Cataluña
Sánchez no devolverá la investidura a Cs
El PSOE sólo apoyaría a Arrimadas si los constitucionalistas logran sumar los 68 escaños para tener mayoría absoluta. Ferraz ve muy improbable este escenario y trabaja para forjar acuerdos con Iceta de presidente.
El PSOE sólo apoyaría a Arrimadas si los constitucionalistas logran sumar los 68 escaños para tener mayoría absoluta. Ferraz ve muy improbable este escenario y trabaja para forjar acuerdos con Iceta de presidente.
Pedro Sánchez parece haber recuperado la ilusión. Eso aparenta, al menos. El entorno del secretario general del PSOE «vende» a estas horas el éxito de la movilización interna con su desembarco en la campaña junto a Miquel Iceta. Aseguran estar en condiciones de dar la sorpresa el 21-D. Para Ferraz, los socialistas catalanes están con «ganas» y «determinación». En la dirección federal consideran que Iceta, al igual que Inés Arrimadas, va a capitalizar el denominado «voto útil» de los catalanes no independentistas y que tanto los comunes como los populares serán dos marcas minoritarias. «Miquel ganará a las encuestas», repite el propio Sánchez.
«Estaremos cerca de los 24-25 parlamentarios», resumen las fuentes consultadas. Actualmente, el PSC tiene 16 representantes en la cámara autonómica. La desunión del secesionismo es celebrada por el comité catalán de campaña socialista, pues les complica rebañar restos y se exponen a perder diputados. Divididos, además, se abre el juego de pactos postelectorales, apunta un colaborador directo de Iceta. «La política no son sólo matemáticas», concluye. De cualquier forma, la hipótesis de que el primer secretario del PSC gane las elecciones ni está ni se la espera. Son igualmente realistas sobre las posibilidades de alcanzar a Cs, pero, aun siendo cuartos, en el «staff» del PSOE advierten: «Miquel Iceta puede intentar ser president». La jugada es compleja, pero, teniendo en cuenta los posibles vetos, «nuestro candidato es el de mayor margen de negociación» para que Cataluña pase página del «procés».
Sánchez es consciente de la indignación de Cs con la llamada «operación Iceta», más aún cuando diversos sondeos han situado a los naranjas con posibilidades reales de ganar. El secretario general del PSOE ha hecho oídos sordos a la insistencia de Albert Rivera y los suyos de que si los números dan para una alternativa constitucionalista debe ser presidente el líder del partido más votado. En ese caso, sería Arrimadas. Tampoco ha prestado atención al «tándem precioso» que definió el propio Rivera en los corrillos del aniversario de la Constitución: su fórmula «Inés, presidenta; Miquel, vicepresidente».
«¿Qué escenario sería ése de Cs en la presidencia? ¿Cómo recuperaríamos a los catalanes secesionistas?», preguntan retóricamente desde el PSOE. A sus ojos, Arrimadas sólo podría acceder al Palau de Sant Jaume en caso de que Cs, PSC y PP sumasen por sí solos 68 escaños, la mayoría absoluta. Y eso no lo contemplan. Por lo que todo pasaría por contar además con Catalunya en Comú de Ada Colau. El líder socialista tiene serias dudas sobre si los comunes se inclinarían hacia el bloque constitucionalista o del lado independentista. En esto último, Iceta –en plena sintonía con Sánchez– no participaría. Quedan once días para abrir las urnas. Sánchez sueña con Iceta convertido en Molt Honorable como antesala de su propio salto adelante en unas generales.
El secretario general del PSOE respira hondo. Y, sobre todo, toca madera.
✕
Accede a tu cuenta para comentar