Astronomía

1.300º en las entrañas de la Luna

Hasta la fecha se pensaba que eran 800 grados. Esta precisión permitirá saber de qué minerales se compone el satélite.

1.300º en las entrañas de la Luna
1.300º en las entrañas de la Lunalarazon

Hasta la fecha se pensaba que eran 800 grados. Esta precisión permitirá saber de qué minerales se compone el satélite.

Al igual que se ha sabido que el centro de la Tierra es 1.000 grados más caliente de lo que se creía (registra nada menos que 6.000 grados), las entrañas de la Luna alcanzan una temperatura muy superior de lo que se pensaba. Ananya Mallik, profesora asistente de Geociencias de la Universidad de Rhode Island (URI), en Estados Unidos, ha calculado la temperatura en el límite del núcleo y el manto del satélite. Sus simulaciones en laboratorio han determinado que el interior de la Luna está entre los 1.300 y los 1.470 grados. Es decir, una temperatura muy superior a los 800 grados que habían determinado los científicos con anterioridad.

Para hacer esta estimación, la científica «ha cogido una muestra de un material similar al de la superficie de la Luna, lo ha compactado a una presión equivalente a la que se piensa que hay en la Luna (45.000 veces la presión atmosférica de la Tierra), lo ha calentado con grafito para elevar la temperatura y al fundirse ha estimado que ésa es la temperatura del interior de la Luna. El siguiente paso en un futuro es medir la densidad de lo fundido para afinar aún más cuál es la temperatura», explicó ayer a este periódico Manuel López Puertas, del Instituto de Astrofísica de Andalucía, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

«El objetivo era determinar qué rango de temperatura produciría un derretimiento del 5 al 30 por ciento, lo que nos diría el rango de temperatura del límite núcleo-manto», dijo Mallik en un comunicado de la universidad.

«Ahora –prosigue la científica– sabemos la temperatura del límite núcleo-manto y la temperatura de la superficie medida por Apollo (-20 grados) y eso nos ayudará a crear un perfil de temperatura a través de la Luna para determinar el estado interno, la estructura y la composición» de minerales del satélite natural de la Tierra. Aunque «para entender la estructura interior de la Luna, necesitamos definir mejor el estado térmico», manifestó Mallik.

Según la científica, la Luna tiene un núcleo de hierro, como el de nuestro planeta, e investigaciones anteriores que utilizaron datos sísmicos encontraron que entre el 5 y el 30% del material en el límite del núcleo y el manto estaba en estado líquido o fundido. «La gran pregunta es, por qué tendríamos algo de fusión presente en la Luna a esa profundidad», planteó Mallik.

«Es importante que sepamos la composición de la Luna para comprender mejor por qué ha evolucionado cómo lo ha hecho», afirmó Mallik. Las historias de la Tierra y la Luna se han entrelazado desde el principio. Para entender mejor nuestra Tierra, debemos, en su opinión, conocer a nuestro vecino más cercano porque todos tuvimos un comienzo común.

Un extremo que físicos como López Puerta ven «rizar el rizo, porque sería más fácil verlo en la Tierra. Lo que sí sirve es para saber cómo se ha formado la Luna desde los orígenes, su evolución histórica».