipo de reanimador.
Más precisamente, cada aumento de 5 minutos en el tiempo hasta la recuperación de la circulación espontánea (RCE) y una disminución de 5 puntos porcentuales en la FEVI se asociaron con un aumento del 38% en el riesgo de mortalidad, mientras que cada aumento de 5 años en la edad correspondió a un riesgo de muerte un 46 % mayor. Luego, durante una mediana de seguimiento de 7 años, 18 pacientes (14%) fallecieron, pero el análisis de los autores mostró que la mortalidad no difirió en función del tipo de reanimador.
Si bien estas tasas de supervivencia son superiores a las observadas habitualmente en pacientes con un paro cardíaco extrahospitalario, los autores explican que varios factores podrían explicarlo: los pacientes incluidos en este estudio sufrieron infartos de miocardio de tipo infarto de miocardio con elevación del segmento ST, que pese a su elevada mortalidad tiene probabilidades de recuperación mayores en comparación con los pacientes con paro cardíaco extrahospitalario por otras causas cardíacas y extracardíacas).
Otros factores podrían incluir una proporción mayor de transeúntes capacitados en RCP, superior a la media, y sistemas de salud de emergencia de alto rendimiento que permiten a los operadores llegar a las víctimas con mayor rapidez.